benvenuto in calabria
«Cervicati es un antiguo burgo medieval situado en los Apeninos Calabreses. Surge en una loma bajo un risco que divide dos valles. A causa de ello es un lugar ventoso. Frío en invierno y fresco en verano. El cielo siempre está terso. El aire limpio sabe a jazmín y madreselva. (…) La vida transcurría lenta y monótona, y acarreaba con ella una ineluctabilidad que hacía impensable cualquier cambio».
Estas palabras de la escritora Annalisa Martino, tomadas de su novela Criada (2013), revelan la esencia de Calabria, la región más meridional de la península italiana. Calabria es exactamente así, donde todo se detuvo. En esta tierra y en la limítrofe Basilicata, incluso el dialecto no tiene futuro y todos los verbos se expresan en presente o pasado: es un tiempo palpable, cuyo estatismo se percibe en el momento en que se toca su suelo.
Cervicati se encuentra en la Calabria septentrional, dentro de la provincia de Cosenza y en el corazón de la Sila, una meseta vasta y frondosa que recuerda los paisajes alpinos. Una naturaleza exuberante con grandes pastizales, lagos azules y altas montañas que se recortan sobre cielos puros.
![Cosenza Vecchia](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/17/cosenza-vecchia_250c4ea5_240517114140_1200x802.jpg)
Cosenza Vecchia entre soppressata
Unos 40 km al sur siguiendo el curso del río Crati, se llega a Cosenza, una ciudad sorprendente con un pasado bizantino y normando que se reconoce en su precioso centro histórico. Cosenza Vecchia es un laberinto de callejas, escaleras y callejones donde, por la noche, apetece sentarse a saborear un aperitivo con soppressata, el embutido típico de esta zona –y también de la Basilicata–, y un plato de patatas ‘mpacchiuse (pegajosas), salteadas con aceite y cebolla.
Conviene después buscar un punto desde el que contemplar la ciudad antigua iluminada, recostada sobre la confluencia de los ríos Crati y Busento; más allá se encuentra la nueva Cosenza. El contraste entre lo antiguo y lo moderno, y también entre conservación y abandono, nos acompañará durante todo nuestro viaje.
![Sila Calabria](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/17/sila-calabria_a101d7d8_240517115552_1200x800.jpg)
Un tren hasta el altiplano
Para explorar el altiplano de la Sila –150.000 hectáreas de parque nacional– nada como subir a bordo del tren con una locomotora a vapor que cubre el tramo de Moccone hasta San Nicola Silvana Mansio. Esta histórica línea ferroviaria de vía estrecha, proyectada en 1911 pero inaugurada en 1956, alcanza los 1400 m y ofrece vistas sublimes.
Otra manera de descubrir la Sila es a pie siguiendo el Camino de San Francisco de Paula, una ruta de peregrinación de 112 km que también puede recorrerse la mitad, desde San Marco Argentano hasta el Santuario de Paula, en la costa tirrena.
![Capo Colonna, columna del Templo de Hera Lacinia, Crotona](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/capo-colonna-columna-del-templo-de-hera-lacinia-crotona_5804828f_240426101104_1200x800.jpg)
dos calabrias, una hospitalidad común
El mar Tirreno y el mar Jónico, además de dibujar el límite imaginario entre el Mediterráneo oriental y el occidental, dividen Calabria en dos: la Citerior o latina y la Ulterior o griega. Durante mucho tiempo llamadas las Calabrias, son dos regiones que hay que saborear poco a poco. Solo así será posible embriagarse con el perfume de almendra, cedro y bergamota, descubrir tradiciones milenarias y dejar que la vista se pierda por sus siempre mutables paisajes, de colores a veces chillones y a veces sombríos, acompañados por un cielo turquesa, terso con un sol «ferozmente antiguo», como lo describió Pier Paolo Pasolini en su Poesía en forma de rosa.
Calabria siempre ha sido una tierra hospitalaria. Todavía hoy residen en ella tres comunidades bastante numerosas que llegaron a la zona hace siglos: la albanesa, la provenzal y la griega. En Basilicata, Calabria y Apulia viven 100.000 arbërëshe, la «nación dispersa» de albaneses que en el siglo XV huyeron de la invasión otomana y se establecieron aquí. Hoy en día y sobre todo en la provincia de Cosenza, sus descendientes mantienen vivas la lengua y las tradiciones, y honoran a Skanderbeg, el héroe que hizo frente al avance otomano.
![Vista aérea de la costa de la Guardia Piemontese](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/vista-aerea-de-la-costa-de-la-guardia-piemontese_de218178_240426105006_1200x675.jpg)
Guardia Piemontese: el puerto provenzal
El pueblo Guardia Piemontese, en la costa tirrena, es un enclave de lengua occitana provenzal fundado en el siglo XIII por una comunidad de Arlés de seguidores de la Iglesia Valdense, una tradición cristiana que predicaba la pobreza como vía hacia la perfección; declarados herejes por la Iglesia católica, se alinearon con la Reforma protestante y sufrieron persecuciones. Casi mil años después, las tradiciones provenzales siguen muy presentes en las calles y en las escuelas, donde se enseña la lengua occitana.
![Pentedattilo, pueblo abandonado](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/pentedattilo-pueblo-abandonado_d9676f92_240426110654_1200x800.jpg)
Pentedáttilo y otros hallazgos rupestres
En el profundo sur de la península, sobre las laderas del Aspromonte, se habla griko o griego de Calabria, una variante del griego moderno. Sobre todo en Pentedáttilo, emplazado a la sombra del monte Calvario, una mano con cinco dedos que ha dado nombre al pueblo, y en la cuidada localidad de Bova, a pocos kilómetros de distancia.
Desde la costa tirrena nos adentramos en el altiplano de Monte Poro y accedemos al asentamiento rupestre de Zungri, una joya arqueológica que recuerda por su atmósfera misteriosa la Petra de Jordania o la Matmata de Túnez. En invierno y en primavera, a menudo se camina en la soledad de sus callejuelas y pasadizos sumergidos en la vegetación, donde los únicos sonidos que se oyen son el viento que acaricia las copas de los árboles y el canto de los pájaros. Y así nos adentramos en esta aldea del siglo VIII, con decenas de construcciones parcialmente excavadas en la roca que crean un ambiente mágico, suspendido en el tiempo.
Estamos en la zona de la ’nduja que, junto con la soppressata de la zona Lucano-Cálabra, es uno de los símbolos de Calabria. Este embutido tierno está elaborado con carne de cerdo, manteca y mucha guindilla (peperoncino) que le da un color rojo intenso. La sobrassada balear procede de la ’nduja, que de tierras calabresas pasó a Sicilia y, de ahí, a Valencia y Mallorca. Un documento revela que, en 1403, el rey Martí l’Humà encargaba a un mayordomo de su hijo que le trajera sobrasadas de Sicilia.
![Tropea](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/17/tropea_bc10b166_240517120823_1200x800.jpg)
tropea, scilla y otras maravillas marineras
El regreso a la costa nos reserva paisajes espectaculares que fuera de la temporada estival están desiertos. Es el caso de Tropea, Diamante o Vibo Valentia, que rebosan de turistas en verano pero que en invierno regalan una indescriptible tranquilidad. Scilla es una de las perlas tirrenas y también su sugestivo burgo Chianalea, separado de la costa siciliana por el estrecho de Messina.
Contemplando el paisaje es posible revivir el mito cantado por Homero, cuando Ulises a bordo de su nave cruza el estrecho mientras evita la furia del monstruo antropófago Escila y escapa del remolino Caribdis, cuyo vórtice arrastra cualquier objeto que pase cerca. Según el poema homérico, en Scilla vivían las sirenas, capaces de cautivar con su canto melodioso a los marineros.
![El Arena dello Stretto de Reggio Calabria, frente al estrecho de Messina](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/el-arena-dello-stretto-de-reggio-calabria-frente-al-estrecho-de-messina_a8243187_240426124416_1200x800.jpg)
Regio de Calabria, la capital del sur
Regio de Calabria es la ciudad más meridional de la península Itálica. Solo por el Museo Arqueológico ya vale la pena visitarla. En sus salas se puede admirar la belleza de los dos Bronces de Riace, la Cabeza del Filósofo y la llamada Cabeza de Basilea, que son valiosos tesoros de arqueología griega. Los dos héroes áticos, que el mar Jónico restituyó a la tierra en los años 70, son de los pocos ejemplares de estatuas griegas conservadas prácticamente intactas. Con casi dos metros de altura, impresionan por su imponencia y perfección anatómica.
![Aspromonte](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/17/aspromonte_cadd0e43_240517121646_1200x800.jpg)
un litoral vintage
Desde Regio de Calabria parte la larga carretera nacional 106, que recorre 480 km de costa jónica calabresa, la Basilicata y parte de la Apulia hasta llegar a Tarento. El paisaje cambia radicalmente a partir de Reggio Calabria. Si hasta aquí la naturaleza se fundía armoniosamente, ahora se vuelve arisca y áspera,con montañas arrogantes que caen al mar como severos guardianes del interior y que reciben el ilustrativo nombre de macizo y parque nacional del Aspromonte. Conducir por la SS106 equivale, además, a viajar hacia atrás en el tiempo.
La carretera atraviesa la Italia típica de la década de los 60. Los tramos renovados se alternan con kilómetros de asfalto reseco y una señalización desgastada. La ruta corre a lo largo de un litoral con interminables playas de arena blanca y aguas turquesas, casi desiertas incluso en los meses de julio y agosto. Ocasionalmente aparece un pequeño bar destartalado con carteles descoloridos y anuncios de helados con decenios de antigüedad. La zona registra cierta actividad a principios del verano y, ya en agosto, solo por las mañanas, antes de que el sol se vuelva insoportable.
![El interior y el altar barroco de la iglesia de San Francisco de Asís](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/el-interior-y-el-altar-barroco-de-la-iglesia-de-san-francisco-de-asis_e907d4da_240426133229_1200x883.jpg)
Gerace, El interior y el altar barroco de la iglesia de San Francisco de Asís
A lo largo de esta carretera litoral encontramos tenderetes de fruta donde se exponen bergamotas, melones, granadas, naranjas y limones. El paisaje de esta costa solitaria únicamente se altera de vez en cuando con algún grupo de casas en ruinas pero todavía habitadas y con campos incultos que están siendo ya invadidos por la arena. En contraste con la costa tirrena, donde la gente está más acostumbrada al contacto con el turismo, aquí se acoge al viajero con una cordialidad espontánea, natural, que sale del corazón y convierte al recién llegado en alguien de la familia.
Continuamos bordeando el mar Jónico para llegar a la antigua ciudad griega de Gerace, a los pies del Aspromonte. Es uno de los burgos más bellos de Italia, un enclave rico en iglesias medievales y casas blasonadas que exhiben elegantes y majestuosos portales abiertos a pequeñas plazas.
![Stilo, La Cattolica](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/stilo-la-cattolica_f8562c0e_240426134802_1200x852.jpg)
Stilo, La Cattolica
Rodeamos las laderas del Aspromonte y llegamos a Stilo, un centro urbano con una evidente influencia normanda. Destaca Cattolica, una pequeña iglesia bizantina del siglo IX perfectamente conservada cuyos muros aún preservan frescos originales. No es la única joya arquitectónica de la ruta.
![Santuario de Santa Maria di Capo Colonna](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/santuario-de-santa-maria-di-capo-colonna_c29198ff_240426142917_1200x796.jpg)
Crotona entre santuarios
Continuando rumbo norte, pasamos por las ciudades de Catanzaro, capital de la región, y Crotona antes de entrar en la Basilicata. Históricamente esta región ha tenido varios nombres pues ha sido un crisol de culturas y de imperios: griegos, romanos, bizantinos, normandos, aragoneses, borbones… En realidad, la Lucania de la época romana ocupaba un área más vasta que la actual y comprendía parte de Campania, la Calabria septentrional y la Apulia.
![Templo de Hera, siglo 6 A.C., yacimiento arqueológico, Bernalda](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/templo-de-hera-siglo-6-ac-yacimiento-arqueologico-bernalda_664a08fb_240426143427_1200x800.jpg)
basilicata entre dioses
La denominación Basilicata fue adoptada en el siglo XII para definir el área administrada por un funcionario bizantino (basilikós) y comprende las cuencas de los cinco ríos que desembocan en el mar Jónico. Ahora bien, el adjetivo «lucano» ha quedado en la lengua italiana como gentilicio de la región.
En el breve tramo de costa jónica lucana resalta Metaponto, ciudad donde vivió Pitágoras. Fue un fastuoso centro de la Magna Grecia, probablemente fundado por los aqueos del Peloponeso, para después caer en el olvido durante la época carolingia. Su parque arqueológico urbano incluye el templo de Hera y es un área de acceso libre, sin barreras ni taquilla, que forma parte de la ciudad como si fuese una plaza o un parque público. Los habitantes disfrutan de los antiguos vestigios con respeto, como un bien común más de la ciudad.
![vista de una cueva de Matera, Basilicata](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/vista-de-una-cueva-de-matera-basilicata_1b3f4901_240426144512_1200x800.jpg)
rumbo a matera
Pasamos por el Parque de la Murgia Materana para dirigirnos hacia Matera. En este parque se custodian más de 150 iglesias rupestres excavadas en la roca de toba, que se remontan al reino lombardo y fueron construidas entre los siglos VII y IX. Completamente decoradas con frescos, estos fascinantes lugares de culto funden la tradición bizantina con el cristianismo de los pueblos bárbaros en un periodo de convivencia entre ambas civilizaciones. La más espectacular es la cripta del Peccato Originale, a las puertas de la localidad de Matera, en la Vía Apia. En los tres ábsides semicirculares labrados en la toba están representados relatos del Génesis.
![Matera](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/17/matera_c7906177_240517122102_1200x801.jpg)
MATERA ENTRE SASSI
Describir la magia de Matera es casi imposible. Esta ciudad que parece un belén, con sus Sassi, es decir los barrios de piedra, ha sido escenario de muchas películas. Pasolini se enamoró de ella y escogió sus tierras como escenario de su Evangelio según Mateo, quizás una de las películas más bellas sobre la vida de Jesús. El áspero paisaje cálabro-lucano y los rostros intensos de su gente hacen al Jesús interpretado por Enrique Irazoqui, un personaje auténtico. Algunos decenios después La Pasión de Cristo, de Mel Gibson, dio a conocer Matera al gran público.
![Matera rupestre](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/17/matera-rupestre_3d85c039_240517122325_1200x800.jpg)
Un laberinto ruprestre
Matera es una de las ciudades más antiguas del mundo, habitada desde el Paleolítico, está llena de laberintos, calles en pendiente, iglesias rupestres, centenarios depósitos de agua y edificios que se sobreponen a construcciones de edades más antiguas. Llamarla ciudad es incorrecto, es un asentamiento territorial entre la naturaleza y el hombre. Ha conocido periodos de gran esplendor, pero también de suma pobreza. El lugar transmite una sensación de coexistencia entre miseria y nobleza. La belleza de Matera es, sobre todo, subterránea, escondida. En el año 2000 se descubrió la enorme cisterna bajo la plaza principal, de una belleza asombrosa, comparable a la Basílica Cisterna de Estambul.
![pIETRAPETROZApI](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/05/17/pietrapetrozapi_e0c42019_240517123340_1200x800.jpg)
CIUDADES EN EQUILIBRIO
Potenza, capital de la región, es la población ubicada a más altura del país (819 m). Se la conoce como «la ciudad de las mil escaleras» porque las hay por todas partes y conectan sus dos sectores: el superior, donde se encuentra el centro histórico; y el inferior, la zona moderna. Es una ciudad de empinadas subidas y vertiginosas bajadas.
Para conectar cada rincón hay todo tipo de escaleras. Muchas, muchísimas, con rampas o solo con peldaños, antiguas, modernas, mecánicas o talladas en la roca. Una recreación arquitectónica de las escaleras sin fin de Escher. Los habitantes de Potenza viven ese arriba y abajo constante también en su lenguaje cotidiano con expresiones como «subir al centro» o «bajar a casa». No muy lejos, el icónico pueblo Pietrapertoza ofrece un bello ejemplo de cómo vencen aquí la gravedad.
![Pollino parque nacional](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/26/pollino-parque-nacional_7b70bc22_240426151213_1200x800.jpg)
UN PULMÓN VERDE
Esta pequeña región es una explosión de naturaleza. Debido a los rigurosos inviernos, se disfruta mejor de ella en primavera o verano.En el norte está la llanura del Vúlture, un volcán extinto de austera belleza con los dos lagos de Monticchio, de sorprendentes aguas verdes. Y más al sur, el Parque Nacional del Pollino, con casi 2000 km2 de montañas salvajes entre Basilicata y Calabria. Tiempo atrás era una tierra de pillaje, pero hoy es un espectáculo natural y una explosión forestal. Sus cumbres de más de 2000 m quedan cubiertas de nieve a partir de noviembre. En verano, cuando se puede subir hasta ellas, regalan un espectáculo único: la vista del mar Tirreno y del Jónico separados por las montañas.
A través del Pollino volvemos a Calabria, a la provincia de Cosenza, inicio y final de nuestro viaje, una zona de Italia donde todavía hay mucho por descubrir.