El Gotthard Panorama Express no es un tren cualquiera y eso se siente en todo momento. Se podría decir que es una de las experiencias más especiales que ofrece Suiza. Su primera singularidad es que es un tren panorámico que cuenta con grandes ventanales para que el pasajero se sumerja por completo en los fascinantes paisajes que recorre.
Su segunda particularidad es que solo circula en primavera, verano y otoño. La razón es tan sencilla como fascinante: a mitad de camino, el ferrocarril se sustituye por un barco de estilo Belle Époque que navega majestuoso por el precioso Lago de los Cuatro Cantones, también conocido como Lago de Lucerna.
El guiño a la historia de este buque no es casual. El Gotthard Panorama Express circula por un trazado histórico que cruza el país desde del centro hasta el sur gracias a una gran pericia técnica y a un túnel, el de San Gotardo, que fue un desafío para la ingeniería del siglo XIX.
![Lugano](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/lugano_e1892779_240606142518_1200x800.jpg)
De lugano al tren
Lugano es la ciudad más mediterránea de Suiza. Y eso que no tiene mar. Pero sí ribera, en concreto, un largo y majestuoso paseo que se extiende a orillas del Lago de Lugano. Aquí todo es sofisticación con acento italiano. De su esencia helvética hereda el orden y el gusto por la alta cultura. De las influencias transalpinas, el idioma, la vida callejera, la gastronomía y su irresistible manera de presumir.
Recorrerla es topar con boutiques y su salumerias, con sus iglesias católicas y sus pedalos coloridos, con sus bancos rojos y sus sedes financieras… En fin, es un mestizaje estético que hipnotiza y seduce. Y todo ello rodeado de un paisaje alpino en el que las montañas se reflejan orgullosas en el agua.Es difícil no querer quedarse a vivir aquí, pero en la estación ya anuncian la salida del Gotthard Panorama Express, un tren que se puede recorrer en ambas direcciones. El trayecto es el mismo. La fascinación, también.
![MicrosoftTeams image (101)](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/microsoftteams-image-101_996325f0_240606142538_1200x800.jpg)
Más de 100 años a bordo
El trayecto a bordo de este tren es un viaje tanto en el espacio como en el tiempo. Se trata de una línea ferroviaria que ya era muy popular en el siglo XIX, tanto para los ciudadanos suizos como para los turistas extranjeros que llegaban para disfrutar de los paisajes alpinos.Por eso, el Gotthard Panorama Express mantiene muchas conexiones con su pasado. Una de ellas es el hecho de utilizar un trazado centenario que se abría camino por los Alpes gracias a viaductos, giros helicoidales y túneles.
Además, se trata de un viaje de medio día que conduce directamente al lugar donde se fundó Suiza, un país que ha progresado venciendo a su compleja orografía gracias a su completísima red de transportes. No es de extrañar que antaño se le conociera a este tren como el Guillermo Tell Express.
![Guillermo Tell Express](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/guillermo-tell-express_3994a229_240606142619_1200x790.jpg)
El nerviosismo y el multiculturalismo de los pasajeros que esperan en el andén ya hacen presagiar que el Gotthard Panorama Express es un tren único. Algo que se acaba de comprobar cuando se sube a bordo, donde espera un modernísimo y confortable convoy de primera clase. Pero lo más llamativo no son sus comodidades, son los enormes ventanales que más adelante se van a convertir en el centro de todas las miradas.
Uno de los rasgos de la experiencia a bordo en este tren es la presencia de una serie de guías políglotas. A lo largo del trayecto, estos simpáticos profesionales desvelan a los pasajeros datos y curiosidades y les indican cuáles son los momentos idóneos para mirar por un lado o por el otro del vagón. Gracias a ellos, el viajero se percata que la llegada a Bellinzona está flanqueada por castillos impresionantes
![Bellinzona](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/bellinzona_d8ea312f_240606142654_1200x675.jpg)
CASTILLOS Y PAISAJES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Bellinzona es mucho más que la capital del Ticino y que la primera parada del Gotthard Panorama Express. Es la llegada a una urbe fortificada que destaca por tener tres castillos y una extensa muralla que son Patrimonio de la Humanidad.
Este portentoso sistema defensivo permite comprender la importancia estratégica de esta localidad a lo largo de la historia. Por un lado, protegía la llanura que se extiende hasta el Lago Maggiore. Por el otro, controlaba el acceso a los grandes pasos de los Alpes, entre los que está, por supuesto, el de San Gotardo.
En cuanto se estrecha el valle del Ticino, el tren comienza a ganar altitud. Lo hace a través de un sistema de giros circulares de 360º con los que va subiendo poco a poco. Son tramos en loS que se alternan los túneles con los viaductos hasta llegar Airolo, a 1.175 metros sobre el nivel del mar.
Gracias a las explicaciones de los guías, se comprende mucho mejor este sistema de loops en los que la montaña se va hilvanando con la locomotora como aguja. Otro de los datos que aportan los guías es el hecho de que estos trenes llevan siendo propulsados con energía eléctrica desde el final de la I Guerra Mundial. Por eso, el recorrido está flanqueado por pequeñas centrales hidroeléctricas que permiten que el viaje sea totalmente sostenible.
![Alfred Escher](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/alfred-escher_674fec07_240606143316_1200x641.jpg)
EL PASAJERO ETERNO
El Gotthard Panorama Express siempre tiene un mismo pasajero. Se trata de Alfred Escher, el empresario ferroviario que planificó e ideó el túnel de San Gotardo. Los problemas de financiación del proyecto le obligaron a dimitir como director de la Gotthardbahn-Gesellschaft cuando la obra aún estaba en marcha. Por otro lado, su mal estado de salud le impidió asistir a la inauguración de este tramo en junio de 1882.
Escher moriría meses más tarde sin haber cruzado los Alpes a través del túnel que él soñó. Por eso, para celebrar los 200 años de su nacimiento (1819), la maderera Schweizer Holz a través de su iniciativa Woodvetia decidió esculpir la figura de Alfred y colocarle para siempre en uno de los vagones de segunda clase que circulan junto a los convoyes panorámicos. De este modo, no hay un día en el que Alfred no contemple su gran obra maestra.
![Ilustració Gotthard](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/ilustracio-gotthard_bb49fb49_240606143542_1200x823.jpg)
UNA ÉPICA OBRA DE INGENIERÍA
La construcción del túnel de San Gotardo fue una obra faraónica. En su edificación y apuntalamiento fallecieron cerca de 200 trabajadores debido a las durísimas condiciones y a la presencia de un parásito que mermó a los obreros. Fueron diez años (1872-1882) de excavaciones manuales y muchos esfuerzos que hoy se explican mediante unas proyecciones que se suceden a lo largo de los 15 kilómetros que mide este paso subterráneo.
En el Túnel de San Gotardo el tren desacelera y las luces se atenúan. Es un momento de quietud en el que los paisajes se sustituyen por imágenes históricas con las que se rinde un sentido homenaje a aquellos pioneros que lograron excavar el que por entonces era el túnel más largo y complejo del mundo.
![MicrosoftTeams image (100)](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/microsoftteams-image-100_82d7b1fb_240606143654_1200x1801.jpg)
DE LA OSCURIDAD A LA CLOROFILA
El final del túnel de San Gotardo es una explosión de color. El tren pasa de la oscuridad al caleidoscopio que es el valle del río Reuss, el mismo torrente que luego riega el Lago de Lucerna y que acompaña al Gotthard Panorama Express en su descenso.
Por el camino, el paisaje es una hipérbole alpina: cumbres asombrosas, laderas clorofílicas y pueblos que no se resignan a ser un píxel en la postal. De hecho, al paso por Wassen, la torre de su iglesia barroca hace que los pasajeros se levanten de sus asientos. La magia de este templo no solo radica en su apariencia, también en que aparece por triplicado. ¿Está la iglesia copiada y pegada a lo largo del valle? No, lo que produce este efecto es que la línea del Gotthard Panorama Express traza aquí una serie de giros y loops que hacen que este monumento se contemple desde tres puntos de vista diferentes.
Otra de los lugares que los guías subrayan a los viajeros es la salida del túnel bajo de San Gotardo en el pueblo de Erstfeld. Se trata de una novísima obra de ingeniería ferroviaria situada 600 metros por debajo del viejo túnel que mide más de ¡57 kilómetros de largo!, lo que lo convierte en el más largo del mundo.
La llegada a Fluelen marca el final del trayecto en tren. Sin embargo, antes de bajar hay que asegurarse de dejar rellenas las postales el Gotthard Panorama Express regala a sus pasajeros y que, gratuitamente, se envían a cualquier dirección del mundo.
![MicrosoftTeams image (97)](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/microsoftteams-image-97_7c18a98b_240606143717_1200x800.jpg)
DEL TREN AL BARCO
En Flüelen espera el cambio de transporte. Apenas unos metros separan la estación de tren del muelle donde puntualmente atraca un barco de estilo Belle Epoque de la SBB con nombre de cantón. La mayoría de estos ferrys están bautizados de esta forma, como si desde el embarque se quisiera resaltar el carácter multi regional de este lago.
Pero lo que realmente llama la atención es la estética de estos buques. Pese a que su maquinaria sí que es moderna y más sostenible, su sistema de propulsión –vapor de ruedas– sigue siendo el mismo con el que surcaba las aguas de este lago hace más de 100 años. Este guiño al pasado no solo fascina desde el exterior. Dentro, los motores y engranajes dorados se exhiben como músculos poderosos desde un mirador ubicado en el vestíbulo, mientras que el agua propulsada por la rueda choca contra una ventana acristalada.
La última sorpresa es descubrir que son barcos de línea y no un anzuelo para forasteros. De hecho, las maletas y las cámaras de los turistas comparten rutinas con los pasajeros que usan este medio para ir diariamente a trabajar o para cruzar de una orilla a otra. Navegar a bordo de este barco es un placer. Poco a poco se va dejando atrás el telón alpino mientras que se zigzaguea a través de paredes de piedra, penínsulas poderosas y prados con mucha historia.
![Rütli](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/rutli_0dc09232_240606145617_1200x800.jpg)
Una de las paradas más llamativas del trayecto por el lago es la de Rütli. Aquí sorprende un precioso embarcadero construido en madera cuya iconografía hace referencia a la fundación del país.Y es que en el prado de Rütli se produjo el Rütlischwur, el juramento por el cual los cantones de Uri, Schwyz y Unterwalden se unieron en 1307 dando así lugar a la Antigua Confederación Helvética, el germen de la Suiza actual.
No muy lejos se sitúa la capilla de Guillermo Tell, un coqueto baldaquino junto al agua levantado en el lugar donde la leyenda cuenta que este héroe local embarcó huyendo de los Habsburgo.
![MicrosoftTeams image (99)](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/microsoftteams-image-99_d0f7de47_240606143736_1200x800.jpg)
Recorrer el Lago de los Cuatro Cantones es mucho más que un show natural. En sus diferentes paradas y muelles se puede contemplar con fascinación la herencia de más de dos siglos de turismo de lujo.
De hecho, Lucerna y este lago conformaron uno de los principales destinos de Suiza a finales del siglo XVIII. En sus orillas se abrieron algunos de los más fastuosos hoteles del país, emblemas como el Beau Rivage, el Bürgenstock o el Park Hotel Vitznau que siguen deslumbrando en la actualidad.
Precisamente este último se encuentra próximo a la estación de tren que sube al monte Rigi, una de las cimas más preciadas por los suizos por su ubicación, justo sobre el lago, y sus impresionantes vistas.
![Lucerna](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/lucerna_39878f80_240606144047_1200x675.jpg)
EL COLOFÓN DE LUCERNA
Lucerna recibe al viajero con su emblema contemporáneo, el auditorio KKL, como muelle de bienvenida. Al bajar del barco y contemplar su rivera copada por grandes hoteles entre los que sobresalen torres medievales se multiplica la sensación de haber viajado en el tiempo.
Esta preciosa urbe es el punto final del Gotthard Panorama Express, un broche de oro para un viaje panorámico en el que Suiza se exhibe como lo que es: un compendio de paisajes, idiomas, identidades y experiencias inolvidables. Eso sí, Lucerna no es solo un punto final. Se trata de una ciudad que, pese a su coqueto tamaño, es un muestrario de rincones encantadores ante los que es imposible no salivar.
![León Lucerna](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/06/leon-lucerna_36807414_240606144317_1200x982.jpg)
Y es que sería un delito irse de esta urbe sin cruzar su famoso Puente de la Capilla medieval, sin recorrer su casco histórico repleto de plazas con fuentes, casas policromadas y torres defensivas y sin procrastinar junto al río Reuss. También merece la pena perderse entre la contemporaneidad de su estación de tren, diseñada por Santiago Calatrava y de su auditorio KKL, una tartaleta de planos horizontales que cobijan al paseante obra de Jean Nouvel.
La guinda a toda visita por la ciudad es la visita al completísimo Museo de los Transportes y a la Colección Rosengart, donde esperan las obras de Picasso y Klee entre otros. Y antes de despedirse en cualquiera de sus terrazas hay que contemplar en silencio la estatua del León Herido, el trozo de piedra más triste del mundo.