La votación estaba muy reñida ya que competía con otras localidades como la medieval Sigüenza (Guadalajara), la imponente Alquézar (Huesca), la tranquila Valldemossa (Mallorca) y la modernista Comillas (Cantabria). Sin embargo, la indiscutible mezcla de edificios renacentistas con restos árabes y romanos acabaron convenciendo a nuestra audiencia, quien eligió a Trujillo como mejor pueblo de España en los Premios de los Lectores de Viajes National Geographic 2024.
Mejor pueblo de España
Esta categoría, que se creó este año a raíz de la iniciativa de «mejor pueblo del mes» promovida por la redacción de Viajes National Geographic, ha sido una de las votaciones más reñidas y complejas de esta edición. Finalmente, Trujillo logró alzarse con el premio final por su mezcla de estilos, su buen estado de preservación y por haberse consolidado como un destino rural completísimo, con una considerable red de hoteles y restaurantes.
Esta localidad cacereña, que puede presumir con amplias razones de ser uno de Los 100 pueblos más bonitos de España, cuenta con varios rincones que lo hacen único en este país. Por un lado está su Plaza Mayor, toda una declaración de intenciones ya que en este ágora sintetiza gran parte de su encanto. Su rasgo principal es la estatua ecuestre de Pizarro, militar y conquistador español oriundo de Trujillo cuya historia sintetiza lo que sucedió aquí entrado el Renacimiento.
![Trujillo](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/16/trujillo_00000000_eb654640_240416115524_1200x797.jpg)
Una plaza icónica
El Descubrimiento de América por Colón a finales del siglo XV impulsó a muchos jóvenes extremeños y de otras partes de Castilla a cruzar el Atlántico y buscar en el Nuevo Mundo las riquezas que en este lado del charco eran impensables. Con el dinero y las ganancias obtenidas de estas aventuras, muchos de ellos regresaron a su tierra natal y construyeron en ellas grandes casas y mansiones con las que ostentaban de su éxito. Por eso, circunvalar esta plaza no supones solo asombrarse con el tamaño de la iglesia de San Martín de Tours, es también fijarse en los detalles de palacios como el de los Marqueses de la Concordia o el de Chaves-Sotomayor, que comparten flanco con otros edificios porticados que completan un conjunto único.
![Trujillo, Cáceres](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/16/trujillo-caceres_eb006aee_240416115548_1200x801.jpg)
Camino al castillo
Tras abandonar este ágora magnética, espera una maraña de callejuelas que se arremolinan subiendo al castillo. Son trazados de origen árabe en los que, de repente, puede aparecer el resto de una muralla, alguna puerta medieval como la del Triunfo y, por supuesto otro palacio con claros guiños renacentistas. Es el caso de la Casa-Museo de Pizarro, un coqueto espacio donde no solo se viaja a la época de este conquistador, se reflexiona también sobre la relevancia de sus gestas en América. O el Alcázar de los Bejarano, llamado así por su pasado y por sus dimensiones.
El skyline de la colina donde se fundó Trujillo está dominado por varios campanarios y almenas. Los primeros corresponden a la espadaña del abandonado Monasterio San Francisco el Real de la Coria y, sobre todo, a la torre Julia del templo de Santa María la Mayor, una delicia románica que esconde un escudo del Athletic del Bilbao en uno de sus vértices. Cosas de los restauradores y canteros de la actualidad.
![trujillo](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/04/16/trujillo_2656dc41_240416115607_1200x800.jpg)
Por su parte, las torres pertenecen al imponente castillo de Trujillo, una fortaleza inmensa con un interior desnudo que acentúa la impresión que generan sus defensas. Subir hasta sus almenas permite entender la relevancia de esta posición geoestratégica en la Historia, además de regalar un último vistazo general a un pueblo fascinante. Desde aquí es más sencillo entender por qué los lectores de Viajes National Geographic lo han elegido como mejor pueblo de España.