Viajar en tren por Gran Bretaña no es solo una forma sostenible y práctica de conocer el país. Es, también, una experiencia sensorial ya que algunos de los viajes en tren más emblemáticos del mundo se encuentran aquí. Partiendo de vibrantes ciudades, atraviesan cumbres, páramos y una gran línea de costa. Aquí empieza una aventura británica impulsada por vapor a través del rico patrimonio ferroviario del país.
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El tren más cinematográfico
Famoso como el Expreso de Hogwarts en las películas de Harry Potter, el Tren de Vapor Jacobita se abre paso a través de algunos de los terrenos más pintorescos de Escocia. Partiendo de Fort William, a la sombra de la montaña más alta de Gran Bretaña, Ben Nevis, la línea serpentea entre colinas cubiertas de nieve y lagos profundos en su camino hacia el pintoresco pueblo pesquero de Mallaig.
Desde allí, otro fotograma inolvidable, el del espectacular viaducto de Glenfinnan, con 21 arcos e impresionantes vistas del lago Shiel y las montañas circundantes. El viaje se completa con una visita al Museo de la estación de Glenfinnan, la parada perfecta para descubrir el rico patrimonio ferroviario de la región.
En tierra firme, el Waldorf Astoria Edinburgh – The Caledonian, es uno de los hoteles ferroviarios con más historia. Data de 1903 y se encuentra a poca distancia de la mayoría de las atracciones de Edimburgo en el corazón de Princes Street. Muchas de sus habitaciones ofrecen impresionantes vistas del Castillo de Edimburgo y al resto de la ciudad.
Lugares especiales
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Vapor por Snowdonia
Los paisajes montañosos de Snowdonia son el principal atractivo a bordo del Welsh Highland Railway, una línea patrimonial de vía estrecha cuidadosamente restaurada que une Porthmadog y Caernarfon. En este viaje entren se pueden vivir numerosas experiencias, desde subir a las torres de la imponente fortaleza de Caernarfon, uno de los cuatro castillos de la región declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hasta recorrer el pintoresco pueblo de Beddgelert mientras atraviesan las heladas estribaciones del monte Snowdon en un paseo invernal.
Subir a bordo del galardonado ferrocarril Ffestiniog (el ferrocarril de vía estrecha más antiguo del mundo que data de hace 200 años) es perfecto para descubrir la época dorada de los viajes en tren en Gran Bretaña. Con tres locomotoras originales y lujosos vagones, gloriosas vistas costeras, bosques antiguos y los campos ondulados de la campiña galesa esperan al viajero.
Dormir hasta el suroeste
Si los gustos van hacia extensas playas, bravos oleajes y los sinuosos senderos costeros, el siguiente destino es perfecto: Cornualles. A esta cantidad de pueblos, ciudades y centros turísticos se accede tras pasar la noche en el tren nocturno Night Riviera Sleeper de Great Western Railway, cuya salida está en la estación de Londres Paddington.
Regreso al pasado
Para un viaje a través de las delicias al aire libre de Yorkshire Dales y North Pennines, el viaje en tren es a bordo del Settle-Carlisle. El tramo de 73 millas, que data de mediados del siglo XIX, está repleto de túneles y viaductos, y fue el último ferrocarril principal construido casi en su totalidad a mano. Siguiendo el paisaje natural de la región, el tren pasa por el icónico viaducto Ribblehead y por una serie de exuberantes páramos en esta aventura ferroviaria. En la línea principal circulan diariamente trenes diésel, mientras que operadores especializados también utilizan locomotoras de vapor clásicas en determinados días del año.
Viajar con estilo
Ante el anhelo de viajes lujosos y sin estrés, la aventura por la campiña británica a bordo de un Belmond British Pullman, cuyos vagones restaurados encarnan la época dorada de los viajes en tren de las décadas de 1920 y 1930, es la opción perfecta. Con rutas a ciudades vibrantes, castillos antiguos y grandes propiedades, este es un viaje con estilo propio que permite descubrir ciudades como Bath, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, o la historia detrás del lugar de nacimiento de William Churchill en el Palacio de Blenheim.
Para los huéspedes que salen desde Londres, hay una serie de hoteles ferroviarios icónicos para descubrir, incluido un símbolo del esplendor victoriano, el St Pancras Renaissance Hotel. Con vistas a la estación de St Pancras, data de 1873 y está indisolublemente ligado a los ferrocarriles. Este lujoso alojamiento de cinco estrellas, que se ha hecho cargo de muchas de las instalaciones del Midland Grand Hotel, diseñado por George Gilbert Scott, tiene una historia rica y ecléctica. Su pieza central es una impresionante escalera gótica victoriana, cuidadosamente restaurada para recuperar su gloria de 1901.
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