Uno de los mejores ejemplos de arquitectura cisterciense medieval en Irlanda es el de la Abadía Jerpoint, ubicada en Thomastown, al sur de Irlanda. Fundada por el rey de Ossory, Donogh O’Donoghoe Mac Gilla Patraic, en los albores del año 1160, fue un par de décadas después cuando pasó a manos de los monjes de la abadía de Baltinglass. Hoy Monumento Nacional del país, alberga algunas de las esculturas, decoraciones y tallas funerarias más significativas de toda Irlanda.
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GLORIA Y DECADENCIA
Los cistercienses llegaron a ser una de las órdenes religiosas más importantes de Europa. Buena cuenta de ello la dan construcciones como la Abadía de Jerpoint, donde los monjes se limitaban al estudio y a las tareas diarias, el trabajo de mantenimiento y la hospedería. Durante varios siglos, el recinto creció y floreció. Su autonomía, dada por sus jardines, molinos de agua, cocinas, establos e incluso enfermería, hizo que su población creciera hasta tener 36 monjes y 50 hermanos.
![Abadía de Jerpoint](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/30/abadia-de-jerpoint_7cea3ac2_531640865_240530133104_1200x739.jpg)
Sin embargo, la enemistad que se creó entre el rey Enrique VIII de Inglaterra y la Iglesia Católica hizo que se rompiera su relación en 1540, cuando se decidió despojar a las órdenes religiosas de sus abadías, conventos e iglesias, realizando una expropiación de las tierras para propio beneficio del país.
Así fue como la Abadía de Jerpoint fue arrendada a James Butler, el noveno conde de Ormond, y se convirtió en uno de los lugares más populares para que los nobles de la región enterrasen a sus muertos. Años después, cayó en el abandono, hasta ser considerada Monumento Nacional en 1880, abierto al público para visitas guiadas y exhibiciones.
![Abadía de Jerpoint](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/30/abadia-de-jerpoint_4b8eae33_240530133117_1200x800.jpg)
DEL ROMÁNICO AL GÓTICO
Considerada como una de las ruinas mejor conservadas de Irlanda, la Abadía de Jerpoint esconde algunas particularidades que hacen que una visita dure más de lo que quizá se prevea en un principio. Aunque nació con un estilo románico, los años y las bondades económicas derivaron en reparaciones y renovaciones de algunas de sus partes, ya en estilo gótico.
A pesar de que la abadía es del siglo XII, el claustro y la torre de cruce cuadrada son del siglo XV, ambos añadidos posteriores a la iglesia románica, donde una leyenda local asegura que se encuentra la tumba de San Nicolás. En la torre, que hizo sus veces de campanario, se pueden ver tumbas y losas funerarias, como en muchas otras partes de la construcción, donde las tallas, grabados, epitafios, efigies, sepulturas y esculturas llaman la atención de todos sus visitantes.
![Abadía de Jerpoint](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/30/abadia-de-jerpoint_69a92eb8_2393160587_240530133128_1200x800.jpg)
MARAVILLAS ESCULTÓRICAS
La cantidad de esculturas de la abadía es curiosa si se tiene en cuenta la austeridad de los monjes cistercienses y el carácter negativo que muchos abades les conferían a este tipo de representaciones, ya que muchas de las que se encuentran en la Abadía de Jerpoint van más allá de las figuras de personas y muestran bestias tales como dragones y mantícoras, muchas de ellas con algún guiño humorístico difícil de ver en las representaciones de aquella época.
La arcada del claustro, esculpida en el siglo XV, los capiteles y las columnas de este son algunos de los lugares donde más se concentra el arte en piedra. La extravagancia de las figuras, donde se muestran cortesanas, clérigos grotescos y caballeros, algunos con pose extraña, hacen pensar que se cincelaron a imagen y semejanza de los dibujos presentes en los manuscritos medievales.
![Abadía de Jerpoint](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/30/abadia-de-jerpoint_e0437047_240530133139_1200x800.jpg)
En el interior de la iglesia también puede verse la tumba de Felix O’Dullany, obispo de Ossory, representada con una serpiente mordiendo su báculo. Y no solo esta está tallada, pues son muy comunes las esculturas en las tumbas de la abadía que van de los siglos XIII al XVI. De hecho, los cofres donde yacen nobles y religiosos están decorados con los conocidos como ‘llorones’, como se define a las tallas de apóstoles y santos alrededor de una tumba.
Otra de las losas más curiosas del recinto es la de ‘Los Hermanos’, del siglo XIII, donde están grabados dos caballeros con los brazos entrelazados, uno mirando al otro, en una postura que recuerda más a las representaciones de los matrimonios. Aunque se barajan varias hipótesis de lazos sanguíneos, como pareja, padre e hijo o incluso amigo, lo cierto es que acabó bautizándose como una imagen fraternal.