Escuela de samuráis Nisshinkan
Durante la gran hambruna iniciada en 1782 surgieron diversos problemas en el dominio de Aizu. Para resolverlos, Tanaka Genzai, el principal sirviente del señor feudal recomendó centrarse en el desarrollo de la educación, lo que se tradujo en la creación del Nisshinkan. Los hijos de los señores feudales y samuráis estaban obligados a matricularse en la escuela a la edad de diez años. La educación samurái es lo que diferenció al clan Aizu de otros clanes del Periodo Edo en Japón. Los alumnos de esta escuela seguían estrictamente las reglas Ju-no-Kite, la más importante de las cuales era tan básica como “No hacer lo que no se debe hacer”.
Algunas características únicas de la escuela incluyen la piscina más antigua de Japón, donde los estudiantes aprendían a nadar con la armadura puesta, y un observatorio astronómico. En la actualidad, el Nisshinkan está abierto a las visitas, además de utilizarse como campo de entrenamiento para entusiastas de las artes marciales. Esta antigua escuela ofrece experiencias como el tiro con arco japonés, que se centra en el aspecto del movimiento de la filosofía del Bushido, y la ceremonia del té y la meditación zen, basadas en la quietud.
![Monte Iimori Templo Sazaedo](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/26/monte-iimori-templo-sazaedo_fa6402d2_240326134314_1200x1800.jpg)
Monte Iimori
La unidad militar conocida como Byakkotai, formada por jóvenes adolescentes, hizo importantes contribuciones en favor de Aizu durante la Guerra Boshin. Al inicio de la contienda se les asignaron labores de vigilancia en el castillo de Tsurugajo, pero acabaron uniéndose a la lucha. Veinte de sus miembros se refugiaron en el monte Iimori. Una confusión los llevó a pensar que el castillo estaba en llamas, cuando en realidad estaba ardiendo la ciudad. Creyendo que todo estaba perdido intentaron quitarse la vida con la ceremonia del seppuku, vulgarmente conocida como harakiri, y 19 de ellos lo consiguieron. Las tumbas de estos chicos, que habían estudiado en el Nisshinkan, se encuentran en el propio monte. Una escultura en piedra de uno de ellos, mirando en dirección al castillo, recuerda este trágico episodio.
A medio camino de la cima del monte podemos visitar el templo de Sazaedo, conocido por su singular arquitectura. Está construido enteramente en madera, sin utilizar clavos, y tiene forma hexagonal. Una rampa de doble espiral permite acceder hasta la parte superior, esta curiosa estructura unidireccional cuenta con pasillos ascendentes y descendentes completamente separados, lo que evita cruzarse con otras personas. Fue designado Bien Cultural de Importancia Nacional en 1996.
![Castillo Tsurugajo](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/26/castillo-tsurugajo_6dcf49de_240326134338_1200x1800.jpg)
Castillo Tsurugajo
Este imponente castillo es un buen lugar para conocer la rica historia de Aizu, incluyendo la Guerra Boshin y la historia de los Byakkotai. Fue construido a finales del siglo XIV. Durante el conflicto armado, el castillo resistió un ataque de un mes de duración por parte de las nuevas fuerzas gubernamentales, cogiendo fama de inexpugnable. Además de visitar el museo del interior, es una delicia pasear por sus jardines en cualquier época del año: con los cerezos en flor o sakura en primavera, el verdor de la vegetación en verano, el enrojecimiento de las hojas o momiji en otoño y todo el entorno nevado en invierno.
![Ouchijuku](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/26/ouchijuku_9c0b41d6_240326134401_1200x800.jpg)
Ouchijuku
Ouchijuku es una antigua localidad de postas a lo largo de la ruta comercial Aizu-Nishi Kaido, que conectaba Aizu con Nikko durante el Periodo Edo. Las restricciones establecidas por el shogunato obligaban a los viajeros a realizar sus largos viajes a pie y, como resultado, se desarrollaron este tipo de lugares para proporcionar comida y descanso. Las casas han sido restauradas para que tengan el mismo aspecto que entonces, escondiendo cualquier detalle que tenga que ver con la modernidad, como el hecho de haber enterrado los cables de teléfono y electricidad. Los tejados de paja de los edificios están hechos con técnicas tradicionales y se mantienen, rehaciéndolos año tras año.
Los puestos de artesanía y productos gastronómicos suelen estar regentados por entrañables ancianas que no dudan en utilizar su sonrisa como lenguaje universal para comunicarse con los visitantes extranjeros. En las casas de comida del pueblo, como Misayawa, sirven un tipo de soba con rábano rallado conocido como Takato, nombre que recibía el dominio de uno de los señores feudales que tuvo Aizu. La rareza de esta preparación radica en que se come con la ayuda de una cebolleta verde en lugar de los tradicionales palillos.
![Tagoto](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/26/tagoto_1edca3ff_240326134426_1200x1600.jpg)
Cocina tradicional
Una buena mesa es el mejor complemento a una jornada de cultura samurái en la ciudad de Aizu Wakamatsu. Al entrar en Tagoto Cuisine Inn, a un corto paseo del histórico y pintoresco distrito del mercado de Nanakomachi, todo está pensado para sentir el espíritu y el esplendor del Periodo Edo. Tagoto es un lugar conocido por su hospitalidad y sus comidas típicas de la región cuidadosamente preparadas. Ofrecen cocina kaiseki, ágape servido en varios platos, en este caso elaborada con ingredientes frescos y de temporada de Aizu. Se cuida al máximo el sabor, la textura, el color e incluso la vajilla, con el fin de que la presentación final responda a conceptos estéticos y de armonía. Algunas de las especialidades son el wappa-meshi, conocido aquí por el localismo de meppa-meshi y que consiste en un plato de arroz cocido en una caja de madera junto a otros ingredientes y caldo; el tofu de maíz o el miso dengaku, un plato de berenjenas estofadas con pasta de miso que es típico de la ciudad. Delante de Tagoto aún se conservan algunas de las rocas conocidas como Piedras del Descanso, utilizadas en el pasado por los viajeros para hacer un alto en el camino.
![Higashiyama Onsen Harataki](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/26/higashiyama-onsen-harataki_bf7f6af4_240326134549_1200x801.jpg)
El descanso del guerrero
Los beneficios de las aguas de Higashiyama Onsen fueron descubiertos hace unos 1300 años. En el Periodo Edo, el clan Aizu creía que bañarse en el agua del onsen (baño termal natural) era equiparable a cualquier forma de tratamiento médico, y así es como esta ciudad de aguas termales llegó a prosperar. También se cree que rejuveneció la mente y el cuerpo de los Shinsengumi, la principal fuerza samurái que luchaba por el antiguo sistema feudal a finales del Periodo Edo. Harataki es uno de los alojamientos de esta pequeña localidad, un tradicional ryokan con un precioso rotenburo (onsen al aire libre) rodeado de naturaleza y varios ofuro (bañeras privadas) que pueden reservarse por unos pocos euros. El compromiso de este establecimiento con la vida sana se demuestra también en la mesa, su restaurante utiliza ingredientes de los pueblos de alrededor y de temporada, incluyendo sabrosas verduras cultivadas en la propia localidad.
![Soma Nomai](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/26/soma-nomai_b87913af_240326134614_1200x858.jpg)
Soma Nomai
Soma Nomaoi se celebra, anualmente, el último fin de semana de mayo en las ciudades de Soma y Minamisoma. Se trata de un festival de tres días con procesiones y carreras de caballos con los jinetes ataviados con sus trajes de samurái. El festival está inscrito como Bien Cultural Popular Inmaterial de Japón. Se dice que el evento tiene una historia de más de mil años, ya que derivó de los ejercicios militares de los guerreros liderados por Taira Masakado (903-940), de quien se cree que descendía el clan Soma; el nombre de infancia de Masakado era Soma Kojiro. Durante la larga historia del clan Soma nacieron no sólo el Soma Nomaoi, sino también las canciones populares, la danza Bon Odori, el Kagura (música y danza sintoístas) y otros elementos culturales de los que la ciudad de Soma se siente orgullosa. Gran parte del castillo del clan fue destruido durante el periodo Meiji, pero aún se conserva una puerta y los terrenos circundantes. Su escudo aún puede verse en varios lugares de la zona, pero sobre todo está presente en los tres santuarios principales: Nakamura, Ota y Odaka, adonde acuden los jinetes y sus caballos durante las celebraciones del festival.