Viaje al interior de Beira
Pese a que son muchos los que deciden viajar a Beira durante los meses más fríos, por lo espectaculares que son sus cumbres nevadas, el invierno no es la única estación que invita a adentrarse en esta zona de Portugal. Marzo y abril revelan el espectáculo de la floración de los cerezos y, entre mayo y julio, la cosecha del fruto rojo rubí no deja indiferente a nadie. En este maravilloso escenario, si hay un lugar que se tiene que tener en cuenta es Alcongosta, la localidad que desciende y asciende por la Serra da Gardunha, el macizo rocoso que vigila toda la Beira Baixa desde lo alto de sus 1.227 metros de altitud.
El que Alcongosta sea un pueblo pequeño no ha impedido que sus agricultores sueñen a lo grande: los productores de cerezas del municipio comenzaron su actividad aquí, pero pronto se atrevieron a ir más allá, impulsando la producción en el resto del municipio. A causa de esto, Alcongosta se ha consolidado como un pueblo típico de montaña situado en el epicentro de los huertos de cerezos, especialmente fotogénicos durante la época de floración.
El topónimo de este lugar procede de los romanos: “congosta” significa “camino estrecho o entre murallas”, un apunte que cobra sentido al descubrir la geografía de la región. Sin embargo, es muy probable que la región estuviera poblada mucho antes de la llegada de los romanos, dada la presencia permanente de los lusitanos en esta zona de la Meseta Central. De hecho, el hallazgo de monumentos megalíticos en estas tierras ha reforzado esta idea.
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Desde Alcongosta, en invierno, se alcanza a ver el macizo de la Serra da Estrela vestido por una blanca capa de nieve que cubre como una sábana el granito de Beira. En este pueblo, además, hay mucho patrimonio histórico que explorar: las ermitas de Santa Bárbara, São Sebastião y Espírito Santo y un tramo de calzada romana situado en uno de los extremos del pueblo. De visitarlo en otoño, es indispensable degustar las castañas de esta localidad portuguesa, que hacen la boca agua de cualquiera que las pruebe.
Sin embargo, pese a los múltiples atractivos que tiene la región, es la cereza –a la que incluso hay una casa dedicada en Alcongosta– la que impulsa a sus gentes, sus tradiciones y su economía próspera y de gran alcance: cualquiera que visite el Mercado Abastecedor da Região de Lisboa a principios de verano podrá confirmarlo.
Una primavera de cerezas
Cuandohablamos de la «temporada de la cereza», nos solemos referir a la recolección de la fruta o a su venta en los mercados, tiendas y carreteras nacionales de Portugal a finales de primavera y principios de verano. Nos olvidamos, al vivir lejos de los huertos, de las «estaciones» precedentes, fundamentales para que la fruta llegue sabrosa a nuestros paladares.
Con un ritmo que también marca el año del pueblo de Alcongosta, hay un ciclo de la naturaleza que va más allá de las manos del ser humano y que se debe respetar. Por eso, las fechas de las actividades en torno al cerezo en flor no suelen fijarse con demasiada antelación, aunque suelen caer entre marzo y abril.
A pesar de sus escasas exigencias, la cereza es una fruta muy sensible al calor, al frío y, más recientemente, a la falta de lluvia. En 2023, la producción de cerezas de Fundão cayó alrededor de un 70% debido a un periodo de heladas que azotó el municipio a principios de abril. Incluso las flores se ven afectadas por estas fluctuaciones de temperatura. Esto demuestra la inestabilidad a la que se enfrentan quienes plantan cerezos y cosechan la fruta de color rubí.
¿Qué hacer en Alcongosta?
En este municipio del distrito de Castelo Branco, la celebración más importante de la primavera es la Fiesta del Cerezo en Flor, anunciada este 2024 para el período comprendido entre el 22 de marzo y el 7 de abril. En la página web Visit Fundão, la imagen principal que anuncia esta fiesta muestra un huerto de cerezos sobre el que aparece la frase: “La mejor visita te está esperando”.
Como es de imaginar, ver los cerezos en flor no es una visita rápida. Para disfrutar de este espectáculo natural con comodidad se pueden alquilar tuk-tuks (disponibles todos los días) o utilizar los trenes turísticos (los sábados y domingos, con reserva previa en la Oficina de Turismo de Fundão) como medio de transporte. Por su parte, CP-Comboios de Portugal ofrece una alternativa: un viaje por la línea de la Beira Baixa, que serpentea por la meseta de Beira entre cerezos en flor, alrededor los días 22, 23 y 30 de marzo y 6 y 7 de abril.
Para los amantes de los paseos lentos, existen otros itinerarios más flexibles o menos controlados: hay rutas ciclistas señalizadas por la sierra (el municipio proporciona bicicletas a tres kilómetros), así como rutas de senderismo aptas para todos los niveles y para los amantes de las caminatas. La mayoría de ellas conducen a la cima de la Serra da Gardunha, desde donde se puede disfrutar de una vista privilegiada de toda Cova da Beira.
Además de ser una subregión histórica formada por los municipios de Covilhã, Belmonte y Fundão, Cova da Beira es un amplio anfiteatro natural situado entre las sierras de Estrela, Açor y, por supuesto, Gardunha, depositario de leyendas lusitanas, historias de visiones religiosas y, más recientemente, una insólita meca para los amantes del fenómeno ovni.
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Mientras que en otros países europeos las catedrales simbolizan el súmmum de la arquitectura religiosa, en el país vecino ésta se concentra en sus cenobios.
Otras actividades en torno a los cerezos en flor del municipio de Fundão son el Gran Premio de Atletismo (que se celebra el 7 de abril), los picnics en familia o con amigos, los concursos de fotografía y el apadrinamiento de árboles. Los artistas que se acerquen a esta zona también podrán descubrir en qué consiste el programa (Re)Cri’Arte.
En la época de la cosecha, entre mayo y julio, también se organizan muchas actividades: visitar los huertos, participar en el proceso de recolección, hablar con los productores de Alcongosta o incluso ver la fabricación de cestas o instrumentos musicales con madera de cerezo. Del 7 al 9 de junio, la Fiesta de la Cereza endulzará el fin de semana.
Para los que quieran pasar la noche en el pueblo, Alcongosta cuenta con dos albergues de vacaciones: la Casa do Largo da Praça y el complejo Natura Glamping, en plena sierra de Gardunha. Quienes prefieran salir del perímetro natural, Fundão ofrece otras instalaciones. Se puede llegar a esta localidad en tren, siguiendo la línea Beira Baixa, o, por ejemplo, recorrer en bicicleta los tres kilómetros que separan el centro de la ciudad de nuestra Aldeia do Mês.
Para ampliar los horizontes
A pocos kilómetros al sur se encuentra la Villa Histórica de Castelo Novo, una fortaleza que fue primero castillo templario y que después perteneció a la Orden de Cristo. Sus piedras y calles cuentan historias de los tiempos en que cristianos y musulmanes se enfrentaron, así como de la coexistencia de las dos religiones. El pueblo conserva parte de su trazado medieval, con algunos añadidos realizados por el rey Manuel I en el siglo XVI, y de la época barroca mantiene el Ayuntamiento, la picota y una fuente. Situado a 650 metros de altitud, el castillo permite contemplar toda la ciudad. Y esto incluye una atracción menos histórica: una pequeña playa fluvial que resulta más acogedora en verano que en primavera.
Alcains es una de las mayores ciudades de Portugal, es incluso la más grande del interior del país; lo curioso, de hecho, es que no sea un municipio. Tierra de restos neolíticos y romanos, quedó huérfana en tiempos modernos al desaparecer la pujanza industrial que tuvo en la primera mitad del siglo XX. Conocida como la tierra de la cantería, Alcains alberga varias casas señoriales, como el Solar dos Goulões o el Solar da Viscondessa de Oleiros. Además de su extenso patrimonio religioso, cuenta con una fuente romana y es un buen lugar para alojarse si no quiere ir a Castelo Branco, que está más lejos.
También se puede explorar la Serra da Gardunha y sus numerosos miradores: Posto de Vigia, Arrebentão, Covão, Casa do Guarda… Los que todavía tengan fuerzas para un último esfuerzo a pie, podrán alcanzar la cima de los 1.227 metros. Si no, se puede aparcar el coche al final de la carretera asfaltada y contemplar la Cova da Beira.
Los que deseen dar un paseo más largo tienen cerca las Aldeas Históricas de Belmonte, Monsanto e Idanha-a-Velha, así como el castillo de Penha Garcia y Monsanto, donde se grabaron algunas escenas de la serie de HBO La casa del dragón. Cualquiera de estos vestigios del pasado medieval de Portugal y de esta tierra de jugosas cerezas merece siempre una visita.
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