Este verano se conmemora el primer centenario de la creación de S’Agaró, uno de los enclaves más exquisitos de la Costa Brava que nació como un núcleo residencial frente al mar Mediterráneo. Arquitectura y naturaleza se funden en esta localidad donde se conservan chalets de estilo noucentista, alojamientos históricos, playas de arena dorada y uno de los tramos más bellos del Camino de Ronda que surca este rincón costero que está de cumpleaños. «S’Agarò 1924-2024. S’100. Sentido y Sentimiento» es la iniciativa creada para la efeméride, con eventos culturales y deportivos que darán inicio este verano y se alargarán hasta febrero del 2025.
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S’agaró, dE UTOPÍA A REALIDAD
El pequeño núcleo de S’Agaró se encaja al sur de la Costa Brava entre las poblaciones de Sant Feliu de Guíxols y Platja d’Aro, refrescado por las playas de Sant Pol, Sa Conca, el cabo de la Punta d’en Pau y las calas Pedrosa y Vaques. Encantador y tranquilo, su origen se halla en el proyecto visionario de inicios del siglo XX de construir una ciudad-jardín con vistas al Maditerráneo.
Con esta idea nacía este complejo residencial que fue inaugurado el 24 de julio de 1924, dando origen a uno de los enclaves más elegantes de la costa catalana. El conjunto fue declarado en 1995 Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España, ampliado en 2022 con el Plan Especial de Protección del Conjunto Residencial de S’Agaró.
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URBANISMO VISIONARIO
La idea era construir una urbanización-jardín de veraneo para la burguesía, utilizando el estilo arquitectónico y las ideas del Novecentismo de la época. Este movimiento surgido en Cataluña a inicios del siglo XX reivindicaba el clasicismo y las artes populares, pero con sentido de modernidad. Al proyecto se le denominó S’Agaró por el riachuelo seco «Agaró» que marcaba el límite entre Sant Feliu de Guíxols y Platja d’Aro, una zona de terrenos yermos y rocosos con algunos pinares y cultivos entre las playas de Sant Pol y Sa Conca.
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El impulsor del proyecto fue el industrial Josep Ensesa Gubert (1892-1981), que encargó materializarlo al arquitecto Rafael Masó Valentí (1880-1935). Este diseñó plazas, avenidas, escaleras, equipamientos religiosos y sociales, y los primeros chalets modernistas de aquel flamante S’Agaró, adornados al estilo catalán con pórticos, torres y miradores frente al mar. Ensesa, empresario visionario, conjugó el potencial urbanístico de aquel litoral y el interés creciente de la burguesía por los balnearios litorales y un turismo de playa que buscaba el bienestar para la salud del sol y el agua de mar.
LA SENYA BLANCA y eL HOSTAL LA GAVINA
De 1922, la Senya Blanca fue la primera casa construida en aquel novedoso enclave de S’Agaró. Luego vinieron otros chalets de muros blancos y don decoraciones de piedra rústica, como Domus Nostrum, Faixat, Gorina, Faixat, Roquet, Graziella, Nurimar, Elimar, Lorimar, Roca Blanca o los que Ensesa y Masó diseñaron para ellos mismos. Pero sin duda, el edificio que más renombre adquirió fue el destinado al Hostal La Gavina, dos chalets unidos que entonces formaban parte de la comunidad residencial. Su fama ya traspasó fronteras por entonces y hoy sigue siendo uno de los alojamientos más emblemáticos de la costa catalana.
DE LA COSTA BRAVA A HOLLYWOOD
Elisabeth Taylor quedó prendada de aquel enclave al que llegó en los años 50 para rodar en sus playas De repente, el último verano, alojándose en La Gavina. Ava Gardner, Orson Welles, Robert de Niro y tantas otras estrellas del cine, mandatarios mundiales, intelectuales y premios Nobel han pasado por este histórico establecimiento desde que abriera sus puertas en 1932, entocnes con 11 habitaciones (ahora cuenta con 74)
Otro alojamiento histórico de aquellos años era el Monumental, luego Hotel de la Platja y hoy S’Agaró Hotel, creado en 1929 en una época en la que aún no estaba consolidado el turismo de playa; lo diseñó Pere Domènech, hijo del maestro modernista Lluís Domènech i Montaner. Durante el Centenario, ambos alojamientos albergarán la exposición compartida «S’Agaró 1924-2024. Los faros del turismo», que muestra su historia y la evolución a lo largo de este siglo, así como mucha documentación y material fotográfico.
HITOS DEL PRIMER CENTENARIO
«S’Agaró 1924-2024. Los faros del turismo» es una de las exposiciones organizadas para este primer centenario de S’Agaró, que oficialmente ha sido inaugurado con la instalación en el Camino de Ronda de una estatua a tamaño natural de su impulsor Josep Ensesa. Colocada en la plaza del Mirador, la escultura de bronce muestra al industrial con un gesto con el que fue inmortalizado en fotografías de la época, contemplando el horizonte de la Costa Brava.
Para la efeméride también se han creado visitas comentadas por la zona y un itinerario con paneles informativos que narran la historia humana y los valores artísticos y naturales de este emblemático sendero de la costa catalana. Todo ello enmarcado dentro de la exposición «Cien años de turismo, glamour, naturaleza y cultura en la Costa Brava y S’Agaró 1924-2024».
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MÚSICA, CINE Y REGATAS AL AIRE LIBRE
Las audiciones y eventos al aire libre fueron una constante en las primeras décadas del núcleo residencial, dando origen al actual Festival Internacional de Música de S’Agaró, en 2024 del 20 de julio al 21 de septiembre. Para la efeméride también se ha organizado el «Concierto del Centenario» que, el 20 de julio, tendrá como protagonista al tenor Josep Carreras.
Asimismo, la celebración quiere plasmar el peso del cine en la historia de S’Agaró, donde, al margen de atraer a estrellas del Séptimo Arte, desde el inicio se realizaban proyecciones al aire libre entre los huéspedes de los alojamientos y vecinos de los pueblos. Imitando aquella iniciativa, este verano se proyectarán películas de grandes estrellas que pasaron por S’Agaró o tomaron sus playas y paisajes como plató, por ejemplo De repente el último verano o Pandora y el holandés errante. Hay previstas tres sesiones: 18 de julio y 8 y 22 de agosto a las 22 horas.
La agenda de eventos continúa el 26 de julio cuando se llevará a cabo la «Fiesta para los Sentidos», una degustación gastronómica inspirada en la historia culinaria de S’Agaró y del Mediterráneo, durante la cual se proyectará un audiovisual sobre el Centenario. Por último, la Regata del Centenario, el 15 de agosto, reunirá navíos a vela en la bahía de Sant Pol, culminando el encuentro con un castillo de fuegos artificiales.
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EL CAMINO DE RONDA MÁS BELLO
Visitar este verano S’Agaró coincidiendo con su primer centenario permitirá disfrutar de un entorno natural que desde Sant Feliu de Guíxols se extiende hasta Platja d’Aro. En él se pasa por las playas de Sant Pol y Sa Conca, unidas por un tramo del Camino de Ronda considerado uno de los más bonitos de la Costa Brava, engalanado al inicio con pórticos y un mirador con forma de templete y trechos abruptos con escalinatas pegadas a los acantilados. Constituye un paseo agradable de algo más de 3 km que se puede completar en alrededor de una hora y media. Los senderos costeros existen en toda la costa de Girona, recalando en calas poco accesibles y ofreciendo vistas únicas de este icónico litoral mediterráneo.
PATRIMONIO MARINERO
Sant Feliú de Guixols y S’Agaró comparten la playa de Sant Pol, una ensenada de arena fina, apenas oleaje y aguas poco profundas. Es conocida por sus centenarias casetas de baño que durante los meses estivales se instalan y ofrecen la estampa más colorida de este rincón ampurdanés. También es larga la historia de la modernista La Taverna del Mar, hoy un restaurante de pescado ubicado en los antiguos Baños de S’Agaró en la misma playa de Sant Pol, desde el que se contemplan amplias vistas a través de sus ventanales.
Pero Sant Pol no es la única playa accesible desde S’Agaró. A pie por el sendero costero también se alcanza la solitaria Sa Conca, con una zona rocosa que la divide en dos. Y cierra este litoral la minúscula cala Viques y La Pedrosa, rincón de arena gruesa y aguas cristalinas resguardada por los pinos y con casas de inicios del siglo XX asomadas, entre las que sorprende encontrar un menhir fechado entre los siglos IV y III a.C.
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