Avanzando por las carreteras del condado de Carmarthenshire, la vista alcanza a ver poco más que el manto de verde infinito que cubre la tierra y los montes de Gales, poco más que el cielo plomizo del que se desprende el agua que nutre los prados. Sin embargo, hay un momento en el que la pulcritud del paisaje se ve alterada por un edificio ovalado de cristal que aparece de pronto, como una gota gigantesca enclavada en una colina con vistas al valle Tywi. Es el Great Glasshouse del Jardín Botánico Nacional de Gales, el invernadero de cristal más grande del mundo.
![Great Glasshouse](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/13/great-glasshouse_05e27f76_2040964028_240313173106_1200x800.jpg)
Breve historia del jardín botánico
El origen de este proyecto se remonta a 1789, cuando Sir William Paxton compró la finca en la que actualmente se encuentra el jardín botánico y la transformó en un hermoso parque junto a la mansión Middleton Hall, que antiguamente había pertenecido a la familia Middleton y a la familia Gwyn sucesivamente. El diseño del nuevo jardín y la remodelación del edificio corrieron a cargo del arquitecto inglés Samuel Pepys Cockerell, que transformó Middleton Hall en una de las mansiones más espléndidas del sur de Gales.
Por otro lado, mientras se realizaban las reformas, Paxton descubrió, con la ayuda del ingeniero James Grier, que bajo aquel territorio había manantiales de aguas minerales. Así, le pidió al arquitecto que dibujara el parque con un sistema hidráulico particular, conformado por una serie de lagos, canales, estanques y puentes que recorrían todo el parque.
![Conwy](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2023/08/14/conwy_65b6397d_223825120_230814110222_550x807.jpg)
Verde atlántico
La costa de Gales entre castillos medievales, playas salvajes y pueblos inspiradores
O lo que es lo mismo, las sorpresas del único sendero costero de Europa que recorre un país entero.
Tras la muerte de Sir William Paxton, en 1824, la finca se mantuvo gracias al cuidado de terceros hasta principios del siglo XX, cuando el terreno empezó a deteriorarse e incluso sufrió un incendio que afectó a gran parte de la vegetación en los años 30. No fue hasta 1978 que el proyecto se retomó con la intención de acondicionar zonas del parque para convertirlas en espacios públicos y adecuar los cursos de agua.
Finalmente, en el año 2000, tras recibir el apoyo de diversas asociaciones, el espacio se estrenó como Jardín Botánico Nacional de Gales, materializando una idea impulsada por el artista galés William Wilkins que se ultimó con la construcción del Great Glasshouse en el año 2003.
![Great Glasshouse](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/13/great-glasshouse_9e3af0d1_648066691_240313173118_1200x800.jpg)
Un invernadero de estilo “high-tech”
Este magnífico edificio diseñado por Norman Foster se planteó como una reinvención del invernadero tradicional, adaptado a las necesidades medioambientales del siglo XXI. En su interior se plantaron más de mil especies de climas mediterráneos que incluyen algunas de las plantas más amenazadas de seis zonas del mundo: Australia, Sudáfrica, California, las Islas Canarias y el Mediterráneo.
Procurando generar un espacio que garantizara la exposición y conservación de estas especies, Norman Foster eligió el acero y el cristal para construir una cubierta alabeada de 99 por 55 metros que garantizara la máxima transmisión de luz natural a las plantas del interior del invernadero. Además, construyó la cúpula con 785 paneles de cristal que se abren y cierran para adecuar las condiciones del invernadero.
Todo esto se monitorea desde una estación climática que compara las condiciones internas y externas del espacio, para regular la temperatura, la humedad y el movimiento del Great Glasshouse y adaptarlo a las necesidades de las plantas. Aparte de la luz del sol (escaso en tierras galesas), la fuente de calor principal del invernadero procede de una caldera de biomasa situada en el centro de energía del parque, y el agua empleada para el riego de las plantas, de la lluvia recogida para este uso.
![Great Glasshouse](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/13/great-glasshouse_d5ed9a49_240313173133_1200x1200.jpg)
Una hermosa flor africana amarilla y roja floreciendo en el Gran Glasshouse en el Jardín Botánico de Gales.
Más de mil especies amenazadas
Las puertas de acceso al Great Glasshouse están cubiertas de césped y permiten la entrada al invernadero desde la parte inferior del mismo. Una vez dentro, se descubre el sinuoso e imaginativo paisaje de 3.500 metros cuadrados diseñado por Kathryn Gustafson: una sucesión de terrazas rocosas, puentes, acantilados de arenisca y pequeñas pendientes de grava que conforman un entorno natural con una amplia diversidad de hábitats en el que crecen más de mil especies amenazadas.
Un camino de tierra conduce a los visitantes a través de las seis seis secciones en las que están agrupadas las flores y plantas que se pueden contemplar en el invernadero. Cada sección corresponde a una región distinta del mundo, zonas que cubren menos del 2% de la superficie de la Tierra pero que, sin embargo, albergan más del 20% de las especies de plantas con flores conocidas del planeta.
El parecido entre las plantas de unas secciones y otras es sorprendente y se debe a la similitud entre los climas mediterráneos de las regiones de las que proceden. Todos comparten los inviernos frescos y húmedos, los veranos secos y cálidos, las brisas y la omnipresente luz del sol.
Una vez terminado el recorrido, los visitantes pueden acercarse al café Med, situado en la entrada norte del Great Glasshouse, para relajarse y disfrutar de los aromas, sonidos y vistas del jardín, antes de seguir explorando las infinitas maravillas del Jardín Botánico Nacional de Gales.