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Cala Sardinera
La pequeña cala virgen de la localidad de Jávea es un arenal de grava y piedra al norte del Cabo Prim. Para llegar a ella se ha de descender desde el Mirador de la Cruz del Portitxol en una senda rodeada de vegetación que desemboca en este enclave de la Costa Blanca. Nombrado así por ser antaño el lugar donde se extendían los sardinales, unas redes finas para capturar sardinas, es un sitio perfecto para practicar snorkel y disfrutar de la belleza de la posidonia.
Baños de Claudia
La playa de Bolonia es conocida en la costa gaditana por su largo arenal blanco y de aguas cristalinas, pero también por su gran duna de 30 metros de altura y por ser considerada una de las mejores playas de Europa. El bello entorno se completa con la antigua ciudad de Baelo Claudia, en un extremo de la playa, y cerca de ella, las piscinas naturales. Esta zona rocosa, conocida como los Baños de Claudia por su proximidad al yacimiento, es perfecta para darse un baño con marea alta y temperatura más cálida que en el resto del arenal.
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Playa La Rijana
Esta pequeña cala oculta junto a Motril, entre Calahonda y Castell de Ferro, es un espacio natural único y prácticamente virgen. Los grandes acantilados que rodean sus 250 metros de largo vigilan a los bañistas de cerca, al igual que los restos de una torre romana que sobresale entre las piedras. Aunque es uno de los lugares más remotos de la costa granadina, se puede hacer difícil encontrar sitio en su pequeño aparcamiento, con lo que es mejor llegar con tiempo. Su arena oscura y su tranquilo emplazamiento la hace perfecta para relajarse y desconectar cualquier día de verano.
Playa de Sotogrande
Sotogrande es el lugar perfecto para vivir una vida de ensueño en el mediterráneo gaditano. Esta urbanización a media hora de Marbella está considerada una de las más exclusivas de Cádiz. El lujo tranquilo del lugar hace que el entorno no esté masificado, y sus playas largas y llanas son algunas de las mejores para perderse y disfrutar del sol de Andalucía. La playa de Sotogrande, al oeste del río, tiene acceso a través del Paseo del Parque, y a sus espaldas se extiende toda una llanura salvaje que, sumado a que no cuenta con servicios, a diferencia de los arenales que la rodean, la convierten en un remanso de paz.
Playa El Portiellu
A través de la senda costera que parte del pueblo de Póo se llega hasta una de las mejores playas de Asturias: la Playa el Portiellu. Unida a la contigua Playa de San Martín durante la bajamar, sus fuertes vientos hacen de su oleaje una de las grandes características del lugar, por lo que son muchos los surferos que se acercan a disfrutar del litoral revoltoso de este rincón de la Costa Verde. Junto al arenal se pueden ver los restos de la ermita románica de San Martín, y rodeando la playa se encuentra el Camino de Santiago del Norte.
Playa Fábregas y Playa Ribeira do Carro
La Playa Fábregas y la Playa Ribeira do Carro son dos arenales contiguos y aislados en la costa gallega. Ubicadas junto al famoso Mirador Pena Furada, pertenecen al municipio de Ortigueira, y aunque su acceso no es fácil, existe un sendero que se ha de recorrer siempre en marea baja, durante la cual será posible acceder de una a otra playa. Su fuerte oleaje atrae a amantes del surf, mientras que la paz que se respira en el entorno anima a los más solitarios a acercarse al lugar.
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Cala Bramant
Conocida también como la Cala de los Enamorados, Cala Bramant está a tan solo dos kilómetros de la localidad de Llançà, en Girona, entre los escarpados acantilados y formaciones rocosas propias de la Costa Brava. Para llegar a ella se ha de recorrer un agradable camino que pasa por otras playas, como la de Cros y Canyelles, y una vez en Cala Bramant, se podrá disfrutar de las vistas de Llançà y del Cabo de Creus. Paisaje Pintoresco desde 1972, sus aguas cristalinas son perfectas para animarse a bucear y descubrir el fondo marino.
Playa de L’Home Mort y Playa de Roses
En la popular Sitges se encuentra una diminuta pero coqueta cala conocida como la Platja de l’Home Mort, gemela de su contigua Playa de Roses. Aunque el nombre no es muy halagüeño, se cree que se le puso porque en la Segunda Guerra Mundial se encontró el cuerpo de un aviador en la arena. Sin embargo, no es un lugar peligroso: de hecho, este fue uno de los primeros arenales LGTBIQ+ friendly del mundo en 1930, además de nudista. Ubicado en el Parque Natural del Garraf y rodeado de acantilados, se accede a pie desde el aparcamiento de la antigua discoteca Atlàntida.
Cala Xelín
Ubicada en L’Ametlla de Mar, en la Costa Daurada, esta playa de les Terres de l’Ebre despunta por ser una pequeña cala rodeada de vegetación, con grava y aguas cristalinas. A pesar de su pequeño tamaño, unos 100 metros de ancho, es conocida por los locales como una de las que tienen las aguas más cristalinas. Por el lugar transcurre el itinerario del GR92, el sendero del Mediterráneo, con lo cual también se puede dar un paseo alrededor o, simplemente, tumbarse en una hamaca a descansar.
Playa de Aramal
La costa cántabra guarda toda clase de sorpresas, y una de ellas está en el municipio de Val de San Vicente, en Pechón. De unos 100 metros de largo, la Playa de Aramal está entre las playas más bonitas de Cantabria, compuesta de una arena fina y dorada y aguas calmas que la hacen segura para el baño. Su acceso puede ser algo complicado por el cierto desnivel, pero vale la pena por su encanto salvaje y la sensación de haber encontrado uno de los lugares más tranquilos de la costa cantábrica.
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