“Habitaciones donde recibes a amigos que no conoces”. Esta es la premisa de la que parte este alojamiento situado en la localidad francesa de Oms (región de Occitania y comarca del Rosellón) que emerge entre los Pirineos Orientales. Precisamente, Le Mas des Colombes no es un hotel o establecimiento turístico al uso, sino que se trata de una chambre d’hôtes que alberga un máximo de cinco dormitorios para visitantes.
meca del cubismo
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A dos horas en coche de Barcelona, esta villa medieval de los Pirineos Orientales esconde leyendas e impresionantes monumentos que recuerdan al intercambio español y francés.
Sus anfitriones son Eric Colomb y Nadège Lenhardt, un matrimonio formado por un banquero que quiso alejarse del estrés de su sector y una fisioterapeuta. Se toparon con esta casa en ruinas por casualidad y decidieron transformarla en un espacio adults only pensado para estancias de lujo y desconexión. “Lo que nos enamoró de este lugar es la tranquilidad que se respira”, explica Colomb. Tres años de dedicación, inversiones y reformas hechas por ellos mismos dieron como resultado este sofisticado alojamiento de 600 m2 construidos en plena naturaleza.
A dos horas de Barcelona
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bienestar y ocio
Algunas de las comodidades que ofrece Le Mas des Colombes son una sala de billar y de lectura, una zona de petanca, un moderno gimnasio con cabina de infrarrojos, un campo de golf, una piscina climatizada, un jacuzzi y un spa en el que recibir sesiones de aromaterapia o masajes con cuencos tibetanos por parte de Nadège. También es posible alquilar bicicletas eléctricas para explorar los alrededores, participar en una cata de vinos o unirse a alguna de las jornadas de barranquismo que se organizan junto a profesionales externos.
Ecos de la naturaleza
Aparte, cada una de las cinco suites de lujo está bautizada con nombres más que reconocibles dentro del territorio: Collioure, Céret, Canigó, Castelnou y Canet. Cuentan con mobiliario de madera de estilo clásico, cama king size, lavabos en piedra, zona de salón, bañera y delicadas ventanas con ornamentos en hierro forjado que revelan unas espectaculares vistas de la finca y el valle. “Nos importa mantener la privacidad en las habitaciones. Por eso, todas las habitaciones tienen su propia terraza y los inquilinos no se ven unos a otros en ningún momento”, añade Colomb. Ni se ven… ni se escuchan, porque aquí los sonidos del campo se abren paso y lo envuelven todo como una neblina.
ENCUENTROS GOURMET
Por la noche, la mesa de huéspedes ubicada en el salón de la vivienda se convierte en la pasarela en la que la cocina catalana luce su mejor cara. Ingredientes locales y de temporada, vinos de la tierra, recetas sencillas pero cargadas de sabor y el arte culinario de Nadège hacen de cada velada un recuerdo gourmet para los cinco sentidos. En el ambiente se mezclan la conversación relajada de los asistentes con el jazz que se cuela a través del hilo musical y, a veces, también con el chasquido de la madera que arde en la chimenea. «La idea es que los invitados compartan un rato agradable cenando juntos. En verano, por ejemplo, organizamos cenas y aperitivos en la terraza», amplía la pareja de anfitriones. Entre plato y plato, Eric y Nadège remarcan que algunas de los propuestas han sido elaboradas con frutas y verduras de la huerta del Mas des Colombes y huevos de su gallinero. Asimismo, a 700 metros de la masía se ubica Le Relais de L’ Orme, un restaurante que ofrece desayunos bajo reserva para los huéspedes.
«El perfil de viajero que nos llega es muy específico, aunque el rango de edad varía. Suele ser clientela con intereses nada extravagantes y que buscan confort y tranquilidad«, argumentan los propietarios de este alojamiento reconocido con cinco llaves por Teritoria, la plataforma que aglutina hoteles y restaurantes comprometidoscon el turismo sostenible y el arraigo cultural en Francia, Italia, Bélgica y Alemania.
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