Emulando a aquellos antiguos viajeros, conviene que antes de comenzar nuestra ruta busquemos en el diccionario la definición de épico, grandioso, así como todos sus sinónimos, puesto que de estos mimbres y muchos más están forjados los Picos de Europa. Porque estas montañas atraen no solo a los amantes de la naturaleza sino también a quienes van en busca de tradiciones, gastronomía y leyendas.
Repartido entre las comunidades de Asturias, Cantabria y la provincia de León, el parque nacional más antiguo de España tiene su origen en la declaración de la Montaña de Covadonga y Peña Santa en 1918 con la máxima categoría de protección de un espacio natural. Su extensión de 67.455 hectáreas se alcanzó gracias a la ampliación de 2015, que incluía el macizo Oriental o del Cornión, el Central o de los Urrieles, y el macizo Occidental o de Andara.
![Cangas de Onís, Asturias](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/cangas-de-onis-asturias_0360b2cf_240612115207_1200x800.jpg)
Cangas de Onís enre puentes e iglesias
El concejo de Cangas de Onís, fundado como Canicas por los romanos, es la antesala del parque nacional. Este enclave que en su día fue capital del reino de Asturias, es uno de los lugares más emblemáticos del Principado. La imagen del Puente Romano sobre el río Sella –en realidad es medieval, de finales del siglo XIII– , con la Cruz de la Victoria pendiendo de su arco, constituye la fotografía más icónica. Desde las figuras rupestres paleolíticas de la cercana Cueva del Buxu, hasta la iglesia de la Santa Cruz del año 737, que alberga un dolmen del 3000 a.C., Cangas de Onís evoca épocas pasadas entre aromas a fabada, a pote asturiano y a arbeyos, esos guisantes que aquí rozan la perfección.
Partiendo de Cangas, la carretera a Covadonga serpentea entre montañas rodeadas de tupidos bosques de hayas. A unos 10km, ya en el interior del parque, llegamos al enclave donde, en el año 722, se cuenta que el rey Pelayo liderando a los indómitos astures derrotó al ejército árabe. Escaramuza para algunos o grandiosa batalla para otros, lo cierto es que aquel capítulo forma ahora parte del legado épico de Cangas de Onís y de Asturias. Nada más llegar, la majestuosa basílica de 1901 parece adueñarse del entorno.
![Picos de Europa](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/picos-de-europa_90689663_397315486_240612123020_1200x1797.jpg)
Sin embargo es recomendable visitar antes una joya más humilde pero cargada de significado: la pequeña iglesia de la Santa Cueva, engarzada como una piedra preciosa en la roca de una gruta natural del monte Auseva. En su interior se encuentra la Virgen de Covadonga, la Santina como cariñosamente la llaman los asturianos, así como el sepulcro de Don Pelayo. En época de lluvias, una espectacular cascada denominada El Chorrón mana de la roca debajo del templo y confiere al enclave una imagen onírica.
![Lagos de Covadonga](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/lagos-de-covadonga_00000000_ab269d20_240612120100_1200x800.jpg)
Un paraíso de lagos (y vacas)
Se podría pensar que Picos de Europa es un territorio solo apto para montañeros de alto nivel y pastores heroicos que luchan por subsistir en una naturaleza indómita. Tal vez esto fuera así hasta hace un siglo, pero hoy se trata de un paraíso natural accesible a todos los públicos. Los lagos de Covadonga son un buen ejemplo de ello. La afluencia es tal en verano, durante los puentes festivos y en Semana Santa, que solo se puede llegar en transporte público. El resto del año se puede acceder sin restricciones.
El lago Enol, el de la Ercina y la laguna temporal de Bricial se formaron durante la época glaciar. Esa es la explicación científica, pero los lugareños les contarán la verdad: la propia Virgen de Covadonga, encarnada en una bella zagala que buscaba refugio asustada en medio de la tormenta, vertió sus lágrimas y creó el lago Enol. Quienes se animan a recorrer la sencilla ruta de senderismo que da la vuelta a los lagos disfrutan no solo de una agradable caminata, sino también del mágico reflejo de las nubes en las cristalinas aguas
![Queso Gamonéu](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/queso-gamoneu_540b35d3_240612121442_1200x800.jpg)
En verano, los visitantes comparten este idílico escenario con las vacas casinas, de la raza asturiana de la montaña, unas exuberantes bellezas rubias que desfilan a son de cencerro por las majadas de altura. Estas damas merecen un reverencial respeto, pues son unas de las autoras del delicioso queso Gamonéu, con denominación de origen protegida. Si lo que se ansía es paz y olvidarse de todo, recomiendo dejar atrás la ermita del Buen Pastor para internarse en el bosque de Polomberu, sentarse en una roca entre las frondosas hayas y escuchar el viento a través de las hojas. No hay mejor terapia para el cuerpo y el alma.
Nos despedimos de los imponentes riscos y torres del macizo de Cornión y continuamos nuestra ruta bordeando los Picos por el norte. En la gastronomía de estos valles reina una tetrarquía de reyes que parecen un acertijo infantil: duros por fuera, blandos por dentro y con forma redonda. Se trata por supuesto del queso de montaña. Ahora le toca el turno al afamado Cabrales. En el concejo del mismo nombre haremos acopio de este manjar visitando las cuevas de sus productores artesanales.
![Cañón del Cares](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/canon-del-cares_b99f7949_240612122752_1200x800.jpg)
Ruta por el cañón del Cares
Bien pertrechados tomamos la carretera AS-264 rumbo a Poncebos, la mejor base de operaciones para visitar el macizo Central o de los Urrieles y su frontera natural con el macizo Oriental. A orillas del río iniciamos la ruta por el cañón del Cares, conocido como la Garganta Divina. Atravesamos un pequeño túnel y, a pocos metros, una senda a la derecha aborda la ascensión por las laderas del desfiladero. Esta vía fue abierta en 1915 para conectar y dar servicio a la Hidroeléctrica de Poncebos con la localidad leonesa de Caín.
Conviene ir bien equipados tanto de comida y agua como de calzado y ropa de abrigo porque, aun siendo una travesía muy popular, se trata de una senda de montaña encajada entre la roca y el precipicio, que puede estrecharse hasta el metro y medio de ancho. Durante los 12 km de trayecto hasta Caín, se debe superar primero una subida de 2 km y después se pasa por lugares de ensueño, como el pintoresco puente y túnel de los Rebecos y el vertiginoso puente Bolín. De cuando en cuando conviene hacer una parada para observar las impresionantes alturas, pobladas por cabras equilibristas y buitres leonados.
![Posada de Valdeon](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/posada-de-valdeon_fc5add72_240612123457_1200x845.jpg)
La arquitectura tradicional
Accedemos a Caín, ya en León, a través de la pasarela de la presa y continuamos nuestro camino a la búsqueda de Posada de Valdeón, centro neurálgico de los Picos de Europa leoneses. El bosque de media altura de esta zona del parque es una delicia en cualquier época del año. En el Centro de Visitantes informan sobre los senderos que recorren los hayedos cercanos, coronados por cumbres calizas y habitados por corzos, mustélidos, jabalís y el ave más emblemática del parque, el urogallo, cada vez más difícil de observar.
En la zona leonesa del parque nacional es imprescindible seguir la ruta que une Posada, Soto y Caldevilla y así admirar la arquitectura de los hórreos. Si se busca un poco más de aventura, la exigente vía ferrata de Valdéon, en la localidad de Cordiñanes, es el mejor objetivo; emplazada entre la Aguja de María del Carmen y Peña Castro, tiene 1.200 m de recorrido y un desnivel de 300 m. Lo que sí que es ineludible es la cita con el queso de Valdeón, coronado como el mejor queso azul de España en 2023.
El valle de Sajambre, en la cabecera del río Sella, se emplaza en la esquina más sudoccidental del parque. Aquí se abre una de las vías de comunicación más antiguas entre las tierras leonesas y las asturianas: el desfiladero de Los Beyos. Esta angosta garganta de 11 km conecta más al norte con Cangas de Onís. En palabras del científico vasco-francés Paul Labrouche:
El desfiladero del Sella es el más escarpado e imponente de los desfiladeros célebres.
Se puede recorrer en coche a través de la sinuosa carretera N-625, un ejemplo de ingeniería heroica.
![Bulnes](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/bulnes_4c141211_240612124114_1200x800.jpg)
La belleza de bulnes
Regresamos a Poncebos por el Cares y, previo descanso, dirigimos nuestros pasos hacia Bulnes. El acceso a esta localidad de altura se realiza desde 2001 en un funicular que salva más de 400 m de desnivel atravesando un túnel de 2.227 m de longitud. La alternativa es la senda no asfaltada que seguían los vecinos de Bulnes hasta la inauguración del funicular. El camino empieza en el puente de la Jaya y remonta el curso del río Tejo durante 4 km. Tras una hora y media de emular a las cabras, llegamos al pueblo de Bulnes. Con recias casas de piedra caliza y tejados rojos que contrastan con el paisaje circundante, esta parroquia de no más de 30 habitantes forma parte, junto con Potes y Mogrovejo, de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España.
No se puede hablar de Picos y omitir el Pico Urriellu, más conocido como Naranjo de Bulnes. Esta torre pétrea de 2.519 m es el hito soñado por generaciones de montañeros desde que fuera escalada por primera vez en 1904 por el pastor Gregorio Pérez junto a Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós. Sin necesidad de aspirar a tanto, es posible realizar una de las rutas más espectaculares de los Picos de Europa.
Partiendo de Bulnes o del pueblo de Sotres, considerado la cima humana de Asturias, se sigue el sendero GR-202 o Ruta de la Reconquista hasta tomar un desvío en el pueblo de Pandébano hacia Vega de Urriellu por la senda PR-21. Conviene llegar al atardecer para coincidir cuando el sol toca de lleno las paredes del Naranjo de Bulnes. No hace falta cámara de fotos para recordar de por vida la belleza de este espectáculo natural.
![Urriellu](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/urriellu_00000000_70ad46a1_240612124812_1200x837.jpg)
Falta un último queso para completar el cuarteto divino, así que nos encaminamos hacia la localidad de Tresviso, en la zona más oriental del parque y ya en territorio de Cantabria. Estos son los dominios del queso Picón, donde reinan las casucas encaramadas a las laderas y los bosques de tilos y robles.
El desfiladero de la Hermida ejerce de paso natural al Valle de Liébana.Es el cañón más largo de España, con 20 km de longitud y puntos en los que las paredes alcanzan los 600 m de altura. Debajo discurre el río Deva; en el cielo, decenas de aves –sobre todo rapaces– que hacen las delicias de los aficionados a la ornitología.
![Potes](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/potes_e8328111_240612125259_1200x800.jpg)
Potes y otros pueblos
Al otro lado del desfiladero de la Hermida, los pueblos lebaniegos se abren ante nuestros ojos como un remoto y dulce Shangri-La. Son núcleos tachonados de casonas con tejados de pizarra y escudos nobiliarios en las fachadas, enmarcados por verdes prados y exuberantes frutales. Dicen por estos lares que hay tres cosas que son un gran pecado: no probar el cocido lebaniego, no regarlo con orujo de la villa de Potes y no peregrinar al Santuario de Santo Toribio de Liébana, aunque no se sabe en qué orden hay que seguir estos preceptos.
Potes, la capital de los cuatro valles lebaniegos, se ha convertido en un centro turístico de primer orden. Animada y bulliciosa, especialmente los fines de semana y en épocas vacacionales, no ha perdido, empero, todo su sabor montañés. La ciudad fue destruida por un pavoroso incendio provocado durante la Guerra Civil, para ser reconstruida con esmero una vez finalizada la contienda.
Un abigarrado laberinto de callejuelas, pórticos y torres, se dan cita alrededor de los ríos Deva y Quiviesa, que atraviesan el núcleo de Potes. Cinco puentes marcan la ciudad y le dan un aspecto medieval y señorial que confirma el epicentro y referencia para visitantes: la Torre del Infantado, de finales del siglo XV y situada cerca de la Casa del Oso. Por las noches, Potes se viste de dama mágica iluminada, con restaurantes que permiten cenar en miradores y balcones colgados sobre el cauce de los ríos y molinos de la localidad.
![Santo Toribio de Liébana](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/santo-toribio-de-liebana_00000000_bed347eb_240612125054_1200x800.jpg)
Peregrinaje por el Camino Lebaniego
A tres kilómetros de Potes, un pequeño desvío conduce por el tramo final del Camino Lebaniego, que junto al de Santiago es una de las rutas de peregrinaje más importantes de la cristiandad. Los peregrinos, llamados «cruceros», recorren Cantabria desde San Vicente de la Barquera siguiendo las indicaciones marcadas con cruces rojas hasta el Monasterio de Santo Toribio. Allí es donde, desde el siglo VIII, se custodia el Lignum Crucis, el mayor fragmento de la cruz en la que fue colgado Jesucristo. Durante el Año Jubilar –cuando la fiesta de Santo Toribio, el 16 de abril, coincide en domingo– el templo abre la Puerta del Perdón para conceder el perdón de todos los pecados.
Más terrenal resulta Mogrovejo, una hermosa localidad declarada Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España. Su torre medieval rivaliza en majestuosidad con las cumbres orientales de los Picos de Europa. Es el punto de referencia en un paseo sin prisas, respirando la paz y el aire límpido de las montañas. Sus cuidadas casas son un ejemplo de la recia arquitectura tradicional cántabra, que se caracteriza por la sillería y la mampostería. Las casas –muchas del siglo XVI– presentan grandes balconadas, a menudo acicaladas con macetas de geranios, petunias y claveles en flor. Ante este escenario, resulta fácil imaginarse dentro de un óleo costumbrista.
![Mogrovejo](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/mogrovejo_c0abf8f4_240612125956_1200x800.jpg)
En lo más alto de los picos
Los paisajes de las altas montañas y las gestas alpinistas de los Picos de Europa están muy cerca. Desde Mogrovejo la carretera CA-185 conduce hasta Fuente Dé, que no es propiamente una población ya que pertenece al municipio de Camaleño. Se trata de la estación inferior del famoso teleférico que asciende al corazón de cumbres del parque nacional. La cabina para 20 pasajeros salva un desnivel de 753 m y sube a 1.823 m de altitud en tan solo cuatro minutos. En la superficie de estas colosales paredes se pueden apreciar las cicatrices de antiguas galerías mineras.
El Mirador del Cable ofrece una vista sobrecogedora que permite avistar algunas de las cumbres más altas del macizo Central, como el Peña Remoña (2.247 m) y el Peña Olvidada (2.406 m). El circo glaciar situado a nuestros pies es tan grandioso que el Parador Nacional de Fuente Dé y los vehículos aparcados en la estación parecen una maqueta de juegos infantiles. De aquí parten varias rutas senderistas que alcanzan picos y collados con vistas también asombrosas. Tomar un café en el refugio de la cumbre tiene un sabor especial que nos retrotrae a la época romántica de los primeros alpinistas.
![Fuente Dé](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/12/fuente-de_387b8c36_240612130603_1200x800.jpg)
Escoltados por águilas y buitres seguiremos el curso del río Deva entre las paredes vertiginosas del desfiladero de la Hermida, aunque esta vez rumbo norte. Como en un sueño irreal, hace acto de presencia el señorial balneario de La Hermida, que abre sus puertas para disfrute de sus aguas termales cual míticas anjanas, las bondadosas y bellas ninfas de la mitología cántabra que habitan cuevas, fuentes y ríos. Es el lugar ideal para dejar las botas de monte y los bastones de senderismo y abandonarse a disfrutar de un reparador baño mientras se recuerda la colección de paisajes que reúnen los tres macizos del asombroso Parque Nacional de Picos de Europa.