De temporal a histórico
Con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929, el gobierno encargó al arquitecto Aníbal González Álvarez-Ossorio la construcción de un pabellón nacional como anfitriona de este evento para estrechar lazos entre España, sus antiguas colonias y Portugal. Es por eso que el edificio representa, con su forma curva, el abrazo del país a sus antiguos territorios americanos, con un canal de 515 metros y una orientación hacia el Guadalquivir como guiño al camino a seguir hacia América. En un principio, el edificio iba a ser provisional, pero después se decidió que tendría un uso permanente para los ciudadanos.
Las obras, que duraron quince años, multiplicaron por decenas el coste previsto inicialmente, ya que para acabar a tiempo se necesitaron más de mil personas trabajando simultáneamente, y Aníbal renunció a la dirección de la construcción tres años antes de su inauguración, se cree que por desacuerdos con el comisariado.
![Plaza España Sevilla](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/27/plaza-espana-sevilla_8c5911eb_240227112512_1200x801.jpg)
Sin embargo, fue suficiente para imprimir en el edificio su sello regionalista de fusión renacentista, barroca y neomorisca en el que destacaba no solo la cerámica vidriada, sino también el ladrillo moldeable, la madera tallada y el hierro forjado, recurriendo a industrias y artesanías locales.
El regionalismo que se imprime en la plaza se puede ver en sus 48 bancos, uno por cada provincia de España (sin contar Sevilla, que tiene cuatro murales repartidos entre los asientos, y las Islas Canarias, que en ese momento eran una sola provincia y no dos, como en la actualidad). A los lados, dos torres de 74 metros cuya altura fue polémica por la posibilidad de hacerle sombra a la Giralda, que representan a los Reyes Católicos. Sobre el canal, cuatro puentes que reflejan los cuatro reinos que conformaron España – Aragón, Navarra, Castilla y León – y, en total, 50.000 metros cuadrados repletos de curiosidades y simbología.
![Plaza España Sevilla](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/27/plaza-espana-sevilla_245830c9_1322878068_240227112537_1200x900.jpg)
Pequeños grandes detalles
Si tiene un rato para caminar sin prisas por Plaza España, el visitante podrá ver más allá de las escenas históricas y costumbristas de cada uno de los bancos, junto a los mapas y escudos regionales que se encuentran frente a cada uno de ellos en el suelo. Entre los bancos, Aníbal, amante de la literatura, ideó pequeñas estanterías destinadas a albergar revistas, periódicos, mapas, guías o libros, en general, que la gente pudiera consultar mientras disfrutaba del descanso.
Su amor por la literatura también se puede descubrir en alguno de los 48 bustos que se ubican en la galería porticada sobre cada uno de los bancos y que reflejan el rostro de ilustres personajes de la historia de España, como Murillo o Velázquez, contando solo con dos mujeres: Isabel la Católica y Santa Teresa de Ávila.
![Plaza España Sevilla](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/27/plaza-espana-sevilla_b56f22b4_240227112601_1200x800.jpg)
Los asientos, por su parte, están ordenados por orden alfabéticosalvo por una excepción, Navarra, puesto que se suprimió el azulejo original y se colocó otro cambiando el encabezado por ‘Pamplona’. La importancia de la representación de España está también en los escudos de Sevilla, repartidos sobre las puertas de Aragón y Navarra – ubicadas entre las dos torres de los extremos –, además de los 24 escudos imperiales de Carlos V en la fachada o los cuatro heraldos de las cornisas centrales, que representan los antiguos reinos peninsulares.
Inicialmente, el edificio se proyectó para ser sede de la Universidad de Sevilla, pero pasó a ser de uso militar, por ello hoy alberga el museo de esta temática, además de la delegación del gobierno central en Andalucía y un teatro no abierto al público dentro de la Capitanía general.
![Plaza España Sevilla](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/02/27/plaza-espana-sevilla_2b7a250f_1054726882_240227112725_1200x800.jpg)
Encanto cinematográfico
La elección de esta plaza por muchos directores de cine como escenario para sus películas y series le ha valido el título de Tesoro de la Cultura Cinematográfica Europea por parte de la Academia de Cine Europeo. Desde un anime japonés, Magic-kyun! Renaissance, hasta la producción de Netflix Kaos, ha sido set de grabación de filmes tan míticos como Lawrence de Arabia, donde hace las veces de cuartel general en El Cairo.
El viento y el león es otra de las películas donde disfrutar de su arquitectura en un desfile de tropas, pero quizá la más conocida sea la de Star Wars II: El ataque de los clones, donde se convierte en el palacio real del planeta Naboo. La plaza y el edificio también han aparecido – modificados digitalmente –, en la película El Dictador, siendo la mansión de este en la ficción.