UN SECRETO A VOCES EN KIOTO
Sanjusangen-do es es un templo budista situado en el corazón de Kioto. Su nombre significa «sala de los treinta y tres espacios», en referencia a los 33 espacios entre columnas que mantienen en pie su estructura. Pero lo más valioso del templo se guarda en su sala central: son las 1001 estatuas de Kannon, la deidad de la compasión budista que guarda en su interior.
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Sanjusangen-do, UN TESORO DE JAPÓN
El templo de Sanjusangen-do es un importante enclave histórico y cultural de Kioto. Designado como Tesoro Nacional de Japón, atrae a los visitantes por su delicada belleza y simbolismo espiritual. Su visita permite admirar las impresionantes estatuas doradas que acompañan a Kannon, la deidad de los mil brazos, sumergirse en la atmósfera tranquila del templo y también profundizar en la historia de Japón.
EL TEMPLO DE LAS 33 PUERTAS
Sanjusangendo» significa literalmente «el templo de las 33 puertas. Describe la arquitectura principal del templo que, con 120 metros de largo, está considerado el edificio de madera más largo del mundo. Esas «puertas» son en realidad las ventanas correderas que se distribuyen por todo el perímetro. En la antigüedad, estas separaciones eran usadas para medir una competición de tiro con arco que, aunque se remonta al período Edo, se sigue realizando en este mismo lugar. Cada enero el templo también celebra el Ōmato Taikai o Rito del Sauce, un festival en el cual los fieles son tocados en sus cabezas con una rama sagrada para curar y prevenir los dolores de cabeza.
ESPIRITUALIDAD MILENARIA
La construcción del templo kiotense de Sanjusangen-do, también llamado Rengeo-in, se remonta al año 1164. Fue fundado en época del emperador Go-Shirakawa y creado en origen para acoger una imagen de la deidad Kannon tallada en madera. El edificio, arrasado por un incendio en 1249 que destruyó gran parte de la estructura, empezó a reconstruirse en 1266 con su forma actual, bajo el impulso del shogun Tokugawa Iemitsu. Del fuego se salvaron 124 esculturas; las restantes 876 fueron realizadas en el siglo XIII.
Sanjusangen-do se localiza en la actualidad en el barrio de Higashiyama, justo frente al Museo de Historia de Kioto, otra de las visitas imprescindibles. De modesto aspecto exterior, es famoso por albergar en su interior uno de los mayores tesoros artísticos de Kioto: las 1001 estatuas de Kannon, en Japón el bodhisattva de la compasión.
UN EJÉRCITO DE 1001 ESTATUAS
El pabellón principal del templo es original del año 1164 y sirve de cobijo a 1001 estatuas de la diosa Kannon de los mil brazos. La figura central tiene 3,3 metros, y las otras 1000 estatuas son a tamaño natural. Están realizadas con madera de hinoki, el ciprés japonés, y cubiertas por finas láminas de pan de oro. Los rostros de las esculturas consiguen transmitir la expresión y hasta se adivina el carácter de de cada una, plasmando así la maestría de los artesanos nipones de los siglos XII y XIII. Cada talla es única, con detalles meticulosos y expresiones diferentes que reflejan la variedad de la compasión de Kannon.
La imagen principal es de un bodhisattva Kannon sentado, una obra maestra atribuida al escultor Tankei, y que se considera un Tesoro Nacional en Japón. Kannon es el bodhisattva de la compasión, y el semblante pacífico y benevolente de la estatua transmite este estado de manera clara y conmovedora. El efecto se multiplica por las mil estatuas que llenan el resto del salón. Como soldados, flanquean la imagen principal en formaciones de cincuenta columnas, cada una de diez filas de profundidad.
UNA GUARDIA DE 28 SOLDADOS
Erguidos frente a las 1001 figuras se encuentran otras 28 estatuas de guardianes, con expresiones intensas y dramáticas y detalles impresionantes. De estas las más importantes son las esculturas de Raijin y Fujin, que se ubican al inicio y final de la sala principal. En el centro del gran corredor de Sanjusangen-do está ubicada la escultura principal, una talla de 11 metros de alto. Las estatuas que representan a Kannon, así como las de Raijin y Fujin están declaradas Tesoros Nacionales de Japón.
EL RECINTO DEL SILENCIO
Sanjusangen-do es un lugar para contemplar la belleza de la escultura budista japonesa. El templo no suele estar concurrido y su visita es una experiencia conmovedora. El interior está iluminado por la luz natural que entra a través de los numerosas ventanales y que resalta de forma especial la belleza de las estatuas. El templo de Sanjusangen-do es excepcionalmente largo, con una longitud de 120 metros: de hecho se considera el edificio de madera más largo de Japón. Su arquitectura destaca por su estilo japonés tradicional.
RITUALES ENTRE JARDINES
Pero junto a las salas del interior de Sanjusangen-do, el templo cuenta con otras áreas de interés. En el corazón del recinto exterior se extiende un hermoso jardín de estilo japonés con almendros que estallan en época de floración, un estanque, una pagoda. También hay precioso temizu destinado a las abluciones rituales de purificación. Este espacio tranquilo invita a relajarse y contemplar la belleza de la naturaleza.