así afecta a los viajes

Después de la colada de lava registrada a mediados de enero en la península de Reykjanes, en el extremo suroriental de Islandia, las autoridades advirtieron de la posibilidad de volver a ser «escenario de una erupción volcánica inminente». Este sábado, la tierra de Islandia ha decidido volver a abrirse con una nueva erupción. Es la cuarta grieta que se crea en la península de Reykjanes en los últimos cuatro meses, después de la ocurrida el 8 de febrero.

A las 8 de la tarde del sábado, los servicios de defensa civil registraron una erupción entre Hagafell y Stora-Scogfell, al norte de la ciudad de Grindavik, donde viven unos 4.000 habitantes. Los residentes han tenido que ser desalojados, igual que 700 visitantes de la Laguna Azul, una de las atracciones turísticas más populares de Islandia.

SIN AMENAZA INMEDIATA

El sábado por la noche, el cráter de Sundhnjúkagígar entró en erupción. Poco después, se formó una fisura de 2,9 kilómetros de longitud, similar a la que tuvo lugar el pasado 8 de febrero. En esta ocasión, el periodo de la alerta fue muy breve, ya que el Departamento de Protección Civil y Gestión de Emergencias registró la primera alerta a las 18.43 GMT. La erupción se confirmó 40 minutos después.

De madrugada, la Oficina Meteorológica de Islandia registró que la lava continuaba hacia el sur y sureste a 1km/h. La fisura se extendió a unos 3,9 kilómetros. El alto cargo de la Policía, Bjarney Annelsdóttir, informó que «si la erupción continúa al mismo ritmo, se debe considerar el escenario de que la lava llegue al océano».

El pueblo de Grindavik ya fue evacuado en noviembre cuando el sistema volcánico Svartsengi despertó tras casi 800 años con una serie de terremotos que abrieron grandes fisuras en la tierra entre la ciudad y Sylingarfell, una pequeña montaña al norte. El volcán entró finalmente en erupción el 18 de diciembre, expulsando lava por Grindavik. Una segunda erupción, que comenzó el 14 de enero, envió lava hacia la ciudad.

La capital islandesa se encuentra a tan solo 40 kilómetros, y aún más próximo está el aeropuerto de Keflavík, único internacional del país que continúa las operaciones con normalidad, si bien Isavia advierte a los pasajeros de la erupción y les invita a consultar las fuentes de información oficial en todo momento. En caso de que la lava llegase al mar, el escenario podría cambiar radicalmente como en 2010, cuando el volcán Eyjafjallajökull detuvo el tráfico aéreo en buena parte de Europa durante varios días.

¿El volcán del invierno del polvo?

La península de Reykjanes es un punto caliente volcánico y sísmico al suroeste de la capital de Islandia. La última vez que hubo movimiento volcánico fue en marzo del 2021, en el valle de Geldingadalur. Entonces Leonardo Piccione se encontraba allí por casualidad. Llevaba varios años obsesionado con los volcanes de Islandia, pero aún no había podido ver ninguno en acción en los cinco años y dos meses que había pasado documentando su próximo libro, el Atlas novelado de los volcanes de Islandia que publicó en noviembre de 2023 la editorial Nórdica Libros en España.

En la ficha informativa del libro, Leonardo Piccione señala que la última erupción importante fue entre el 1210 y 1240 d. C. que entonces, aquella erupción dio paso al “invierno del polvo”, debido a la espesa capa de ceniza volcánica que se depositó en la región. Ahora, uno de los riesgos derivados de una erupción, tal como se indica en el libro, podría ser más ceniza volcánica en centros de población, carreteras y en el aeropuerto internacional de Reikiavik. Un episodio más en el “eterno presente de este universo”.

LAS Otras alternativas al famoso Blue Lagoon

Los baños termales de Guðlaug, diseñados por Basalt Architects y con vistas espectaculares.
Laugarvatn Fontana, en el centro de la ruta turística más popular de Islandia, el Círculo Dorado.
Aguas termales de Hvammsvik, para disfrutar de un baño lejos de multitudes.

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