LA PLAZA DE LA BOLSA, ESPEJISMOs EN EL CENTRO DE LA CIUDAD
La Plaza de la Bolsa es la visita más emblemática del centro de Burdeos. La ciudad se expandió fuera de sus murallas en el siglo XVIII con este gran espacio urbano. Desde 2006, los solemnes edificios que la flanquean se reflejan en el Miroir d’Eau, una fuente instalada en el pavimento sobre la que se puede pasear entre centenares de surtidores que, de vez en cuanto, sin previo aviso, se disparan obligando a esquivar el agua. Otra opción es situarse en el centro y disfrutar de la fotogenia de esta ágora con forma de media luna y arquitectura del siglo XVIII, que separa el Burdeos medieval del moderno. Desde la Plaza de la Bolsa arrancan muchas de las rutas temáticas que propone la Oficina de Turismo local, desde paseos históricos a arquitectónicos, enológicos o de curiosidades y leyendas de la ciudad.
LAS PUERTAS MEDIEVALES DE LA DAMA DE AQUITANIA
Burdeos también invita a perderse por las callejuelas peatonales de su compacto casco viejo. Todavía perviven vestigios medievales y plazas con soportales bajo los que se han instalado comercios y restaurantes con terrazas en las que disfrutar de la joie de vivre. A este Burdeos se accede a través de algunas de las puertas fortificadas que protegían la ciudad antigua, como la Porte Cailhau, del siglo XV, o la Grosse Cloche, construida sobre restos de la desaparecida Puerta de Santiago, bajo la que pasaban los peregrinos a Compostela. La primera, que data de 1494, era uno de los accesos de la muralla medieval. Fue erigida para conmemorar la victoria de Carlos III en Fornovo (Italia) y hoy conecta la Plaza del Palacio con la ribera del Garona.
LA CATEDRAL DE SAINT-ANDRÉ Y OTROS HITOS PARA PEREGRINOS
La espiritualidad de Burdeos se revive, precisamente, caminando por las sendas jacobeas que llevaban hasta la Catedral de Saint-André y la basílica de Saint-Michel, ambas en el corazón de la ciudad. Sus campanarios y torres elevan las agujas por encima de los tejados de pizarra y definen el perfil urbano. Y es que por Burdeos pasaban varios ramales de vías de peregrinos como la Turonense, que cruzaban la ciudad hasta la Catedral de Saint-André, que desde la Rue Vital Carles se contempla altiva con sus dos afiladas torres, y se dirigía luego a los Pirineos para seguir su camino hasta Compostela.
la pLAZA DE LA COMEDIA y el teatro
Si la Plaza de la Bolsa es el icono elegante de Burdeos, el centro más vital de la vida urbana es la Place de la Comédie. Está presidida por el majestuoso Gran Teatro y cuenta con animados cafés que recuerdan que hubo un tiempo en el que Burdeos fue conocida como el «le Petit París». En este ágora comercial se alza desde 1780 el Gran Teatro, que esconde un auditorio con una cúpula con frescos del siglo XVIII. Fue erigido en el emplazamiento de un templo del foro galorromano. Esta elegante plaza se sitúa cerca de la clásica vía comercial de Sainte-Catherine, con escaparates de lujo de grandes firmas, y cerca también del encantador Mercado de las Cuatro Estaciones, de productos gastronómicos. Por cierto que también es recomendable darse un paseo por el Quai des Marques, donde se alinean los outlets.
LA MÉCA DE SAINT-JEAN, ÁGORA DE VANGUARDIA EN BURDEOS
El sureste de Burdeos ha recuperado la vida con varios nuevos proyectos construidos en la última década. Un par de decisiones han sido las responsables de que ahora todo el mundo se fije en la estación de tren de Saint-Jean y sus alrededores. La primera, la inauguración de la primera línea de altísima velocidad del país que une París con esta ciudad en poco más de dos horas. La segunda, el traslado del Fondo Regional de Arte Contemporáneo a este distrito, con MÉCA como nueva sede firmada por el danés Bjarke Ingels y un calendario de actividades a tener en cuenta. El MÉCA impulsa la creación artística y cultural en la región de Nueva Aquitania.
MÉCA, acrónimo de Maison de l’Économie Créative et de la Culture en Aquitaine, abrió en 2019 como nuevo icono arquitectónico de Burdeos. El edificio se vislumbra como un bloque de papiroflexia, ligero y vanguardista. Está conectado con el paseo del Garona por una rampa que conduce a un ágora abierta de 1100 m2, un marco vacío para que los artistas lo llenen de creatividad. Otra terraza de 850 m2 sirve para las instalaciones de arte a gran escala y las actuaciones al aire libre. La fachada opaca del centro cultural tiene ventanas intercaladas que la dotan de transparencia y regulan la luz que incide en el interior.
Al acceder, el visitante puede relajarse en un foso con bancos en forma de espiral o en el café panorámico Le Crem, con guiños a la cultura del vino local. El MÉCA acoge una biblioteca multimedia; el Centro de Artes Escénicas OARA, con un teatro de 250 plazas; y la Organización Literaria y Cinematográfica ALCA, con un cine de 80 butacas. En la planta superior exhibe las obras del Fondo Regional de Arte Contemporáneo.
Información práctica
La Méca de Saint-Jean
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Dirección y acceso
Quai de Paludate, Burdeos.
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Horarios
Abierto de lunes a viernes, desde las 9 h a las 18 h.
Sábados y domingos de 13h a 18h -
Precio de entrada
Acceso gratuito
LAS PISCINAS INMERSIVAS DE BASSINS DES LUMIÈRES
Estas «Piscinas de las Luces» son un centro de arte visual inaugurtado en 2020 en Burdeos, un espacio que propone sumergirse en una experiencia sensorial y envolvente, contemplando montajes audiovisuales de 360 grados. El lugar elegido para la instalación es una antigua base submarina, un recinto de hormigón, acero, agua y penumbra que ahora resucita convertido en un escenario lleno de color, música y arte. Situado en el barrio de Bassins à Flots, se trata de un gigantesco búnker de 42.000 m2 que construyeron los alemanes a orillas del Garona para esconder submarinos durante la Segunda Guerra Mundial. Con una vía central inundada por el río, tiene 11 espacios expositivos. La magia sensorial de las Bassins des Lumières la logran 90 videocámaras que proyectan miles de imágenes y música digitalizadas en las paredes y suelo del búnker, y también sobre el agua que circula por el interior y que salvan pasarelas.
Información práctica
Bassins des Lumières
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Dirección y acceso
Brown de Colstoun. Burdeos.
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Horarios
Abierto de lunes a domingos, desde las 10 a las 19 horas. Fin de semana, hasta las 21 horas.
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Precio de entrada
Entrada general: 15€
Entrada para jóvenes (hasta 25 años): 9€
la CITé DU VIN EN LA CIUDAD DEL VINO BURDEOS
Burdeos está repleto de enotecas y de bares à vins, aunque la ciudad no se acabó de erigir como capital mundial de vinos hasta que se levantó esta especie de Guggenheim enoturístico. Ubicado también en la zona de Bassins à Flot, La Cité du Vin es ejemplar en muchísimos sentidos. Aquí no solo se habla de los Grand Crus que rodean la ciudad, sino del vino como eje cultural y económico desde hace milenios. Inaugurado en 2016, a través de instalaciones multimedia, paneles interactivos y un audioguía invita a descubrir todos los aspectos posibles del vino, desde su historia hasta su conexión con el cine. No faltan un bar de catas en lo más alto de este icónico edificio, ni una vinoteca en la que pasarse horas incluso por su fotogenia. El mirador de la octava planta permite disfrutar de una copa de vino mientras se contemplan vistas de la ciudad y su río.
Información práctica
La Cité du Vin
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Dirección y acceso
134 Quai de Bacalan. Burdeos.
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Horarios
Abierto de lunes a domingo, entre las 10 y las 19 horas (entre marzo y diciembre)
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Precio de entrada
Entrada general: 22€
Jóvenes de 6 a 17 años: 9€
Menores de 6 años entrada gratuita
EL PROYECTO darwiN, HITO DE SOSTENIBILIDAD
La Caserne (caserna) Niel pasó libre de militares más de un siglo y, pese a ello, nadie se había planteado qué hacer con los barracones y hangares que antaño acogían a centenares de soldados. Hasta que en 2005 apareció Philippe Barre, un empresario local que hizo de estas instalaciones un universo marcado por un adjetivo: ecológico. El Proyecto Darwin es una auténtica referencia hipster como espacio sostenible, idóneo para ver exposiciones y conciertos o tomar un café mientras se observa caer la tarde. Su primera medida fue transformar los edificios en un co-working para empresas que cumplan unos estándares verdes mínimos o cuyos objetivos son hacer del mundo algo más sostenible. El segundo, abrir el Magasin Générale, un restaurante y tienda Km.0. Y el tercero, dotarlo con conciertos, espectáculos de deportes alternativos como el skate o el bikepolo e instalaciones artísticas.
la galería DE bellas artes y otros MUSEOS
En Burdeos hay tres museos de visita imprescindible. El primero es el Museo de Bellas Artes, alojado en un elegante palacio de 1881 y en cuya colección se puede disfrutar de lo mejor de la pintura holandesa y europea desde el siglo XV hasta las post-vanguardias del XX. Conviene complementar esta visita con la del Museo de Artes Decorativas y Diseño, un espacio que destaca tanto por su sede, el Hôtel de Lalande, como por las piezas que exhibe, sobre todo en una retrospectiva de la cerámica bordelesa. Y la tercera, el CAPC-Museo de Arte Contemporáneo, ubicado en un antiguo almacén portuario, un edificio histórico de proporciones inmensas capaz de cobijar todo tipo de instalaciones y exposiciones.
Información práctica
Galería de Bellas Artes de Burdeos
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Dirección y acceso
Place du Coronel Raynal. Burdeos
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Horarios
De lunes a domingo, de 11 a 18 horas; martes cerrado.
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Precio de entrada
Entrada general: 8€
Entrada reducida: 4,50€
PASEOS POR LAS RIBERAS DEL GARONA
Burdeos debe gran parte de su riqueza a este rio, una rápida vía fluvial de conexión con el océano. La relación de Burdeos con el Garona se entiende mejor en el Pont du Pierre, que cruza el río desde 1822. Junto a este puente antaño descargaban los barcos que traían el azúcar americano y que luego llenaban sus cubiertas con toneles de vino. Ahora, la principal consecuencia de dejar de dar la espalda al río para volcarse en él y convertir sus cuatro kilómetros de ribera hace que sea uno de los paseos más bellos que se puedan recorrer en Francia. Hoy la pasarela es el punto de partida de itinerarios a pie por la ciudad y también de cruceros fluviales. El puente se localiza cerca de la céntrica Plaza de la Bolsa. A pocos metros del Garona a su paso por la ciudad y para adentrarse en el barrio anexo de Saint-Croix, donde esta basílica románica recuerda que hasta el siglo XIV esta zona tuvo un puerto propio y prosperó gracias a sus astilleros.
BODEGAS dentro de la ciudad
Burdeos le prestó su nombre a un vino y a un color, y ambas etimologías son bastante inteligibles. La vinatera proviene de su puerto, donde se centralizaban los caldos que venían de toda la región, y de su método de crianza en barrica. La cromática, del color de dicha bebida, más intenso por culpa de esos mese en los que madera y mosto fermentado conviven juntos. Sin embargo, la ciudad como tal no está repleta de viñas, lo que no quita que haya algunas bodega a las que se pueda llegar en transporte público y sin perder de vista la torre de la catedral. Dentro de su carretera de circunvalación destacan tres vinificadoras que aceptan visitas. La primera, Château Carmes Haut-Brion, una finca de cinco hectáreas donde las cepas maridan con un paisajismo del siglo XIX. La segunda, Château Luchey-Halde, un proyecto liderado por el instituto Bordeaux Sciences Agro, quien fijó aquí su sede y su centro de investigación ampelográfica. Desde entonces, aquí se investigan métodos de vinificación ecológicos y, por supuesto, se elabora un vino soberbio. Y el tercero, quizás el más conocido, Château Pape Clément, el perfecto ejemplo de castillo bordelés, tanto en lo estético como en lo organoléptico.
EL BARRIO DE CHARTRONS
Hace décadas que el puerto de Burdeos se trasladó hacia la desembocadura del Garona, lo que no quita que su huella hoy no sea una fuente de hedonismo y disfrute. Durante el siglo XVIII, el epicentro comercial estaba en Chartrons, un barrio rehabilitado ubicado en la ribera noroeste del Garona que se caracteriza por su homogeneidad constructiva: grandes fachadas frente al río atravesadas por pequeños callejones. Muchas de estas casas aún conservan la bodega donde fermentaban y curaban el vino en grandes barricas (naciendo, así, el método bordelés de crianza) como es el caso del museo del vino. Otro de los puntos fuertes de esta zona es la ribera, transformada ahora en una sucesión de hangares que acogen cafeterías, tiendas y galerías de arte por donde pasear al atardecer.
Al final, justo donde asoma el faraónico puente de Jaques Chaban Delmas, la piedra se sustituye por el hierro y aparece el sector de Bassins à Flot, un complejo astillero, obsoleto desde hace unos años, que hoy cuenta con atractivos como el museo del mar o una antigua base submarina reconvertida en espacio para el video arte. La capital regional de Aquitania francesa conserva su alma festiva en viejos barrios como este de Les Chartrons, con un delicioso mercado gastronómico artesanal que se celebra los domingos junto a los antiguos tinglados del puerto.
TIPS PARA DISECCIONAR LA CIUDAD
Burdeos es idónea para escapadas cortas, con un monumental centro histórico muy fácil de recorrer. Incluso si se ha visitado antes, la ciudad no pierde la capacidad de sorprender sin alternar su fisonomía tradicional. Lo recomendable es recorrerla a pie, y si no, en bicicleta, gracias a su sistema de alquiler público. La cuestión es que merece la pena descubrir esta ciudad deambulando, sobre todo su parte antigua. De hecho, es así excepto para ir al Proyecto Darwin, un espacio eco-renovado instalado en un antiguo cuartel a orillas del Garona en el barrio de la Bastide, y a las bodegas de la perifera.