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Una idea que surgió de convertir aquel refugio, antes propiedad de una de las familias de banqueros más potentes de Portugal, en un paraíso en el Alentejo Litoral que ha ido creciendo. Piano piano, que diría un italiano, desde aquel pequeño hotel de 14 habitaciones hasta hoy expandirse en un espacioso terreno salpicado de pinares, frutales y hierbas aromáticas para cobijar 90 habitaciones, entre el edificio principal y las villas, la joya de la corona, con sus piscinas privadas.
Casi todo en Sublime Comporta obedece a dos razones: sostenibilidad y privacidad. Basado en una teoría de turismo ecosostenible, el hotel rechaza las etiquetas de un lujo que abrume. Tampoco a creer en modelos turísticos que se basen en el consumo. “Aquí el cliente viene a desconectar y a buscar calma”, cuenta Miguel Plantier, COO de la empresa que, ahora, también están abriendo nuevos mercados en Lisboa con un pequeño hotel boutique.
el refugio de comporta
“Creemos en crecer, pero de manera sostenida; siempre con sentido”, avala. El aspecto de Sublime Comporta lo atestigua. La sensación de calma y de no tener a nadie alrededor es manifiesta en sus singulares villas, basadas en el trabajo de interioristas portugueses, que combinan varias habitaciones con zonas comunes como salones y piscina privada.
Refugio de celebrities de ambos lados del charco, la discreción ha hecho de Sublime Comporta una de sus piedras de toque, generando un boca oreja imprescindible. Hollywood, incluso alguno con acento latino, ya ha acudido aquí en esa perpetua huida del mundanal ruido. También artistas, cantantes o deportistas de élite.
naturaleza y lujo
El secreto, si se puede catalogar como tal, es “diferenciarse y dar una experiencia completa”. Así lo considera Plantier, que se encarga de que el hotel vaya más allá y permita esa completa inmersión entre lo natural, el relax y el lujo. “Es una nueva tendencia y está al alza”, insiste. Caminos que confluyen para que el turismo del futuro, que ha de ser sostenible o no será, guían a Sublime Comporta, perfectamente integrado en el territorio y con una apuesta decidida por lo local. “Desde el trabajador hasta lo que se sirve en los restaurantes”, enfatizan.
la cocina, el centro de las miradas
No es un brindis al sol tampoco. Aquí trabajan, si se suma al personal del Beach Club, cerca de 280 trabajadores. Sin embargo, la sensación de tranquilidad se multiplica a cada espacio, incluso cuando la mesa –baza ganadora de Sublime Comporta– clama por su lugar. La más reciente inauguración, la de Canalha Comporta, en manos del chef João Rodrigues, uno de los nuevos nombres de la cocina portuguesa, es una declaración de intenciones. Brasa y producto en un mismo espacio que permite marcar en parrilla a carnes de cerdo ibérico, tótem del Alentejo, con las tentaciones que cada día llegan de las lonjas cercanas como rodaballos y pez limón, más el necesario despliegue de huertas y mariscos, estos también mecidos entre parrillas como gambas o carabineros.
cocina circular
Sin embargo, ese virtuosismo alcanza su grado más alto con The Food Circle. Una aventura que ha ido creciendo año a año y que ahora se concibe como una barra omakase en la que todo se vertebra, fuego mediante, con el chef Pedro Calhãu, que ejerce de maestro de ceremonias en un restaurante circular donde la cocina de proximidad, los elementos de su propio huerto y el fuego se mezclan. Devociones a las que contribuye el sumiller Philip Holstein, que imbuye de ese espíritu luso sus sugerencias, haciendo viajar desde la copa por todo el país.
Desde la misma cercanía y con precisión, la cocina de The Food Circle se convierte en un uróboros donde lo saludable y lo cercano han de estar vinculados. Restaurante, en cierto modo, casi orteguiano, pues Sublime Comporta es consciente como hotel de sí mismo y de sus circunstancias.
DESTINO MUNDIAL
Convertida en nueva meca del turismo portugués, Comporta ha experimentado una incruenta revolución que ha convertido este rincón de la costa al sur de Setúbal en un paraíso en el que la Torre de Babel idiomática no falla. Estadounidenses, canadienses, italianos, españoles, británicos, alemanes, escandinavos… Sublime Comporta tiene mucho de Naciones Unidas y, también, de un compromiso por el bienestar que vuelve a incidir en esa reivindicación del lujo del slow life. Yoga y spa; meditación y paseos a caballo; senderismo y playa… Los caminos por los que busca el equilibrio aquí parten de dualismos que invitan a un dolce far niente a la portuguesa en el que, como es evidente, no llevarse la maleta cargada de saudade es imposible.
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