Cala Pregonda
El paseo que lleva hasta esta cala desde la playa de Binimel·là, donde se deja el coche o moto, es agotador en verano a pleno sol, pero compensa con el paisaje que se atraviesa y con la vista desde lo alto de la Punta de Cala Pregonda. Dicen que el nombre le viene por la forma del peñasco que emerge enfrente, como un monje encapuchado orando (pregar en catalán), pero Joan Corominas en su Onomasticon Cataloniae ofrece un origen etimológico más creíble: del vocablo mozárabe pregona, que significa «profunda».
En los años 70 la zona fascinó al compositor Mike Oldfield, quien la visitó en compañía de Richard Branson, que acababa de estrenar su discográfica. Se cuenta que un amigo de ambos los invitó a una de las casas de Cala Pregonda y que por eso la playa acabó siendo la portada del disco Incantations (1978).
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Los islotes que protegen de forma natural el baño en Cala Pregonda concentran todas las miradas en el horizonte nada más pisar su arena. La cala alberga tres zonas de baño. La primera es Pregondó, más concurrida; luego viene Pregonda y, por último, la playa del Escull de Pregonda, en el sur del islote más grande de la orilla, por lo que solo se puede llegar nadando o con embarcación.
En conjunto, un universo de arena rojiza y gruesa, con un sistema dunar por donde sobresalen pinos y tamarindos. Está enclavada dentro de la Reserva Marina del Norte de la isla y es un lugar ideal para el esnórquel.
![Playa Cavalleria. Menorca](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/20/playa-cavalleria-menorca_342a3262_240620111510_1200x801.jpg)
Playa de Cavalleira
El faro de Cavalleria es uno de los enclaves más icónicos de la isla por su paisaje de acantilados batidos por el oleaje y el feroz viento de la tramontana. Este cabo que se adentra en el mar como un largo brazo que apunta al norte presenta a lado y lado playas encantadoras. Las del costado oeste son balsas de calma, con aguas cristalinas y fondos repletos de peces.
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La playa de Cavalleria es la más extensa de la zona. Se alcanza por un sendero que, después de subir una pequeña cuesta, se asoma desde un mirador a un arenal con forma de corazón. Una escalera de madera desciende por la ladera de tierra rojiza hasta la misma orilla, de arena gruesa y encarada a unos escollos por los que siempre rondan nadadores con gafas y tubo. Las dunas se levantan unos metros por detrás de la orilla. Y sobre ellas, el verde de los socarrells (Launaea cervicornis) sirve de contraste a los rojos del paisaje.
![Cala Pilar. Menorca](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/20/cala-pilar-menorca_d58b0840_240620111552_1200x791.jpg)
Cala Pilar
Esta playa de arena dorada y gruesa es uno de los secretos mejor guardados de la costra norte. Su excelente preservación se debe en gran parte a que se debe caminar una media hora para alcanzarla y a que no dispone de servicios ni de socorrista.
El sendero de arena que parte de la pequeña zona de aparcamiento discurre primero a la sombra de ullastres (acebuches) y encinas, bordea campos y atraviesa un bosquecillo de pinos con unas mesas de pícnic. El último tramo transcurre a pleno sol. Se asciende a un promontorio desde el que se contempla el magnífico paisaje con la Cala Pilar abajo, aún lejos. La senda se torna pedregosa y baja en unas pocas curvas hasta una pasarela de madera que lleva a la playa. Al bañarse hay que tener en cuenta que el fondo desciende pronto, con poca transición.
![Cala Morell. Menorca](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/20/cala-morell-menorca_ae169de9_240620113838_1200x800.jpg)
Cala Morell
La escueta cala Morell es una playita de cantos rodados con un pequeño embarcadero, encajada en una larga entrada de mar que proporciona un refugio seguro a las naves que bordean la costa norte. Más que una cala donde tumbarse al sol, esta es una playa ideal para pasarse el día en el agua, nadando o buceando.
Unas plataformas de cemento facilitan moverse por los laterales de la cala, dejar allí la toalla y, con escarpines (atención a los erizos), gafas y aletas, zambullirse en busca de peces. Hay quien se anima a nadar hasta las altas paredes del fondo y explorar alguna de las grutas marinas que se abren fuera ya de la cala. En ese caso, conviene llevar una boya para alertar a las embarcaciones que entran o salen de fondear.
En la zona hay una necrópolis con 14 cuevas excavadas hace miles de años en la roca del barranco. Se puede acceder desde la misma carretera que desciende la playa.
![Playas Algaiarens. Menorca](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/06/20/playas-algaiarens-menorca_2c24cfcc_240620113919_1200x900.jpg)
La Vall
La misma carretera que lleva de Ciutadella a Cala Morell se desvía antes hacia las playas de Algaiarens o, como más se las conoce, playas de La Vall. Es una zona agrícola, con bosques de pino y unas pequeñas lagunas de agua dulce que se ha librado de la urbanización gracias a que está declarada Área Natural de Especial Interés.
Son dos playas de arena blanquísima y aguas transparentes separadas por un promontorio y conectadas por un camino. La primera y más grande se llama Els Tancats y la segunda, Es Bot. Ambas presentan una entrada al agua de poca profundidad, ideal para las familias con niños pequeños. Aunque carece de servicios, sí que cuenta con socorristas y se alquilan canoas.