Karizanga es, precisamente, uno de los lugares del mundo donde más tigres de Bengala pueden encontrarse, ya que la presión humana amenaza a estos felinos en su hábitat natural. En este sentido, el hallazgo de Gaurav Ramnarayan ha alertado a la comunidad científica, pues su coloración indica un trastorno provocado por un gen recesivo que altera los niveles de melanina del pelaje. 

Más allá de la curiosidad y la excepcionalidad, la presencia de ejemplares de tigres blancos o dorados puede indicar la pérdida de diversidad genética, lo que supone una mayor probabilidad de enfermedades y, en consecuencia, una amenaza para la supervivencia de esta especia.

El Parque Kaziranga es hogar del 70% de los 190 tigres que pueblan la provincia de Assam, unas cifras que evidencian la concentración y fragmentación de la población de estos felinos debido, en parte, a la reducción de corredores forestales en los alrededores del parque.