El Atomium de Bruselas tenía que desaparecer después de la Exposición Universal de 1958, motivo por el cual se construyó. Bajo el lema Un mundo para una vida mejor para la humanidad, la Expo 58 estaba dedicada a la paz, la fe en el progreso técnico y científico y la visión optimista del futuro del mundo nuevo, moderno e hipertecnológico que debía permitir a la humanidad vivir mejor. En este marco, el Atomium se diseñó para representar el uso pacífico de la energía atómica con fines científicos.
Con la celebración de la Expo, la ciudad se transformó: se construyeron nuevas autopistas urbanas que respondían a la demanda del automóvil y un nuevo aeropuerto en Zaventem, en las afueras de Bruselas. La arquitectura moderna también tuvo cabida en la vecina ciudad de Laeken, diseñada por el arquitecto belga Renaat Braem, discípulo de Le Corbusier.
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![Atomium](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/23/atomium_62302c27_240523113016_1200x800.jpg)
El atomium, un símbolo de paz
También se construyeron los pabellones en el recinto Heysel, a 7 kilómetros del centro de la ciudad. La gran mayoría se desmontaron después de la Exposición Universal, una muerte anunciada que el Atomium supo sortear. Sus diseñadores lo habían ideado para mantenerse en pie durante 10 años, y tras la exposición, en 1959 se firmó un contacto de 25 años para poderlo explotar.
Recibía visitantes, pero con los años se abandonó y sufrió graves deterioros. Estuvo a punto de ser demolido a finales de los 90 debido la falta de planes concretos y de afluencia de público. Sin embargo, en 2001, se presentó un proyecto de renovación que agrupaba la ASBL Atomium, el gobierno federal belga, el gobierno regional de Bruselas-Capital y la ciudad de Bruselas. Había futuro para el único vestigio relevante que quedaba en pie de la Expo 58.
Entre 2004 y 2006, el estudio de arquitectura Conix, bajo la supervisión de Konrad Bilgischer, restauró el edificio. Para subvencionar la nueva envoltura metálica, se subastaron las 1000 placas originales que cubrían las esferas. En esta ocasión, se sustituyó el aluminio por acero inoxidable, mucho más resistente a la corrosión y con un mayor aislamiento acústico. Se construyó como si de un juego de mecano se tratara con paneles triangulares de 16 m2 y 500 kg que proporcionan al edificio 2.500 toneladas frente a las 2.400 de 1958. Otra modificación significativa fue la instalación de un techo de cristal en el ascensor, a través del cual los visitantes pueden la estructura de acero y la velocidad a la que viajan.
Hoy, el legado del Atomium homenajea las llamativas estructuras que representaban las novedosas soluciones técnicas de la época con tejados hiperbólicos y edificios de hormigón pretensado como el Pabellón Philips de Le Corbusier, a las que el Atomium encajaba a la perfección.
![atomium](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/23/atomium_fee29914_240523122816_1200x800.jpg)
un objeto, un lugar, una utopía
Gracias a su reapertura y a la puesta en marcha del nuevo proyecto cultural y turístico en 2006, se convirtió en un símbolo e icono internacional, así como en la atracción más popular de la ciudad. Desde entonces, es un monumento con una historia relacionada con la Guerra Fría y repleto de significado, pero difícil de clasificar. Se ha convertido en un lugar simbólico, en un mirador único a la ciudad, en un espacio para eventos, en un set de rodaje e incluso en una utopía.
Su interior, único en el mundo e ideado por los hermanos André y Jean Polak y el ingeniero André Waterkeyn, invita a pasear por los espacios y volúmenes de las cúpulas de acero inoxidable y por los tubos a través de escaleras mecánicas, donde suele haber instalaciones digitales.
En la séptima planta se encuentra el mirador panorámico, a 92 metros de altura y con una vista 360º a la ciudad con paneles indicativos y de la Expo 58. En la planta seis, a 36 metros, otra vista de 150º permite tomar algunas de las mejores fotos de Bruselas desde el aire.
![Atomium](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/23/atomium_1d4d790a_240523125513_1200x800.jpg)
Información práctica
Atomium
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Dirección y acceso
Place de l’Atomium 1 – Atomiumplein 1. 1020 Bruselas, Bélgica
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Horarios
Abierto todos los días de 10h a 18h (las taquillas cierran media hora antes)
24 y 31 de diciembre de 10h a 16h
25 de diciembre y 1 de enero de 12h a 18h -
Precio de entrada
Entrada general, 16.95€. Mayores de 65, 14.85€. Adolescentes, estudiantes y personas con discapacidad, 9.25€. Niños, 0.35€.