La cocina porteña es una mezcla de influencias de diferentes partes del mundo. Los pueblos originarios y los gauchos, pero también los migrantes de todo el planeta que llegaron hasta estas tierras —españoles, italianos, franceses y asiáticos—, fueron dando forma a una identidad culinaria que hoy se define como argentina. Su historia, también la gastronómica, está vinculada a todas esas minas de plata que se extraían en Perú y Bolivia que, desde Buenos Aires, llegaban al resto de países. Así nació un puerto alrededor del cuál creció la capital argentina y comenzó a tejerse poco a poco la historia culinaria de la ciudad porteña.
Viajes
Curiosidades de Buenos Aires
Un viaje a la capital de Argentina para descubrir algunos de sus aspectos más sorprendentes.
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El Preferido de Palermo
En una esquina rosada del barrio de Palermo aparece un antiguo bodegón reformado donde se pone sobre la mesa, con mucho saber hacer, gusto y estética, la cocina de migrantes. Su carta es una oda a los productos locales, a las verduras y hortalizas frescas, a los embutidos artesanales elaborados por Guido Tassi —el llamado maestro de la carne en Argentina—, a su conocida milanesa que se marida con una carta de vinos única y a los helados artesanales. Y es que la mesa de El Preferido de Palermo reivindica a través de sus platos la fusión de alimentos, de recetas y técnicas alrededor de la cocina; es la combinación perfecta que aúna lo mejor de cada cultura gastronómica que fue llegando a través de ese puerto para llevarla a la mesa en un formato de confort food.
Cronopios en la maleta
El Buenos Aires de Julio Cortázar
Ciudad mitómana por excelencia, aún se pueden seguir los pasos del escritor por diferentes escenarios urbanos.
Piedra Pasillo al Fondo
En una preciosa casona recuperada de Núñez, con las paredes rotas (literalmente) con mucho gusto, se encuentra el restaurante Piedra Pasillo al Fondo; una suerte de apuesta moderna y creativa en cuyos mandos están Lucas Canga y Tomás Couriel. Centrada en el producto de temporada, con elaboraciones centradas en no más de cuatro ingredientes y con un maridaje a la altura de su cocina, este local se posiciona como uno de los imprescindibles para descubrir en la ciudad de Buenos Aires. Además, cuentan con un bar llamado Al Fondo, donde disfrutar de un buen café de especialidad o un cóctel.
Camino a río de la Plata
El mejor restaurante de carne del mundo está en Buenos Aires
La carne proviene de su propio ganado, es sostenible y, además, cuenta con una de las mejores cavas de vino del país.
Mengano
En una de las calles de Palermo, en un edificio bellísimo de ladrillo, el comensal debe pararse ante su puerta, llamar al timbre y esperar a que desde Mengano le abran la puerta. Sentarse en una de sus mesas es un viaje en el tiempo a esos antiguos bodegones donde la cocina de casa era el centro de todas las miradas. Hoy, más moderno y repleto de fotos antiguas, mantiene todavía esa esencia fusionada con la de un bistró local donde su carta se centra en la cocina tradicional elaborada con producto fresco y guiños de modernidad.
Niño Gordo
La fachada de Niño Gordo es, sin lugar a dudas, la que más llama la atención de Palermo Soho: un gran globo de un niño con rasgos asiáticos iluminado por dentro que sale directamente desde su puerta da la bienvenida a todos los comensales. Abierto en 2017 por Pedro Peña y Germán Sitz, este restaurante es la suerte de fusión de dos conceptos: el saber hacer de parrilla argentina con la técnica de la parrilla asiática; una fusión de sabores porteños y de Oriente —de Corea, China, Vietnam y Tailandia—que ha dado lugar a un local divertido, con platos deliciosos, sabores que mezclan ambas partes del mundo y muchos guiños a la cultura pop.
Don Julio
El enfoque clásico de la parrilla argentina ha llevado a Don Julio a convertirse en el mejor restaurante de carne del mundo por segundo año consecutivo según el listado World’s 101 Best Steak Restaurants, además de llevar varios años en el pódium de los Mejores Restaurantes de Latinoamérica y del Mundo según The World’s 50 Best Restaurants y de hacer recibido este año su primera Estrella MICHELIN. Y no es para menos. Con Pablo Rivero al mando, un ganado propio enfocado en el cuidado de los animales y del medio y una de las mejores cavas del país, este restaurante se ha convertido en el templo de la carne en Argentina y en un lugar de peregrinaje para todos los que aman el buen comer y el buen beber.
Aramburu
Convertido en el único restaurante con dos Estrellas MICHELIN entregadas en la primera gala que acogió la nueva guía de Buenos Aires & Mendoza 2024, Aramburu se ha convertido en un imprescindible en la ciudad porteña. Su menú degustación, que va de los 16 a los 18 pases, es un viaje por los productos del país, desde la Patagonia hasta Mendoza, para hacer descubrir al comensal a través del sabor, de técnica y de elaboraciones las bondades de la alta cocina argentina.
Gran Dabbang
Hacer un viaje hasta Asia, concretamente hasta India, es lo que proponen desde la cocina de Gran Dabbang. Con Mariano Ramón a los fogones, este pequeño local en el que no se hacen reservas y está lleno de carteles de Bollywood, es una suerte de viaje a las raíces indias del chef mezcladas con sabores de todo el continente asiático y guiños latinoamericanos. Su carta, aunque breve, es perfecta para pedirla (casi) toda y compartir.
Trescha
Después de haber pasado por Azurmendi, Frantzén en Suecia o el ya desaparecido 108 en Dinamarca, Tomás Treschanski abre en una casa remodelada del barrio de Villa Crespo Trescha. Galardonado con una Estrella MICHELIN en esta primera gala celebrada en el país, Tomás trabaja una cocina contemporánea, elaborada con producto local y sin límites de creatividad que traslada a través de un menú degustación de 15 pases en los que se pueden descubrir las diferentes técnicas que ha ido aprendiendo en las casas por las que ha pasado.
Narda Comedor
Cocinera y presentadora, Narda Lepes es uno de los nombres femeninos que llevan años resonando dentro y fuera de sus fronteras; igual que su restaurante Narda Comedor donde se puede ir a disfrutar desde el desayuno hasta la cena, pasando por el aperitivo. Su carta, en la que busca dar protagonismo a las verduras, ofrece una perspectiva única de la cocina saludable y vegetal sin dejar de lado los platos con carne y con pescado.
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