La capital mallorquina tiene de todo y para todos. Si se llega en busca de historia, no defrauda: hay dos barrios antiguos, uno medieval y otro del siglo XVIII, más de una docena de iglesias, una catedral cuyo rosetón gigantesco se convierte en un caleidoscopio dos días al año, un palacio de origen musulmán y otro de planta circular, un baluarte asomado al mar, judería, baños árabes…
Si lo que nos mueve es el arte, la oferta es también muy amplia: museos de arte contemporáneo y de arte medieval en recintos históricos, edificios modernistas y galerías repartidas por el centro antiguo. Pero hay más: la gastronomía tradicional y actual, de mercado y de autor tienen en Palma una representación de altura con los mercados, los comercios tradicionales, los hornos y restaurantes dirigidos por chefs premiados por su trayectoria y sus innovaciones culinarias. Y aunque sea todo un reto escoger qué ver, dónde detenerse y qué comprar, ahí va una selección de lugares indispensables.
Todo lo imprescindible
Mallorca en todas sus coordenadas
La mayor de las Islas Baleares es una pequeña galaxia insular de grandes planes, pueblecitos coquetos y, por supuesto, playas de magnitud monumental.
LA CATEDRAL
Con su rosetón gigantesco, elevada sobre una muralla en la que antiguamente rompían las olas, La Seu es la joya gótica de la ciudad y de las islas, además de una de las catedrales de mayores dimensiones de España. Su construcción empezó en el siglo XIII, al poco de la conquista de Jaime I, y finalizó en 1630. El interior guarda dos obras “recientes” que merecen verse: el baldaquino de Antoni Gaudí y la capilla restaurada por Miquel Barceló. Desde mediados de 2019 es posible subir a sus terrazas y disfrutar de unas espectaculares vistas.
En invierno, la catedral acoge dos acontecimientos únicos: el Canto de la Sibila durante la misa del Gallo, la noche del 24 de diciembre; y los días 11 de noviembre y 2 de febrero, cuando sobre las 9 de la mañana, la luz del rosetón mayor se proyecta sobre el rosetón de la fachada principal.
Mucho más que un plan ‘aftersun’
La Catedral de Mallorca que nació de un naufragio
Es una de las catedrales españolas más interesantes por los numerosos secretos y ‘fenómenos’ fascinantes que atesora.
PALACIO DE LA ALMUDAINA
La residencia oficial de Sus Majestades Los Reyes de España durante sus estancias en la isla se ubica en este emblemático edificio, que data del siglo XIV y que ha pasado por numerosos estilos arquitectónicos. Durante la dominación musulmana, se estableció la alcazaba o almudaina, el recinto amurallado de la ciudad. Más tarde, cuando se convirtió en sede del reino de Mallorca, se construyó una capilla cristiana, con un estilo gótico levantino pero con ornamentos árabes, que pueden verse en la techumbre blanca y negra.
Uno de los puntos más interesantes del palacio es el Salón del Tinell, dividido en dos plantas, la inferior con tres estancias y la superior con el Salón del Trono. El Palacio del Rey, visible desde el exterior con tres plantas de diferentes estilos, enmarcadas por dos grandes torres, aparece en todas las fotografías del edificio. No hay que olvidar la Capilla de Santa Ana o los Baños Árabes, situados entre el Palacio del Rey y el Palacio de la Reina.
S’Hort del Rei, un jardín medieval que se extiende a los pies de ambos, estaba dotado de árboles frutales y hortalizas hasta los años 60 del siglo pasado, cuando se llevó a cabo la recuperación del entorno de la Almudaina gracias al proyecto del arquitecto local Gabriel Alomar. Los detalles, como pérgolas y albercas, son un guiño a los típicos jardines mallorquines.
»això és mel!»
El pueblo más bonito de Mallorca… y otros que merecen una visita
De piedra y entre paisajes naturales, los pueblos de la isla más grande de las Baleares ofrecen otra isla lejos de los tópicos.
PLAZA MAYOR
Sin duda, uno de los lugares con más vida de toda la capital, la que se reconoce como la plaza más antigua de Palma de Mallorca se ubica en el antiguo emplazamiento del Convento San Felipe Nerí. Sede de la Inquisición Española hasta 1838, en la actualidad es un lugar mucho más apacible. Su espacio, con pórticos donde disfrutar de restaurantes, bares y tiendas, es utilizado para numerosos mercadillos, como el de artesanía, el de las fiestas patronales o el de San Sebastián, además del clásico de Navidad.
También se llevan a cabo en ella conciertos, espectáculos y eventos, siendo además lugar de paso para aquellos que se mueven por la zona más comercial, que abarca la Plaza Mayor y las calles Colón y Jaime II, que la enlazan con la Plaza Cort. Como curiosidad, en uno de los ángulos de la plaza se emplaza una lápida instalada en 1888 que marca el lugar donde se cree que estaba la casa natal de Ramón Llull.
BAÑOS ÁRABES
Uno de los pocos vestigios de la arquitectura islámica de la capital mallorquina se encuentran en este rincón de su casco histórico. Los baños árabes de Palma, que datan del siglo XI, se ubican en los jardines de Can Fontirroig, en el centro de la ciudad, sin embargo, el silencio y la paz se pueden notar en su interior, donde antiguamente se llevaba a cabo una limpieza no solo corporal, sino espiritual.
Una compleja red hidráulica alimentaba los baños con agua caliente y vapor. Actualmente solo se conserva la sala central, donde se realizaban los baños, con doce columnas con arcos de herradura y una cúpula semiesférica con claraboyas, y otra anexa y rectangular, cubierta con bóveda de cañón, además de los restos de las chimeneas con las que se climatizaban las estancias. Su jardín, con espesa vegetación, es uno de los lugares más especiales de la construcción.
COMERCIOS EMBLEMÁTICOS
Palma de Mallorca tiene más de 90 establecimientos emblemáticosrepartidos por su tejido urbano. Para empezar a conocerlos, nada mejor que un buen desayuno, especialmente en una ciudad que presume de tener las ensaimadas más sabrosas de las Baleares. Para ello, La horchatería y chocolatería Can Joan de s’Aigo es una idea perfecta, pero algunos hornos, como el Forn Santo Cristo o el Fornet de la Soca, tampoco pasan desapercibidos.
Para proveerse de buenos productos, nada mejor que visitar el pequeño colmado Santo Domingo, con quesos, sobrasadas y otras delicias de la isla. Pero más allá de la restauración, hay otras tiendas emblemáticas en la ciudad, como la Alpargatería la Concepció, la Sombrerería Casa Julià, el Bazar del Libro o la Cuchillería Armengual, donde llevarse auténticos souvenirs hechos a mano, productos de calidad garantizada o la próxima lectura de las vacaciones, con las mejores recomendaciones.
BARRIO SANTA CATALINA
Santa Catalina, patrona de navegantes y comerciantes, es la encargada de darle nombre a este antiguo barrio pesquero de moda -donde también se conserva algún molino de harina- junto al Paseo Marítimo. Su epicentro se encuentra en el mercado, lugar de compras, pero también de tardeo, y en las bonitas y coloridas calles de casas antiguas y tradicionales repletas de plantas y flores.
Además de su gran atractivo gastronómico, no solo por el mercado, sino también por sus numerosos restaurantes, cafés y bares de copas de calidad, se encuentran joyas como la Iglesia Sant Magí, los molinos de El Jonquet y el museo de los molinos o el teatro Mar i Terra. Viejos aljibes, negocios antiguos y carismáticos o calles encantadoras son algunos de sus alicientes, además de las preciosas vistas a la bahía.
LA CIUDAD ALTA
Palma posee uno de los centros medievales mejor conservados de Europa. Se localiza en el mismo emplazamiento en que se fundó la ciudad romana el año 123 a.C. y que luego ocupó la Medina Mayurqa, ciudad omeya a partir del siglo X. La conquista de la isla en 1229 por Jaime I de Aragón y la designación de la ciudad como capital del reino de Mallorca en 1276 con Jaume II al frente contribuyó a la construcción de numerosos palacetes, iglesias, conventos y la magnífica catedral.
Aquí se localizaba también el call jueu o judería, el barrio en que nacieron y vivieron cartógrafos, médicos y filósofos como los hermanos Cresques, autores del Atlas Catalán. Hay que caminar por sus calles con los ojos bien abiertos, pendientes de detalles como el rincón del convento de Santa Clara o los patios de Can Vivó y Can Juny, en la calle Can Savellà.
MUSEO ES BALUARD
El Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Es Baluard ocupa la fortificación de Sant Pere (siglo XIV), un espacio de más de 5.000 metros cuadrados que se funde con las antiguas murallas de la ciudad. Desde 2004 expone arte que va desde el siglo XIX hasta hoy tanto de artistas nacionales como internacionales. Pinturas y esculturas de artistas como Magritte o Picasso ocupan la planta principal, mientras su sótano, donde se ubicaban los antiguos depósitos de agua del siglo XVII, acoge exposiciones temporales. Su jardín terraza, con esculturas de Jorge Oteiza o Santiago Calatrava, entre otros, regala vistas del paseo marítimo y del puerto.
CAIXA FORUM DE PALMA
El antiguo Gran Hotel de Palma, un edificio modernista proyectado por Lluís Domènech i Montaner, aloja desde 1993 el CaixaForum de Palma. La colección permanente del pintor Hermen Anglada-Camarasa está formada por 400 piezas entre aceites, dibujos, estampas, litografías, esculturas y otros objetos personales que van rotando anualmente. El centro artístico es un espacio polivalente donde se realizan desde cafés-tertulia hasta visitas comentadas, conferencias, exposiciones y conciertos.
LA PLAZA CORT
El señorial edificio del Ayuntamiento y un olivo con más de seis siglos de vida y 7 metros de circunferencia presiden esta plaza triangular, el epicentro político de Palma y bisagra entre la Ciudad Alta y la Baja, separadas antiguamente por la Riera antes de que esta se desviara fuera de las murallas. Con su fachada barroca y su voladizo de madera tallada, el Consistorio es un punto de encuentro de locales y visitantes pues se halla a pocos pasos de algunos restaurantes famosos, como el del Hotel Cort en la misma plaza o el Hotel Sant Jaume, al frente de cuya cocina están los artífices del restaurante Zaranda, con dos estrellas Michelin.
LA FUNDACIÓ PILAR i JOAN MIRÓ
La Fundació Pilar i Joan Miró se localiza algo lejos del centro de la capital, en la calle Saridakis de la Cala Major. El museo contiene cerca de 7000 obras de Miró y de otros artistas nacionales e internacionales, como Tàpies, Chagall o Chillida. La fundación está dividida en tres edificios: Taller Sert, Son Boter y Edificio Moneo.
El primero de ellos fue proyectado por el arquitecto y amigo de Miró que le da nombre, mientras que el segundo, del siglo XVIII, sirvió para ampliar su espacio de trabajo, y el tercero, el más actual, fue inaugurado en 1992. En sus centros se realizan desde visitas personalizadas y exclusivas hasta talleres de disciplinas como la serigrafía o la cerámica oriental.
CASAL SOLLERIC
El Casal Solleric, en el céntrico paseo de Es Born, da la bienvenida con uno de los más elegantes patios mallorquines típicos, amplio, con arcos y una escalinata que puede visitarse por libre y que sube a la parte noble del antiguo casal del siglo XVIII. Esta casa señorial fue cedida al ayuntamiento en 1975 y desde entonces, aloja exposiciones de arte contemporáneo y artes visuales. Las obras de artistas como Joan Miró, Josep Guinovart o Robert Motherwell han sido acogidos entre sus paredes y salas, pero también se llevan a cabo conciertos y otros actos culturales.
LA LONJA
Este edificio gótico, con gárgolas, ventanales y pórticos fue hace siglos uno de los centros de negocios más importantes del Mediterráneo occidental. En este amplio espacio, hoy dedicado a exposiciones y eventos culturales, se reunían comerciantes y propietarios de naves que decidían sobre el precio de mercancías a medio mundo. El paso del tiempo, la lluvia y del aire cargado de sal han ido erosionando los relieves y esculturas que decoraban la fachada, pero su belleza y monumentalidad aún asombran a quien pasea por el paseo marítimo entre el Parc de Mar y Es Baluard.
PLAYAS CERCANAS
Es imposible pensar en Mallorca y que no se vengan a la mente sus arenas blancas y sus aguas turquesas. Visitar la capital no es sinónimo de perderse todo lo que la costa puede ofrecer, ya que cerca de la ciudad hay muchas opciones que harán sentir al bañista que están en un paraíso a muchos kilómetros de distancia. Cala Fornells, pequeña pero aislada por su pinar, es la indicada para quienes quieran hacer snorkel. Sin embargo, los naturistas preferirán la playa de El Mago, un poco más alejada de la ciudad.
Una de las playas perfectas para disfrutar del buen tiempo es la Cala Xinxell, al oeste de Cala Comtessa (otra de las imprescindibles), rodeada de bosque, rocas y una pequeña urbanización. Si se busca algo más urbano, la playa Can Pere Antoni es la más cercana al centro de Palma y la mejor para los amantes de las terrazas y la comodidad. En la zona de Portitxol, Ses Palmeres es pequeña, pero acogedora, y El Arenal, la más larga de la isla, es perfecta para pasar el día entre el chiringuito y la tumbona.
Será maravilloso…
Playas y calas de Mallorca para soñar con el verano
Acantilados bordeados por pinos, aguas cristalinas, paisajes idílicos… estos doce arenales evidencian que el Mediterráneo es más hedonista en esta isla balear.
CASTILLO DE BELLVER
Un autobús conecta el centro de Palma con este castillo de planta circular que el rey Jaume II de Mallorca ordenó construir como residencia real en el año 1300. Se localiza en lo alto de una colina, rodeado de bosque y con vistas de la bahía de Palma. En el siglo XVIII pasó a ser prisión, más tarde alojó una fábrica de moneda, volvió a ser cárcel durante la Guerra Civil; desde 1931 aloja el Museu d’Història de la Ciutat y la Col·lecció Despuig, de escultura clásica.
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