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A lo largo del territorio que formó parte del Imperio Romano, serpentea una larga red de fronteras fortificadas que actuaron como escudo protector del imperium. A estas líneas defensivas que delimitaban el territorio romano se las conoce como limes, que significa límite en latín. En los confines que eran constantemente amenazados por las invasiones, se construyó una compleja red de edificaciones militares que actuaron como muro de contención ante las invasiones.
Pasear por los limites permite viajar a través de épicas epopeyas que narran las batallas contra las poblaciones invasoras, donde las ruinas susurran relatos de resistencia, ingenio y grandeza que invitan a descubrir la gloria de una civilización que marcó la historia de la humanidad.
EL ESCUDO DEL IMPERIO
Las fronteras romanas estaban formadas por guarniciones permanentes que requerían de una gran logística militar. Aquellas posiciones que estaban alejadas de las ciudades se transformaron en urbes autónomas llenas de vida, donde se instalaban las familias de los soldados. Algunos enclaves adquirieron una gran importancia en el comercio, puesto que eran frecuentados por múltiples comerciantes. Su finalidad no era impedir el paso, ya que a través de ellas debían circular mercaderes y personas que iban a trabajar dentro de los muros. Su propósito era controlar el tráfico de personas y evitar la entrada de grandes grupos de invasores.
En Europa y en las tierras bañadas por el Mediterráneo, existe un gran conjunto de limites. Las fronteras de mayor importancia de Europa eran las de Gran Bretaña, las del Rin, las del Danubio y Dacia. En África, las del desierto de Libia, el Sahara y en Oriente, las que limitaban con Arabia, así lo indica Historia National Geographic.
limes Patrimonio de la Humanidad
Diversos limites forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, debido a que se tratan de un testimonio excepcional de una tradición cultural y una civilización desaparecida. También gracias a que son un ejemplo destacado de un conjunto arquitectónico que ilustra etapas significativas de la historia de la humanidad, así como por el importante intercambio de valores humanos sobre desarrollos en arquitectura, artes monumentales y urbanismo.
Este 2024, la UNESCO ha añadido las fronteras de Dacia (Rumanía), a la lista de Patrimonio de la Humanidad. Previamente, otros limites habían sido incluidos en la lista. El Muro de Adriano en 1987, el limes de la Alta Germania-Recia en 1987, el Muro de Antonino en 2008, el limes de Baja Germania en 2021 y el limes del Danubio en 2021.
El MURO DE ADRIANO (inglaterra)
Entre los verdes campos de la antigua Britannia se abre paso el Muro de Adriano, una de las fronteras más importantes del Imperio Romano. El emperador Adriano mandó construirlo para defender las tierras romanas de las ofensivas de las tribus de pictos. El limes se desplegaba a lo largo de 117 kilómetros desde el río Tyne hasta el golfo de Solway. Estaba compuesto por fortines y fuertes que albergaban guarniciones y puntos de vigilancia, así como un conjunto de fosos.
LIMES GERMANICUS (ALEMANIA)
Las fronteras de Magna Germania, compuestas por los limites de Alta Germania-Recia y Baja Germania, se extiendían a lo largo de 550 kilómetros. En el momento de máximo esplendor llegó a extenderse desde Ratisbona en el Danubio, hasta la salida del Rin en el mar del Norte. Octavio Augusto fue el primer emperador que empezó a construir esta red de fortificaciones para impedir el avance de las tropas germánicas no sometidas.
El castellum de Saalburg situado al noroeste de Bad Homburg, es una demostración de los avanzados conocimientos de ingeniería militar del Imperio Romano y uno de los mejores conservados. La fortaleza, defendida por un cinturón de murallas, guarda en su interior una gran principia (plaza central cubierta), donde se encontraban las dependencias de los centuriones y la administración. En el interior también se encuentra el praetorium (residencia del comandante) de la unidad y el horreum (almacén de provisiones). Fuera de las murallas podemos encontrar las ruinas restauradas de su vicus (poblado civil), que alberga yacimientos de gran importancia arqueológica, como un conjunto de casas, un templo dedicado a Mithra y unas termas. Además cuenta con un museo donde podrás aprender sobre la complejidad de las lineas defensivas del imperio.
LIMES DEL DANUBIO
Esta frontera se extiende a lo largo del Danubio por Bulgaria, Rumanía, Serbia, Hungría, Eslovaquia, Austria y Baviera. El limes estaba formado por un conjunto de fuertes de legionarios y otros auxiliares, puestos de vigilancia elevados situados en las montañas, una gran red de vías romanas y una flota que patrullaba el Danubio.
Entre las reliquias de la antigüedad que se conservan de este tramo de frontera, destaca el parque arqueológico de Carnuntum, sede de la flota del Danubio y refugio de Marco Aurelio en las guerras marcoromanas o las ruinas y la fortaleza de Durostorum en las orillas del Danubio en Bulgaria. Podrás admirar estas ultimas mediante un paseo en bicicleta a través de la etapa de Dunav Ultra que bordea el rio y finaliza en el mar Negro.
LIMES DE DACIA (RUMANIA)
Este 2024, se ha añadido a la lista del Patrimonio de la Humanidad el enclave defensivo de Dacia, debido a que «representa la frontera terrestre más larga y compleja de una antigua provincia romana en Europa», según la ficha técnica de UNESCO. El limes situado al norte del Danubio, constaba de una red de fortalezas legionarias, murallas, torres de vigilancia, fuertes auxiliares, campamentos temporales y edificios seculares. Este era utilizado para evitar las invasiones bárbaras y para controlar el acceso de recursos de gran valorcomo la sal y el oro.
El fuerte auxiliar de Porolissum, ubicado en la cadena montañosa de Meses, es el yacimiento arqueológico romano más grande y mejor conservado de Rumania. En el complejo militar se conserva un anfiteatro, tramos de la calzada militar, varias casas y la imponente reconstrucción de la Porta Praetoria.
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