Instalados en la isla desde 2017, de la que se quedaron prendados casi dos décadas antes, Santi Benéitez y Begoña Ratón decidieron iniciar una aventura vital y gastronómica con Sebe en 2019, un pequeño refugio en Costa Teguise, donde proteger al pescado y marisco local. Respeto por el punto de la materia prima, frescura y originalidad puestos al servicio de una forma de entender la cocina que, como la vida, solo podría interpretarse desde el cariño y desde una visión consciente de lo que quiere representar.
Es un territorio consagrado a los dos grandes tesoros marisqueros de la isla, como son los carabineros y las gambas que trae Cristóbal Olivero, casi a diario, de La Santa, en el norte de la isla. También de arroces, de pescados perfectamente fritos y de uno de los postres más originales que se pueden ver en las islas como es Todo millo, con el gofio como protagonista, en este discreto restaurante de blancos y azules con apenas 10 mesas.
![02A Carabinero ©Isla de Lobos](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/02a-carabinero-isla-de-lobos_2bffa972_240310220704_1200x794.jpg)
Isla de Lobos
En Playa Blanca, al sur de la isla y frente al Islote de Lobos —de ahí el nombre—, Gonzalo Calzadilla ejecuta desde el restaurante gastronómico del Hotel Princesa Yaiza Suite Resort una cocina que habla de tierra, de pertenencia canaria y de recuperar recetas. Con un sol Repsol en su haber y con el mérito de haber sido elegido mejor cocinero de Canarias en 2019, Calzadilla revisita los clásicos de la cocina canaria, eligiendo el producto en su mejor momento, para servirlo bajo ciertos mimbres de modernidad. Es el caso de la ropa vieja, una preparación muy local, donde el garbanzo se mezcla con el pulpo; también de los registros que el cochino negro canario permite o de cómo la cuchara se reivindica al compás de hitos como el potaje de berros con millo y costillas, otro imprescindible de la cocina doméstica canaria al que rendir pleitesía.
![03B Sala del comedor de Palacio Ico](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/03b-sala-del-comedor-de-palacio-ico_7024999f_240310222139_1200x800.jpg)
Palacio Ico
Allí donde se mire dentro de Palacio Ico, en pleno corazón de Teguise, la historia aparece. Catalogado como Bien de Interés Cultural, este edificio es una antigua casona erigida a finales del siglo XVII que sirvió de primer hogar a Agustín de Cabrera y Bethencourt, coronel de Fuerteventura, que la convirtió en su residencia. Respetando el gusto por la tradición, Sonsoles López y Eduardo Riestra convirtieron en 2017 la antigua casona en el hotel boutique que es hoy, donde también han apostado por la gastronomía como valor seguro. De nuevo, el localismo se abre paso. Hortalizas del jable, mariscos y pescados locales y delicatessen de Lanzarote, como sus quesos, marcan el tempo en cocina al que mima el chef Víctor Valverde. Bien secundado desde la sumillería por Iván Monreal, que insiste en la recuperación y valorización del vino canario más allá de las grandes firmas, Palacio Ico es otro remanso de paz en el corazón de la isla donde detener el tiempo con el paladar como protagonista.
![04A Ropa vieja de pulpo ©Lilium](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/04a-ropa-vieja-de-pulpo-lilium_6ed15d98_240310221014_1200x800.jpg)
Lilium
Profeta en su tierra, el chef Orlando Ortega es miembro de una resistencia gastronómica que habla conejero. Desde Lilium, en el puerto deportivo de Arrecife, este chef local apuesta por dignificar Lanzarote desde lo gastronómico. El mérito no es sólo hacerlo, conseguir que el restaurante esté lleno y que se coma más que rico, sino haberlo hecho cuando nadie confiaba en lo local. En una isla donde lo evidente era cocinar dentro de hoteles o, cuanto menos, huir de la cocina tradicional, Orlando Ortega —junto a Guadalupe Sánchez— se atrevió a canarizar la mesa desde Lanzarote. Es casa de sancochos, de ropa vieja, de cabritos y de lentejas, pero también de dejar que toques de fuera se integren, sin propasarse, con una cocina sabrosa, identitaria y que hace mucho bien gastronómico a la capital lanzaroteña.
![05C El Risco, en Caleta de Famara](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/05c-el-risco-en-caleta-de-famara_210d49f3_240310221256_1200x800.jpg)
El Risco
Casi el plus ultra lanzaroteño, una suerte de Finis Terrae de conejeras maneras. El Risco se destapa desde Caletas de Famara, con la isla de La Graciosa como vecina. Aquí baten las olas y el viento empuja por igual a arenas y kitesurfistas en un paraíso que se ha convertido en lugar de culto de celebrities. También para amantes de la gastronomía que acuden al restaurante que los Perdomo —Juan Jesús y Jonay— ponen en un mapa gastronómico de sinceridad y canarias maneras. Papas, morenas, mojos tradicionales, sardinas, pulpos, calamares y generosos chernes se encargan de dar una bienvenida gastronómica a un restaurante que haría justicia al propio paraíso. El trabajo, sincero y delicado, con legumbres, hortalizas y frutas locales es otro de sus puntos fuertes para poner en el mapa a uno de los más deliciosos rincones de la isla.
![06B Cherne y calamar ©César Lanzarote](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/06b-cherne-y-calamar-cesar-lanzarote_fe8fe2c8_240310221508_1200x800.jpg)
César Lanzarote
Justicia le hace el nombre de La Asomada a la pequeña pedanía en la que el César Lanzarote, un delicado hotel boutique en el municipio de Yaiza (en la parte sur de la isla) se encuentra. Con los Manrique vinculados a esta propiedad, no en vano, Gumersindo Manrique —padre de César— fue el dueño de este edificio, César Hotel es otro de esos luminosos vibratos que están cogiendo fuerza en Lanzarote, convirtiéndolo en un refugio relajante y, a su vez, sabroso. Apenas 23 habitaciones a las que luego, si de comer se habla, se complementan con un delicado restaurante que comanda el chef Alejandro Martín. Asesorado por Juanjo López, chef de La Tasquita de Enfrente, el toque gastro del hotel explora desde la creatividad el producto y recetario local, valiéndose de proveedores locales para que pescados, mariscos, carnes y huerta triunfen. Tierra de morena frita, de mojos verdes, de cochino negro y de devoción por el carabinero de La Santa, César Lanzarote es otro imprescindible para huéspedes y viajeros si pasan por la isla.
![07A El chef Víctor Planas](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/07a-el-chef-victor-planas_f260c7db_240310221641_1200x800.jpg)
Kaori
Convertido en uno de los nombres propios de la cocina japonesa en las Islas Canarias, el chef Víctor Planas —muy vinculado al grupo Kabuki— y chef del restaurante Kensei, en Costa Adeje, inició esta otra aventura nipona dentro del Hotel Fariones, en Puerto del Carmen. Bajo ese sincretismo que ha caracterizado su forma de entender la gastronomía, Planas ha ideado una forma de comerse Canarias a través de Japón y viceversa donde apuesta por el producto local, basándose en técnicas del Lejano Oriente. Dos mundos mucho más conectados en Kaori de lo que la distancia podría hacer imaginar. Archipiélagos y cocina marinera entroncan dos realidades parejas, a miles de kilómetros de distancia, pero que se amarran en las mismas bases. Un lujo que en Kaori se entremezclan con ramen, con nigiris y con detalles de creatividad que merecen la pena enarbolar los palillos.
![08B Carpaccio de gambas de La Santa de Tacande](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/08b-carpaccio-de-gambas-de-la-santa-de-tacande_85b71426_240310221753_1200x844.jpg)
Tacande
Si una palabra define la iniciativa del restaurante Tacande es la de constancia. En Haría, en el norte de la isla y la patria chica de César Manrique, el empresario Víctor Betancourt puso el empeño en reivindicar la mesa lanzaroteña con un restaurante que se saliese de los lugares comunes que se ven en la zona de costa. Todo ello encabezado por el chef Daniel Jiménez, que da forma a la cocina de Tacande, y donde la fusión bien entendida cobra grandísimos vuelos. De nuevo es Lanzarote, en voz y forma, la que se encuentra en la mesa. Al carabinero le acompañan las gambas y las lentejas; al pulpo le secunda el cherne; el queso ahumado se entiende con el cochino negro…Fresca, divertida y con una creatividad que la hace irresistible, la cocina de Tacande se vertebra en una forma diferente de comerse Canarias sin renunciar a ella.
![09A El chef Colacho Machín](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/09a-el-chef-colacho-machin_fd105f20_240310221904_1200x800.jpg)
La Cocina de Colacho
Poca gente conoce en Lanzarote al chef Nicolás Machín por su nombre de pila. Sin embargo, la cosa cambia al referirse a Colacho. Convertido en uno de los bastiones de la cocina lanzaroteña, este conejero de Playa Blanca ha sido testigo de cómo la isla se ha ido abriendo al turismo en las últimas cuatro décadas. Como esa apertura, el chef también ha ido mezclando en su discurso gastronómico la esencia de lo lanzaroteño, sobre todo en cuanto al producto, con una modulación gastronómica de cocina clásica —que adquirió en su paso por el madrileño Casa Salvador—. Su apuesta por los fondos y por la ejecución y limpieza en los platos es garantía de éxito y de calidad.
![10B Interpretación del cochino negro asado](https://viajes.nationalgeographic.com.es/medio/2024/03/10/10b-interpretacion-del-cochino-negro-asado_fc7f28ac_240310222004_1200x1444.jpg)
Kamezí Deli & Bistró
Una familia vasca, un chef manchego y un sumiller extremeño… Podría parecer que todo lo mencionado aleja cualquier posibilidad de canariedad. Sin embargo, es una de las aproximaciones más fieles a la cocina de Lanzarote. Ideado por el bodeguero alavés Koldo Eguren Cendoya, el hotel Kamezí es un coqueto resort en Playa Blanca donde, como era evidente, la gastronomía también tenía que fluir. De ella se encarga el chef Rubén Cuesta, que en un potentísimo trabajo de prospección ha concebido dos menús que no podrían latir más canarios. Kamezí Deli & Bistróes terreno fértil para el bocadillo de pata, para el sancocho o para dar salida al clásico calamar sahariano y a la perenne sama, pero con creatividad y detalles de una alta cocina que ha traído aprendido de casas como El Bohío, una estrella Michelin en la localidad toledana de Illescas, o en Bevir, otra estrella Michelin —esta vez en Gran Canaria— conseguida en 2024.