En algún lugar de… Aragón, se esconden obras maestras del Museo del Prado. Réplicas exactas de algunos de los cuadros más icónicos de la gran pinacoteca madrileña que han cambiado de escenario a propósito de una nueva iniciativa impulsada por el Real Museo del Prado, Territorio Goya y Telefónica, cuyo principal objetivo es llevar el arte a los rincones más insospechados del país, especialmente a los núcleos rurales alejados de los grandes museos. De ahí que varios pueblos aragoneses hayan amanecido ante la sorpresa de encontrar un nuevo elemento en su paisaje, una pequeña ventana enmarcada a través de la que viajar no solo a las escenas que ilustran estas fascinantes obras sino también a la propia esencia de la historia del arte.
La iniciativa lleva como nombre el famoso “En algún lugar de…” que da comienzo al Quijote –y al vídeo promocional de la misma– precisamente como guiño a la universalidad y cercanía que quiere transmitir este proyecto. La intención no es encumbrar a los grandes pintores y sus grandes éxitos sino, al contrario, sacarlos de las impolutas salas de los museos para integrarlos en entornos que darán nuevos significados e historias a estos cuadros. Dejar, por ejemplo, que las pinceladas llenas de luz de los Chicos en la playa de Sorolla dialoguen con la vegetación y el sonido de las aguas del arroyo de Almonacid de la Cub o que El Cardenal de Rafael adquiera una nueva expresión al encontrarse en la pared de una de las antiguas casas de Samper de Salz.
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Pueblos y ciudades aragonesas
Aragón ha sido la comunidad autónoma elegida para acoger el lanzamiento de este proyecto, ofreciendo 15 pueblos de la comarca Campo de Belchite y la ciudad de Zaragoza para recibir las obras del Prado. La Mona Lisa de Fra Angelico –prima hermana de la original de Leonardo da Vinci– se ha instalado en la Oficina de Turismo de Zaragoza; la épica Lucha de San Jorge y el Dragón de Rubens se ha colocado en la entrada del Palacio de la Aljafería de Zaragoza; Las hilanderas de Velazquez se han llevado a Almochuel y La rendición de breda del mismo autor al pueblo de Codo; Judit en el banquete de Holofernes de Rembrandt ahora luce en Fuendetodos y Venus y Adonis de Veronés en Letux.
Cada obra se ha reproducido en el formato y las dimensiones originales y se ha llevado a su nuevo destino enmarcada y con una cartela explicativa del proyecto. Lo mismo se hizo en la iniciativa “A la vuelta de la esquina”, llevada a cabo en 2021, que ha inspirado a esta: a propósito del Día Internacional de los Museos, el Prado instaló una veintena de réplicas exactas de obras de su colección en lugares inesperados de las calles de Madrid, buscando alterar la cotidianidad de los ciudadanos y alentar su visita a los museos. Siguiendo la misma línea, ahora «En un lugar de… Aragón» quiere avivar las ganas de conocer estos destinos menos transitados de la geografía española.