Barcelona y Shanghái son ciudades hermanadas, pero desde 2020 lo eran sólo sobre el papel porque habían perdido su conectividad directa en lo peor de la pandemia. Eso a pesar de que la demanda de vuelos indirectos de Air China era muy potente (En 2023, tuvo más de 273.000 pasajeros de forma indirecta) y que Cataluña cuenta con una importante comunidad procedente en su mayoría de la provincia de Zhejiang, limítrofe con Shanghái. La situación se revierte ahora tal como ha anunciado la compañía aérea, que recupera en agosto la ruta Barcelona- Shanghái con tres vuelos semanales desde el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Los vuelos serán los martes, jueves y sábado de cada semana y se realizarán con un Airbus A350-900, que cuenta con 320 plazas.
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El Prat se pone las pilas (o las alas)
El Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas de Barcelona (CDRA) ha estado trabajando arduamente desde principios de año con el objetivo de potenciar la conectividad aeroportuaria de Barcelona. Este esfuerzo se centra en impulsar nuevas rutas, mejorar las existentes y recuperar aquellas que se perdieron durante la pandemia. Un punto clave en esta estrategia es el restablecimiento de vuelos con China. En particular, las instituciones han puesto su atención en cinco destinos que actualmente no tienen conexión directa con El Prat: Shanghái, Lima, Delhi, Tokio y Hong Kong.
![Air china](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/27/air-china_07f2470c_478413036_240627093434_1200x800.jpg)
Actualmente, Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat ya ofrece vuelos directos a Pekín, operados diariamente por Air China; a Shenzhen, gestionados por Shenzhen Airlines (parte del grupo Air China); y a Hong Kong, recientemente retomados por Cathay Pacific este junio tras la pausa impuesta por la pandemia, con 3 frecuencias semanales (lunes, jueves y sábado), operadas también por un Airbus 350-900. Según se detalla por parte de la misma compañía, el perfil del viajero en la ruta hacia Hong Kong es una mezcla entre vacacional y corporativo, mientras que la conexión con Shenzhen, un importante centro tecnológico, tiene un perfil mayormente corporativo.
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El aeropuerto también busca convertir algunas de sus rutas intercontinentales estacionales en permanentes, incrementando las frecuencias de semanales a diarias cuando sea posible. «Barcelona ya está entre los 25 destinos con mayor demanda del mundo, pero necesitamos trabajar para aumentarla», informan desde CDRA. Resta por ver si El Prat podrá gestionar este aumento en la capacidad de vuelo sin la necesidad de una ampliación de sus infraestructuras.