Un viaje al pasado
Alargado, de calles estrechas organizadas en cuadrícula y casas color pardo, este pequeño municipio encuentra sus orígenes en la prehistoria. Cuenta con alrededor de 40 yacimientos arqueológicos catalogados, entre los que destacan las coves des Barrandell d’en Verd, la de ses Cabanasses o los talayots de Son Omar y Termenor, entre muchos otros. De época romana, se han hallado objetos funerarios, cerámicas y monedas.
Ya a inicios del siglo X, durante la dominación musulmana, el término de Petra estaba distribuido en alquerías y rafals y formaba parte del distrito Yitnau-Bitra junto a otros municipios vecinos como Sant Joan y Vilafranca de Bonany, que hoy proponen una preciosa ruta por los pueblos más bellos del interior de Mallorca.
Después de la conquista catalana liderada por Jaume I en 1229, el distrito de Yiynau-Bitra pasó a manos del monarca, quien lo distribuyó entre sus caballeros según consta en El Llibre del repartiment de Mallorca. Las tierras de Petra (nombre que deriva del antiguo topónimo musulmán de Bitra y significa piedra) pasaron a manos del Rey Jaume I. Unos años más tarde, se documentó la parroquia de Petra bajo la advocación de San Pedro.
Su hijo, Jaume II, fundaría la población de Petra. Siguiendo las ordenanzas dictadas en 1300 para la creación y dotación de villas en Mallorca, Petra adquirió su estructura actual: se planificó un núcleo urbano en cuadrícula y dotado de las infraestructuras y servicios necesarios para que se establecieran un centenar de personas, así como tierras de cultivo.
![Petra](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/27/petra_33a2b82b_240227144738_1200x899.jpg)
Qué ver en petra
La historia de Petra todavía resuena en sus tranquilas calles, cuyo casco antiguo fue declarado Bien de Interés Cultural por su valor histórico y por el conjunto de construcciones tradicionales y monumentos que atesora.
La Iglesia parroquial de San Pedro, erigida entre los siglos XIII y XVIII, ejemplifica el estilo gótico tardío a excepción de la barroca Capilla del Rosario, construida en 1689. En esta iglesia se encuentra la pila bautismal en que fue bautizado Miguel José Serra Ferrer, Fray Junípero Serra, el personaje más ilustre de Petra, quien nació en 1713 en la calle Barrancar número 6. El Pare Serra desempeño un importante papel en la historia de la colonización española en Norteamérica, ya que en 1749 partió en una misión a México, y posteriormente a California, donde fundó nueve misiones. Tras su muerte algunas de ellas prosperaron, convirtiéndose en las ciudades de Los Ángeles, San Diego y San Francisco, entre otras. Desde 1931, su estatua representa al estado de California en el Capitolio de Washington.
En la casa natal del Pare Serra se conservan documentos de sus misiones, así como la ambientación doméstica de la época. Muy próxima a la casa se puede visitar el museo que lleva su nombre dedicado a la vida y obra del Pare, donde se exhiben maquetas de madera de las nueve misiones que fundó, documentos, flechas de nativos americanos, dibujos, etc.
Pare Serra fue bautizado en la Iglesia parroquial de Sant Pere, visita indispensable de Petra. Iniciada en 1582, representa el estilo gótico con añadidos renacentistas. En su interior se guarda un belén popular, retablos barrocos, un órgano del año 1608 y una antigua colección de vestidos litúrgicos.
En la Calle Mayor, se levanta el convento de Sant Bernadí de Sena. Construido a lo largo del siglo XVII por los padres franciscanos, con portada renacentista y campanario lateral, del cual solamente queda la iglesia y la sacristía, ya que la exclaustración convirtió una parte del convento en casas particulares.
![Bonany](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/27/bonany_f2442e21_240227144937_1200x799.jpg)
Excursiones desde petra
A unos 4 kilómetros de Petra se alza la ermita o Santuario de Bonany (317 m). Construido entre los siglos XVII y XVIII, cuenta la tradición que tras largos años de sequía, los habitantes de la región subieron en procesión para invocar a la lluvia. La intersección de la Mare de Déu hizo posible que llegaran las lluvias en abundancia para bien de los cultivos. Ese año la cosecha fue muy buena. Desde entonces el monte y la Mare de Déu del santuario se llaman Bonany (buen año).
Hoy en día es lugar de peregrinación, donde se pueden alquilar celdas, que ofrecen una espléndida vista de la sierra, así como de las bahías de Pollença y de Alcúdia.