Secretos de locales
Si bien la ciudad de Soria es pequeña y compacta hay pequeños secretos que los visitantes deben conocer si lo que buscan es vivir como un auténtico local. La gastronomía es una parte fundamental de la cultura de la ciudad, de ahí el siguiente listado para no perderse nada en términos culinarios. Para desayunar hay que ir siempre a Mantequerías York -aquí compran la mantequilla, uno de los productos insignia de la ciudad, los hermanos Roca para El Celler de Can Roca-, aunque lo clásico es su chocolate con churros y su tarta de costrada. El aperitivo se toma en la plaza de Herradores -esta plaza siempre está llena, desde el vermut hasta la noche-, en la plaza Mayor o en El Kiosko, en el parque de la Dehesa, rodeado de árboles y ardillas correteando.
Aquí no faltan los torreznos ni las almitas, otro de los bocados clásicos que llevan el apellido Soria detrás. Para comer uno de los indispensables es Mena, del cocinero Óscar García -única Estrella Michelin de la ciudad-, La Cepa o El Ventorro. A media tarde vale la pena pasar por Vinos Lázaro, un local histórico en la ciudad perteneciente a la bodega familiar Lázaro Pérez donde únicamente sirven sus vinos y platos de cacahuetes. Además, vale la pena admirar su peculiar interior, lleno de fotografías de carnet de los sorianos, dedicatorias y recuerdos. El punto dulce lo ponen las religiosas del Monasterio de Clarisas de Soria, quienes venden a través de su torno todo tipo de deliciosas pastas y galletas que son el regalo perfecto para llevarse a casa.
![iStock 1469965333](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/21/istock-1469965333_19254c73_240221185744_1200x605.jpg)
sin miedo al invierno
Durante años la ciudad de Soria y su provincia han sido menospreciadas. El frío y sus duros días de invierno tienen parte de la culpa, aunque esto no es problema para ningún soriano, pues las calles, las plazas y los parques siempre están llenos de gente a pesar de las bajas temperaturas. Sin embargo, desde hace poco tiempo, son muchos los que encuentran en esta zona de la España Vacía un refugio perfecto al que huir a lo largo de todo el año. Sin lugar a dudas, a los más frioleros, no se les debe recomendar ir a esta provincia en estas fechas, pero si lo que buscas son paseos por la montaña, rutas de raquetas de nieve, esquí de fondo o motos de nieve, Soria es tu lugar también en la temporada invernal. Eso sí, te voy a decir un secreto: si vas a Soria, vuelves.
![Soria ni te la imaginas](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/21/soria-ni-te-la-imaginas_00000000_fea0171a_240221184834_1200x745.jpg)
la Ribera urbana del Duero
Si tuviera que quedarme con una de mis zonas favoritas de la ciudad sería, sin ninguna duda, la ribera del Duero y su preciosa Ermita de San Saturio, patrón de Soria. Cruzando el pequeño casco histórico, donde se pueden ver maravillas como el Parque de la Dehesa, las iglesias románicas de Santo Domingo o San Juan, las ruinas de San Nicolás o su plaza Mayor, el visitante se va acercando a la orilla del río Duero. Una vez allí, el puente romano de piedra y los arcos de San Juan de Duero, otro de los monumentos templarios más magníficos de la provincia, le reciben rodeados de vegetación y de una zona perfecta para caminar, pasear, hacer running, ir a disfrutar de la cocina local centrada en las brasas y el fuego en el restaurante bar Soto Playa con vistas al río, o subir a su preciosa ermita construida en piedra y admirar desde allí el cañón que vertebra al Duero en su paso por la ciudad.
![En mitad del monte](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/21/en-mitad-del-monte_00000000_65afcfc4_240221190416_1200x1500.jpg)
A las a fueras de la ciudad
A tan solo siete kilómetros del centro de la ciudad de Soria se encuentra el monte Valonsadero, una zona natural donde los fines de semana muchos sorianos acuden a disfrutar del buen tiempo, los paseos en medio de la naturaleza y la cocina de La Casa del Guarda, un restaurante con cuyo nombre se hace guiño al guarda que cuidaba estas tierras y que ofrece su tradicional carne a la brasa. En los alrededores, además, se encuentra diversas cuevas y monumentos donde poder acercarse a admirar pinturas rupestres en su estado más salvaje.
![Laguna Negra Sori](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/21/laguna-negra-sori_1a1f9f53_240221123516_1200x865.jpg)
La joya de la naturaleza soriana
Una de las paradas indipensables de cualquier turista que visite Soria por primera vez es el pueblo de Vinuesa, zona vinculada desde la Edad Media al comercio de la madera y la lana, y el Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión. Lo más bello, e impactante de esta naturaleza es la laguna de origen glacial que se encuentra encajada entre la naturaleza y paredes de granito en medio de un bosque de pinos a 2.000 metros de altura.
El acceso hasta el parking se hace en coche, siguiendo un precioso recorrido que se adentra en este inmenso bosque siempre teñido de verdes, amarillos, rojos y naranjas. Una vez allí, el visitante debe subir a pie o en autobús un -sencillo y bello- camino de no más de dos kilómetros hasta llegar al espacio natural. Desde éste, además, existe la posibilidad de hacer una ruta de senderismo algo intensa hasta el Pico Urbión, para lograr subir a la cima y vislumbrar una de las panorámicas más bellas de la laguna.
![Calatañazor](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/18/calatanazor_8903ad9b_240218154555_1200x800.jpg)
Calatañazor, el imprescindible de Soria
Sea la época del año que sea, si tuviera que elegir un único pueblo al que recomendar ir de toda la provincial, ese sería Calatañazor. Ubicado en lo alto de un cerro, rodeado por un castillo y sus murallas, esta pequeña villa de origen medieval concede a sus visitantes un verdadero viaje en el tiempo hasta el siglo X, cuando se convirtió en el límite geográfico que se paraba la España cristiana de la musulmana. Hoy en día su trazado, zigzagueante, con calles empedradas y empinadas y casas construidas con madera de sabina, barro y adobe, son solo uno de los motivos por los que acercarse a visitarlo.
Además, en sus alrededores se encuentra el Sabinar de Calatañazor, uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta, y el nacimiento del río Abión, en Muriel, que guarda uno de los paisajes más singulares de la provincia de Soria, la llamada Fuentona, una laguna subterránea de aguas cristalinas declarada Monumento Natural. Para comer tampoco hay que dejar de pasar por El Palomar de Calatañazor, un restaurante centrado en la cocina local donde las setas, los hongos, el lechal y los pescados de río como la trucha y el cangrejo son la estrella de su carta.
![Baluarte x Óscar García (Soria)](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/18/baluarte-x-oscar-garcia-soria_00000000_d978fd56_240218154711_1200x800.jpg)
Cocina de altura con Estrella Michelin
Durante todo el año la dirección gastronómica más importante de la ciudad de Soria es el restaurante Baluarte, del cocinero Óscar García, un lugar al que ir a descubrir las bondades de esta tierra a bocados. Con una Estrella Michelin, este local se encuentra localizado en el centro de la ciudad, en un edificio monumental del casco antiguo de la capital soriana, concretamente en unas antiguas cuadras señoriales del siglo XIX. Su carta pone en valor los productos de su entorno haciendo hincapié en los hongos, la caza, la pesca de río, la trufa negra -a la que le dedica un menú exclusivo cada año en la temporada de invierno- y las frutas de altura. Si te gusta la trufa negra –Tuber melanosporum- , los hongos y las setas, esta es una visita pendiente para disfrutar de sus menús de temporada.
![la lobita](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/21/la-lobita_9b156d13_240221170656_1200x675.jpg)
DISFRUTAR Alta cocina en un pueblo
Lo mismo que la ciudad tiene su Estrella Michelin, la provincia también cuenta con su galardón y, además, está en manos de una mujer Elena Lucas, en Navaleno. Su restaurante -familiar que ha pasado de generación en generación- llamado La Lobita, es una oda a las setas, a los hongos y a los productos de los montes de la comarca de Pinares de Soria, un lugar a donde muchos ya peregrinan cada año para disfrutar de la temporada micológica otoñal, pero también a lo largo de todo el año puesto que Elena conoce a la perfección el monte y siempre tiene setas en su menú. Esto se ve perfectamente cuando uno se sienta a su mesa, y descubre un poquito de su pasión por su tierra y la cocina, y la forma en la que lo une todo en la mesa junto a los productos de temporada que rodea su sotobosque pinariego.
![Cañón del Río Lobos](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/21/canon-del-rio-lobos_8d0052c6_1809173389_240221123803_1200x1805.jpg)
Punto magnético templario
Muy cerca de Navaleno se encuentra un lugar creado por la erosión del río que le da nombre, el Parque Natural Cañón del Río Lobos, otra de las grandes joyas naturales de la provincia de Soria. Con más de 10.000 hectáreas, este enclave natural, histórico y cultural es especialmente conocido por la ermita templaria de San Bartolomé -iglesia románica del siglo XIII cumbre del simbolismo templario y, para muchos, un lugar de gran fuerza telúrica-, además de por sus rutas de senderismo y sus colonias de buitres leonados, unas de las más grandes del país.
![Siguiendo las huellas de los dinosaurios](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/18/siguiendo-las-huellas-de-los-dinosaurios_00000000_f583ef87_240218155157_1200x1030.jpg)
En busca de dinosaurios
Toparse con huellas de dinosaurios fosilizadas en la roca desde hace millones y millones de años es una de las experiencias más sorprendentes que se pueden vivir en la zona de Tierras Altas de Soria. Aquí, entre sus pueblos y parajes naturales, aparece la llamada Ruta de las Icnitas, un recorrido que invita a los visitantes a descubrir los vestigios que dejaron en la tierra los dinosaurios antes de extinguirse.
Apta para pequeños y mayores, este recorrido tiene acceso tanto a pie como en coche en pueblos como Yanguas, considerado uno de los Pueblos más Bonitos de España, en Fuentes de Magaña donde se encuentra el yacimiento más completo y extenso de la región, con más de 300 huellas en su mayoría de Saurópodos y Bretún que sorprende porque en su casco urbano, en plena calle, se encuentran numerosas huellas fácilmente reconocibles a simple vista.