En una de las capitales con mayor oferta hotelera de alta gama, el hotel Relais & Châteaux Orfiladestaca por su elegancia clásica, con obras de arte y mobiliario de coleccionista. Y también por su restaurante Jardín Orfila, que bajo la dirección de Mario Sandoval, chef con dos estrellas Michelin, se ha convertido entre los ineludibles de la buena mesa madrileña.
Este cinco estrellas con el sello Relais & Châteaux (el primero que tuvo Madrid en 2001) se localiza en una discreta calle del residencial barrio de Chamberí, a pocos pasos de galerías de arte prestigiosas, de talleres de diseñadores de moda y de los museos del famoso Paseo del Arte. La situación es clave para quienes llegan a Madrid con ganas de disfrutar de los tesoros artísticos de la capital.
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PEDIGRÍ ARISTOCRÁTICO
La elegancia del hotel Orfila se percibe desde la misma calle. El edificio nació en 1885 como la residencia de la familia real búlgara, que organizaba sesiones literarias y teatrales en su jardín; tras un tiempo cerrado, resurgió en los años 90 como hotel. Se conservó la fachada, la entrada de carruajes, la escalera principal y gran parte de la distribución interior.
El Orfila acaba de cumplir un cuarto de siglo como hotel –siempre con la categoría de cinco estrellas–, se reformó en 2020 de la mano del interiorista Lorenzo del Castillo y reabrió en 2022 completamente renovado. Del Castillo apostó por destacar aún más la elegancia del palacio con una decoración dieciochesca, de suelos de mármol y de maderas nobles, espejos de marcos dorados y voluminosos, sillas de estilo veneciano con respaldos ovalados y tapicería estampada o de terciopelo, y pinturas originales del siglo XVII al XIX.
un hotel DE ARTE
Pero nada es excesivo, el proyecto interiorista de Lorenzo del Castillo sabe combinar óleos y litografías con pañuelos de seda de Loewe enmarcados y piezas de anticuario. Los muebles son piezas únicas, antigüedades que ha ido coleccionando Gabriel García Alonso, propietario del hotel y gran amante del arte.
Así, el simple acto de acudir al salón comedor o de subir al dormitorio es como un paseo por un museo en el que, en cada esquina, hay un cuadro frente al que detenerse. En el vestíbulo cuelga un retrato de Fernando VII pintado por Vicente López, artista del que se exponen obras en el Museo del Prado.
dormir con clase
La decoración, el mobiliario, los cortinajes y la ropa de cama, el papel de las paredes, las lámparas, incluso la grifería de los baños, remiten a un estilo muy inglés que refuerza la apuesta por la elegancia clásica.
Sus 32 habitaciones, 12 de ellas suites, son todas distintas. Paredes forradas con estampados florales, ocres, verdes, azules… cada dormitorio tiene su propio estilo, incluso mesitas, sillas, butacas y cuadros cambian de un dormitorio a otro, aportando un carácter personal a cada estancia.
charlas en EL JARDÍN
El jardín es un rincón delicioso, decorado con un trampantojo de la artista Natalia Lafita, una fuente adosada al muro, sillas de hierro con respaldo enrejado. Tranquilo, fresco y sombreado, es perfecto para reuniones discretas y charlas en confidencia, pero también para almuerzos y cenas relajadas en familia, en pareja o con amigos.
25 años de celebración gastronómica
La excepción al gusto inglés es el restaurante El Jardín de Orfila, donde predominan los productos locales y de temporada. El chef ejecutivo es Mario Sandoval (dos estrellas Michelin por el restaurante Coque, en Madrid) quien ha marcado un estilo propio en una carta que saca el mejor partido a productos cuyo origen no está a más de 200 km. Para conmemorar los 25 años del hotel, Sandoval ha diseñado un menú especial que incluye los platos más célebres del Jardín de Orfila.
Los clientes que acudan a desayunar (estén alojados o no) podrán degustar, entre otros productos locales, mantequilla de Soria, una mermelada elaborada en un convento próximo a la ciudad y pan horneado de forma tradicional.
La hora del té
El aire castizo desaparece a la muy inglesa hora del té: entonces se saca la vajilla antigua más british y, en un saloncito que da al patio, se disponen las mesas, con bandejas repletas de pastelillos, scoons y porciones de sandwiches. La experiencia puede culminarse con una copa de champán mientras se contemplan los óleos de Carlos II, último rey de la dinastía de los Austrias, y de Felipe V, primer monarca Borbón,
del orfila al reina sofía
La directora del hotel, Alejandra Fraile, explica a Viajes National Geographic que junto al confort y la gastronomía los huéspedes aprecian la proximidad de los museos Reina Sofía, el Prado y Thyssen-Bornemisza, así como la facilidad para llegar a enclaves icónicos de la capital. Por ese motivo, la oferta del Orfila incluye experiencias culturales con entradas a museos o fines de semana románticos para disfrutar en pareja.
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