Podrá gustar más o menos, pero no hay duda de que el Castillo de Colomares no deja indiferente a nadie. De estética kitsch, se levantó ladrillo a ladrillo a voluntad de Esteban Martín, un inmigrante que, tras pasar más de 30 años trabajando como cirujano y ginecólogo en Estados Unidos, volvió a España, su país natal.
A su regreso, Martín escogió Benalmádena, un pequeño pueblo situado en plena Costa del Sol, para construir un monumento para conmemorar el 500 aniversario del viaje de Cristóbal Colón a América. En lo material le ayudaron dos oficiales de albañil, mientras que de la fantasía del diseño se encargó él mismo, creando un collage arquitectónico con elementos románicos, góticos y mujdéjares –basado en sus conocimientos sobre arte, arquitectura e historia–, que tardó siete años en completar.
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![Castillo de Colomare](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/25/castillo-de-colomare_1019ebd5_240625095651_1200x800.jpg)
Una iglesia secreta
Pero, como si se tratara de una matrioshka llena de sorpresas, el Castillo de Colomares guarda un pequeño secreto en su interior. Tan pequeño que fue reconocido incluso en el libro Guinness de los récords: alberga la iglesia católica más pequeña del mundo, consagrada por el Prior del Monasterio de la Rábida.
No llega a los dos metros cuadrados de superficie –mide 1,96 metros cuadrados–, pero tiene todo lo necesario para hacer los oficios y está dedicada a Santa Isabel de Hungría, quien consagró su vida a ayudar a los más desfavorecidos. Algunos cuentan que una vez se celebró una boda, pero que en el interior solo estaba el cura, los novios tuvieron que quedarse afuera.
![Castillo de Colomare](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/25/castillo-de-colomare_2847b58a_240625095518_1200x800.jpg)
Homenaje a los viajes de Colón
En la fachada del castillo se pueden observar varios detalles que ponen en evidencia que la obra está dedicada a Cristóbal Colón. En primer lugar, la representación de las tres naves que utilizó en su famosa travesía: la Niña, situada en la parte más alta del edificio, bajo el arco de la Rábida (monasterio que acogió a Colón cuando llegó desde Portugal); la Pinta, presente en la fachada principal; y la Sana María, separada de las primeras, ya que esta sufrió un accidente y se hundió el día de Navidad. Por otro lado, la inclusión de una pagoda china, como recuerdo del propósito original de Cristóbal Colón de llegar a las costas de Asia.
Este variopinto edificio ocupa 1.500 metros cuadrados, una dimensión que lo ha encumbrado como el mayor monumento dedicado a Cristóbal Colón del mundo.