El avión de Singapore Airlines que cubría la ruta entre Londres y Singapur el pasado lunes fue sacudido por «fuertes turbulencias» al perder altura repentinamente, causando una víctima mortal. Otros 23 pasajeros y ocho tripulantes resultaron heridos y fueron hospitalizados en Bangkok tras el aterrizaje forzado del Boeing 777-300 ER a las 15.45 hora local.
Según datos del portal FlightRadar 24, unas once horas después de despegar de Heathrow, el avión cayó bruscamente unos 1.800 metros en solo cuatro minutos, descendiendo desde los 37.000 a los 31.000 pies, momento en el que consiguió estabilizarse.
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Tras el aterrizaje en la capital tailandesa, el Consejero Delegado de la aerolínea, Goh Choon Phong, trasladó su pésame a la familia y seres queridos del pasajero fallecido y se disculpó «profundamente por el trauma sufrido por todos los pasajeros y miembros de la tripulación de este vuelo», que transportaba 211 pasajeros y 18 tripulantes.
Posteriormente, el director de la compañía pública Aeropuertos de Tailandia, Kittipong Kittikachorn, informó que la víctima mortal padecía una enfermedad cardíaca y podría haber fallecido por un infarto de miocardio, e indicó que los heridos, algunos con contusiones craneales debido a los golpes producidos con el techo o el portaequipaje del avión, fueron ingresados en un hospital de la capital tailandesa.
¿Son frecuentes las Fuertes turbulencias?
Aunque las turbulencias suponen la principal causa de lesiones no mortales entre los pasajeros y la tripulación, las muertes causadas por este flujo turbulento son extremadamente raras, informa la Asociación de Transporte Aéreo Internacional. Esto se debe a que las turbulencias causadas por mal tiempo se asocian a nubes de tormenta, que pueden predecirse y controlarse.
Sin embargo, los aviones pueden entrar en una turbulencia de aire despejado (CAT), producidas en condiciones aparentemente tranquilas, como en el caso del Boeing 777-300 ER. A diferencia de las turbulencias ocurridas durante una tormenta, estas están causadas por remolinos a pequeña escala muy localizados, que son muy difíciles de detectar y predecir. En consecuencia, cuando ocurre este movimiento vertical -que suele producirse por encima de los 15.000 pies-, la tripulación no tiene tiempo de advertir a los pasajeros para colocarse los cinturones de seguridad. Esto ocurre cuando son turbulencias graves o extremas, en las que los pilotos pueden perder el control del avión, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Cada vez más y más fuertes
Según registros de la Administración Federal de Aviación, los últimos vuelos que sufrieron fuertes turbulencias ocurrieron en marzo de 2023, en un vuelo de Lufthansa entre Texas y Frankfurt, y en diciembre de 2022, en un avión de Hawaiian Airlines entre Phoenix y Honolulú. Los últimos informes publicado indican un posible aumento de la frecuencia e intensidad de las turbulencias en los últimos años, que estarían causados por el cambio climático y las elevadas emisiones de dióxido de carbono que afectan a las corrientes de aire.
Investigaciones recientes, indican que las turbulencias podrían triplicarse a finales de siglo, por lo que en los próximos años los vuelos serán más agitados a lo que estamos acostumbrados.
La importancia del cinturón
Aunque los aviones están diseñados para soportar condiciones duras y es raro que se produzcan daños estructurales, los pasajeros y miembros de tripulación sí que pueden sufrir graves consecuencias debido al brusco movimiento. Los expertos recalcan la importancia de permanecer sentado y llevar puesto el cinturón de seguridad en la medida de lo posible. Según explica el Dr. Williams en The New York Times, cuando ocurre un brusco movimiento vertical, este supera la fuerza de la gravedad, y «si no llevas puesto el cinturón de seguridad, por definición te convertirás en un proyectil, en una catapulta, te elevarás de tu asiento».
¿Qué hacer para evitar daños durante las turbulencias?
Según los consejos de la Administración Federal de Aviación, los pasajeros pueden evitar las lesiones provocadas por turbulencias inesperadas con el cinturón de seguridad bien abrochado en todo momento. Sin embargo, esto no es lo único que hay que hacer, ya que recalcan la importancia de prestar atención a los comunicados de los pilotos y auxiliares de vuelo, de leer la tarjeta de instrucciones de seguridad, de respetar las medidas del equipaje de mano y de utilizar los asientos y dispositivos de seguridad infantil homologado para los niños.